𝑩𝒓𝒆𝒆𝒛𝒆

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Por fin eran vacaciones de verano, lo que significaba que ahora podían descansar todo el día, y claro que Izuku lo aprovecharía con su novio, desde que iniciaron el día se la habían pasado viendo películas en la televisión ambos abrazados y recostados en el gran sofá, y tal vez se la hubieran pasado todo el día así, de no ser porque al peliverde se le ocurrió una idea.

—Oye, Shō-chan, ¿Podemos ir a la playa?—Pregunto él peliverde al más alto, esté se encontraba abrazándolo por la cintura.

—¿Ahora mismo?—Respondió Shōto, mirándolo a los ojos.

—Si, ahora mismo, ¿Podemos?—Dijo al mismo tiempo que lo abrazaba por el cuello.

—Por supuesto que sí amor.—Habló con cariño en su voz, no se podía negar a tal propuesta, después de todo ¿A quién no le gustaba ir a la playa en vacaciones?

Ambos se encontraban en la motocicleta de Shōto, siendo manejada por el mismo, disfrutando del aire que los golpeaba en la cara, sentir el viento revolviendo sus cabellos y ropas, abrazados como los dos enamorados que eran. Hacía ya minutos habían salido del departamento que compartían con destino a la playa.

—¡Me encanta la playa!—Exclamó con alegría Izuku, habían llegado ya y apenas se estacionaron, el de pecas corrió en dirrección a las olas y mojo sus pies con una gran sonrisa en el rostro.

Shōto, quien venía a paso lento detrás de él, lo observó con una mirada pacífica y una pequeña sonrisa.

—A mí me encantas tú.—Dijo con cariño y verdad en su voz.

—Tú también a mí.—Le respondió con un pequeño sonrojo el peliverde. —Vamos a sentarnos junto a las olas, quiero disfrutar del sonido que hacen.—Le dijo mirándolo, como pidiéndole permiso.

—Esta bien, entonces hay que poner la sombrilla y la toalla aquí.—Comentó con un tono de voz suave, era tan tranquilo estar en la playa en la tarde, donde el sol se empezaba a ocultar y había pocas personas ya.

Ambos hicieron lo dicho, tendieron la toalla en la arena y colocaron la sombrilla, también pusieron una pequeña canasta con bocadillos hechos por ambos. Había algunas personas, que, igual a ellos, estaban disfrutando de las olas.

—¿Sabes?, Podría dormirme justo ahora, todo está tan pacífico en este momento.—Dijó el mayor acostado en la toalla, ahora con una pequeña sonrisa.

—Vamos Shō-chan, no te duermas todavía, quiero mirar el atardecer contigo.—Le dió como respuesta al pelirrojo, mirándolo con un pequeño puchero en sus labios.

—Tus deseos son órdenes pequitas.—Comentó alzando una de sus manos para entrelazarla con Izuku.

El menor sonrió con dicha, tomando la mano de su amado, después de todo amaba los apodos lindos con los que Shōto lo llamaba. Se recostó a su lado aún con sus manos juntas y disfrutando ahora del sonido de las olas y hablando sobre temas trivales.

Una hora más tarde Izuku se había levantado y después sentado a su lado para admirar mejor el atardecer, Shōto sin embargo se quedó en el mismo lugar, pero ahora mirando el perfil de Izuku.

—Es realmente hermoso.—Dijó Izuku con un brillo en sus ojos, los atardeceres eran simplemente maravillosos y mágicos.

—Lo es.—Respondió con suavidad, pero viendo al menor, a su luz de todos los días, observando como la brisa de las olas movía sus cabellos rizados, como aquél ángel era iluminado levemente por el gran atardecer de un día en la playa.

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⏰ Última actualización: Oct 27, 2021 ⏰

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