who murder who? ᝰ l.s

ıı. es todo culpa de ella

El bullicio y la fogata creciente en el campus era a lo que a todos les llamaba la atención, y lo único a lo cual le daban importancia en ese momento.

Por otro lado, al pequeño grupo de cuatro estudiantes aquello no les interesaba nada la gran fogata ni el evento; ellos se encontraban en el bosque.

"Ya debería estar aquí", se quejaba Nicole.

"Él está bien", respondió Zayn.

"¿Y si no?", inquirió Alex, preocupado.

"Alex..."

"Y si lo agarraron, nos denunció o ella lo convenció de acusarnos?"

Se movían de lado a lado, ansiosos, con la idea en mente de que uno de ellos los había delatado, y si eso en verdad había ocurrido, sería su perdición, no habría vuelta atrás; tenían suerte de que solo lo imaginaban, y en verdad eso no ocurrió. O tal vez, sí.

"Harry nunca no haría eso"

Zayn se había vuelto un tanto cercano a él, no tanto para llamarlo "mejor amigo", ni para que se llevasen tan bien, pero si uno estaba en problemas, el otro iría a ayudarlo, o a defenderlo.

"Él no, pero ella sí"

"Basta, ¿quieres?", se exasperó Zayn. "Todo va a salir bien."

"No, piénsalo", dijo Alex esta vez. "Terminamos aquí por culpa de ella."

Nicole, quien había permanecido en su sitio, a punto de congelarse, fue la que intervino esta vez. "No es culpa de ella. Es culpa de todos."

"Voy a llamar a Mike", anunció él, sin querer cambiar de opinión.

"¡Alex"

"¡Yo jamás accedí a hacer esto!", dijo desesperado, era demasiada presión;  nunca fue bueno en las situaciones arriesgadas, salvo en ayudar para los juicios, pero aquello no era un tribunal, y él no se sentía capaz de soportarlo.

"¡No lo hiciste porque te dio una crisis! ¿Sí recuerdas que apenas podías hablar? Cállate, siéntate, y deja de portarte como un niño caprichoso."

"¡No me digas cómo sentirme!"

"Perdón por la demora.", dijo Harry de repente, llegando al lugar, haciendo que Nicole soltara un leve chillido. "Tuve que regresar por esto."

En su mano sostenía un trofeo brillante, dorado y puntiagudo, el cual brillaba con cada rayo de luz que caía. Era un trofeo otorgado al estudiante que más se esforzaba por trabajar y cumplir con sus trabajos, ayudando en los casos.

Y, claro, también era el arma homicida.

.   .   .

[ㅤDos meses y medio antesㅤ]

Annalise tomaba una taza de café y leía un periódico, y tenía como encabezado "Muerte en el tanque: ¿Asesinato o accidente?". Era tan solo una de las tantas noticias iguales, y ese había sido el tema más comentado en toda la semana.

—¿No hay nada nuevo? —preguntó Sam, ingresando al lugar.

—No parece —respondió ella.

El hombre se fue acercando hasta ella para luego besarla en la mejilla, y luego fijar su vista en la noticia—. Eso tiene lógica. El tiempo que el cuerpo estuvo en ese tanque seguro destruyó la evidencia.

Annalise lo observó fijamente; estaba bien que su esposo estuviera al tanto de las noticias, después de todo, los casos luego los podría presentar en su clase, pero ¿por qué tanto interés en este, y en que se hubiera destruido la evidencia?