Nadie me quiere a excepción de los villanos.

Capítulo 15

En realidad, Lucy me cargó y me llevó hasta él...

De todos modos, el gran duque parecía tener la sensación de que estaba yendo directamente hacía él con mis propios pies.

Se sentó de nuevo, abrió la botella de cristal y me entregó una pequeña cuenta redonda.

—¿Qué es eshto?

—Bocadillo. —dijo el gran duque mientras estiraba su mano para que lo tomase y lo probara.

Cuando abrí el crujiente envoltorio, salió algo negro de él.

< ¿Es comestible? El color es raro.>

Aunque no es como si el gran duque quisiera matarme de repente. Así que metí la canica en mi boca. Entonces, la dulzura se extendió en ella.

—¡Wooow! ¡Eshtá tan dericioso! —Estaba tan sorprendida que salté de mi asiento.

La cuenta que entró en mi boca se derritió rápidamente. Sin embargo, el aroma dulce y ligeramente amargo aún permanecía.

—Es chocolate. A veces lo como cuando no puedo pensar.

—Me gusta, me gusta. Pero, gan diuque, uhm, rigiste que me lo darías solo si eshtaba mejor.

El gran duque se rio de mis palabras.

—Eso es diferente. Te estas recuperando bien, pero no es como si solo fuera a darte algo como esto.

Ante sus palabras, salté de mi asiento.

Solo con comer esto siento que voy a volar hacia el cielo, pero ¿hay algo mejor?

< ¡Buen trabajo, yo! ¡Como se esperaba, el gran duque era una gran opción!>

Ojalá pudiera comer solo aperitivos, sin embargo, la comida también era muy importante.

Ya había probado la comida real, y sin duda no quería volver a la col y las patatas.

Además, podía sentir mi cuerpo extasiado al agregar azúcar.

—Si no comer algo más que sopa, no ganarás peso rápidamente. —el gran duque chasqueó ligeramente su lengua mientras miraba mis tobillos expuestos al santar.

Parecía verme como si fuese una rama a punto de quebrarse.

—Aun así, tus mejillas están un poco más redondas. —el gran duque tocó mis mejillas llenas de felicidad. Afortunadamente, era una felicidad que no reventaba como un globo.

—¡Esho no es verdad!

Me subí al sofá, extendí la mano hacia el gran duque y lo agarré por el cuello. Entonces, sus ojos se agrandaron ligeramente por mi acción.

[Chu~]

Había besado al gran duque en la mejilla. Incluso tuve que ponerme de puntitas.

—¡Oh, mi Dios! —dijo alguien desde atrás. Pero no me importó, y besé nuevamente la mejilla del gran duque mientras colgaba de su cuello.

El gran duque se llevó la mano a la mejilla y la frotó lentamente. Su expresión era indescifrable y tenia los labios ligeramente abiertos.

—¡Oh! —El gran duque se estremeció por reflejo, así que reboté en el sofá.

—¡ShuShu!

Cuando estuve a punto de caer en el sofá, el duque me tomó con rapidez.

Su rostro estuvo cerca nuevamente, así que, con una sonrisa, volví a besar la mejilla del gran duque.