Terminaron las clases y la peliblanca se dirigió a las habitaciones, caminaba lento entre los pasillos de ese inmenso "piso". Ella no iba atenta a su alrededor así que se chocó contra el pecho de un chico peliverde
-¡P-Perdón Méiguī-San! No estaba mirando por dónde iba -dijo el peliverde haciendo una reverencia
-No pasa nada, yo también andaba un poco distraída Deku-Kun -suspiró la protagonista
-¿Qué haces por la planta de los chicos?
-Buscaba mi habitación, ¿me puedes llevar por favor? -dijo con su encantadora sonrisa
-Oh, está bien
Ambos empezaron a ir a la habitación de la peliblanca mientras hablaban de los compañeros de clase. Ella pensaba que Deku era una persona muy amable y tierna, sentía que el no se iba a burlar de ella. Al llegar, Izuku ayudo a colocar las cosas a su compañera. Se habían vuelto muy cercano en cuestión de horas y eso era muy extraño, ya que Méiguī no era de confiar en gente.
-Gracias Izuku, ten una buena noche -dijo la peli blanca para después depositar un cálido beso en la frente de Izuku
Izuku se despidió y se fue a su respectiva habitación. Méiguī se quedó mirando por su ventana y pensó en ir a dar una vuelta, pero era realmente tarde así que salió a por un vasito de leche. Al llegar a la cocina vio a "Kacchan".
-Te ves idiota con la boca manchado de leche
Méiguī empezó a reírse a carcajadas a lo bajito para no despertar a nadie mientras Bakugou intentaba recapacitar la información
-Tsk, no seas tonta, por lo menos yo tengo un pijama normal y no uno de osito
La cara de la bajita se puso de un color ligeramente roja. Ambos empezaron a reírse mientras bebían leche y se insultaban uno al otro
-Descansa Bakugou, yo me voy a la cama
Cuando la peliblanca se fue, Kirishima se hacer o a Bakugou mientras se reía, Bakugou nunca había sido así con nadie
A la mañana siguiente, la clase 1-A tenía unas pruebas, Méiguī estaba ansiosa, nadie había visto su quirk y ella no sabía controlarlo muy bien. Sus compañeros empezaron a hacer actividades usando su quirk mientras nuestra protagonista los miraba atentamente
-Méiguī, te toca
Aizawa la miro atentamente y toda la clase se quedó en silencio, nadie había visto el quirk de Méiguī y todos tenían cierta intriga. El cielo oscureció cuando Méiguī abrió sus grandes alas, sus ojos Halite se volvieron más intimidantes. Cuando estaba haciendo las actividades su tercer quirk se activo sin querer, 𝑪𝒐𝒂𝒈𝒖𝒍𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏.
Cᴏᴀɢᴜʟᴀᴄɪᴏ́ɴ Este quirk trata de que puede controlar la sangre del oponente, poniéndolo a su voluntad, lo malo de su quirk, es que si lo fuerza demasiado, puede causar tanto mareos como sangrado nasal y le quita mucha energía.
Aizawa desactivo rápidamente el quirk de Méiguī ya que estaba causando dolor en el pecho a Toru. Todos estaban en silencio mientras nuestra protagonista caia en el suelo. Se había desmayado ya que el quirk de Coagulación no sabía controlarlo del todo.
Al par de horas, ella abrió los ojos y se encontró a unos brazos masculinos acariciando su cabello mientras colocaba una toalla húmeda en su frente. Méiguī no lograba a ver quien era aquel chico que la estaba cuidando, pero si sabía que se sentía muy a gusto aunque le dolía todo el cuerpo. Todo estaba muy silencioso, así que ella no sabía con quien estaba. ¿Izuku?, no, el estaría de los nervios intentando que este bien. ¿Denki y Kirishima?, tampoco, a ellos se les escuchaba en el pasillo. ¿Bakugou?, tampoco, el ni sería capaz de darle agua.
Ella abrió sus ojos y se acorruco en la cama en la que estaba tumbada encontrándose con el pecho de un chico.
