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#5 Adios

"Nadie sabe el valor de los momentos hasta que se convierten en recuerdos"

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Abrió la puerta de la casa arrastrando los pies, ni sé tomó la molestia de quitarse los zapatos, vestía completamente de negro, su cabello plateado lucia descuidado y revuelto, su mirada bicolor había perdido todo rastro de brillo, las ojeras que tenía eran profundas, a pesar de la máscara que le ocultaba el rostro se notaba el lúgubre estado de ánimo que cargaba a cuestas.

Kakashi está sufriendo como nunca en la vida, es entendible... él viene llegando del funeral de Tsunade.

Así es, la hermosa rubia que había robado su corazón tuvo que dejar la vida en batalla, su nombre se enmarcó como una de las mayores leyendas del mundo ninja una vez más, todo porque su voluntad de fuego fue más fuerte que su razón y se lanzó con todo para acabar el peligro de una buena vez... Ella sabía perfectamente que no saldría con vida de aquel ataque, era muy obvio, por eso tuvo miedo, y no por ella, tenía miedo porque sabía que ella tenía un peliplata que la esperaba en casa y que ahora admiraria la puerta en silencio porque ella no volvería a entrar por allí.

Hatake se dejó caer en el suelo apoyando la espalda en la puerta, se quitó la máscara y dejó que el llanto fluyera libremente, no quería hacerse a la idea de que no vería más a su rubia, ¡No podía, Maldicion! Si Tsunade era su vida... ¿Que le queda ahora que ella no está?

Recuerdos.

Poderosos, agridulces, mira el comedor y la ve allí, sentada cómo lo estuvieron un millón de veces, cenando mientras ella le contaba las desventuras de su día.

Una punzada en su pecho al levantarse, duele, joder, duele más que un kunai envenenado. Observa la cocina, fija la mirada en los dos delantales que cuelgan en la pared junto a la puerta, uno negro y uno blanco, uno con shurikens y uno con símbolos de dinero. Uno de él y uno de ella.

Puede verla correr de un lado al otro en la cocina sin saber muy bien que está haciendo pero poniendo empeño en ello. Recuerda las veces que se besaron sobre ese empotrado y las mil veces que ella se sentaba allí para conversar mientras cocinaba.

Siguió por el pasillo y contuvo la respiración cuando entro a su habitación. Su aroma seguía allí, impregnado en cada cosa que tenía que ver con ella, pero no reciente. Kakashi sintió más dolor al imaginar que en algún momento aquel aroma desaparecería.

Se acercó a la cama que compartió con ella durante todos esos años de matrimonio que atesoraba como a nada. La vio allí, durmiendo plácidamente, con el largo cabello dorado esparcido sobre la almohada, vio sus ojos somnolientos llenándose de brillo al admirarlo, la sonrisa de buenos días y podría jurar que sintió el cálido roce de sus labios en su mejilla como hacía siempre al despertar.

Dejo escapar un llanto ronco y desgarrador. Un quejido de animal herido, de la bestia que ha perdido a su bella, lo único bueno que le quedaba en este cruel mundo, mundo que se la arrebato de entre sus manos sin que él pudiera evitarlo.

Kakashi apretó las sábanas con fuerza, recordó sus texturas, la suavidad de sus curvas, la ubicación de cada lunar, cada marca o cicatriz, el sabor de sus besos, el brío de sus gemidos bañados en placer... El aroma de su piel.

Y eso solo hace que la punzada en su pecho explote y lo haga caer de rodillas frente a la cama. Porque ahora sólo le quedan recuerdos, y anhela que todo se repita, anhela despertar y ver que fue un sueño, uno horrible del que ella se burlaria y luego  harán un desayuno juntos, pero no, por más que lo intento jamás pudo hacerlo.

Kakashi la extraña, y vive apoyado de lo único que le queda... Recuerdos.

｡:ﾟ(;´∩';)ﾟ:｡

Ay, eso estuvo muy triste.

Aquí dejo los primero 5 capítulos, tengo muchos más escritos pero como primero los hago en mi compu y luego los paso al celular me canso rápido.

¿Les gustaron?
¿Cuál fue su favorito?

Sin más que decir, adiós, y nos vemos la próxima semana.

😘