『 Por la gracia de los híbridos 』

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Octubre 31, 1966.

La familia Styles es conocida en el pueblo por una razón, su gran apego y respeto a la iglesia, muchas son las personas que parlotean de su fe inquebrantable y de la gran moral que posee cada miembro de dicha familia, por ello, cada Halloween la familia Styles desaparece del pueblo llegando hasta una casa en el corazón del bosque, horrorizados por la atroz celebración de aquel día, no queriendo que sus hijos vean y convivan con aquellos que hozan participar de cultos paganos castigados por la biblia y por ende, Dios.

Roger Styles se había encargado de inculcar en su pequeño hijo Harry el temor a Dios y al pecado, enseñándole cómo es que un hombre debe comportarse, aunque el pequeño Harry de tan solo diez años no entendía por qué ayudar a su madre en la cocina estaba mal y tener que recibir golpes por preferir jugar con los juguetes de su hermana, aun así, pudo adaptarse oprimiendo todo aquello que estaría mal para su Padre.

Roger Styles se había encargado de inculcar en su pequeño hijo Harry el temor a Dios y al pecado, enseñándole cómo es que un hombre debe comportarse, aunque el pequeño Harry de tan solo diez años no entendía por qué ayudar a su madre en la cocina ...

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—Padre, ¿por qué matar personas está mal, pero matar animales está bien? —preguntó el pequeño Harry en su inocencia, caminando bosque adentro al lado de Roger .

—Porque Dios creó a los animales para comer —respondió monótono deteniéndose a unos cuantos pasos de un lago—, y ahora aprenderás a cazar, quédate aquí y observa —ordenó su padre con aquella voz rasposa que demandaba respeto y creaba temor en el pequeño.

Harry se quedó quieto tras un arbusto, observando a su Padre apuntar con una escopeta a un par de cisnes que nadaban despreocupados en las cristalinas aguas del lago, sin saber la tragedia que pronto teñiría sus hermosas plumas blancas de un vívido rojo carmín.

El pequeño asustado por los actos del adulto, giró su cuerpo sentándose de cuclillas en el suelo, esperando escuchar el disparo que no tardó en oírse retumbar por los aires, enredándose entre la copa de los árboles y alertando a los demás pájaros que allí reposaban, quienes comenzaron a dispersarse por los aires en chirridos escandalosos.

—Estos son buenos, dos pájaros de un tiro —escuchó la voz áspera de su Padre a lo lejos.

Aún de cuclillas el pequeño alzó el rostro observando los muchos árboles que crean profundidad en el bosque... ahí en uno de aquellos pinos adultos, entre la maleza y arbustos se hallaban unos ojos profundos, amarillos y de iris alargado horizontalmente, como los de una cabra, el pequeño se quedó atónito en su lugar, sin poder despegar los ojos de aquella criatura, la cual poseía dos cuernos alargados y en espiral.

Harry... —pronunció aquel animal erizando la piel del susodicho, haciendo que su diminuto corazón acelerará el pulso y sus pequeñas manitas sudaran de miedo. Poco a poco aquellos ojos amarillos fueron tornándose de un índigo profundo y aquel iris alargado pronto se contrajo siendo apenas un punto en esa mirada por demás, perturbadora.

—¿Harry, has visto como lo he hecho? —Los fonemas graves de su padre lograron que despegara los ojos de aquella criatura, poniéndose de pie de inmediato—. ¿Te asustaste pequeño? —preguntó burlón viendo a su hijo dos tonos más pálido, jugando con sus manos en nerviosismo—. No debes temer, la próxima vez lo harás tú.

Ángelus Lapsus // Larry Stylinson ♦ One ShotDonde viven las historias. Descúbrelo ahora