Amamos Harry Potter, de eso no hay duda, también amamos a todos los que lo conforman, primera y segunda generación, personajes que conquistaron nuestros corazones y ahora buscamos para satisfacer nuestra imaginación.
Estos son One shots de mi autorí...
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No eres digna
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Todos conocían a la familia Black, una de las familias sangre pura más antiguas de Inglaterra, conocían sus tradiciones y maneras de mantener la pureza de la sangre, un gran ejemplo era Orión y su prima Walburga quienes estaban casados y tenían dos hermosos hijos, ambos hermanos contaban con la belleza que caracterizaba a los Black, pero si había algo que los diferenciaba eran sus personalidades, Sirius rebelde a lo que sus padres querían, sabían que sería un problema y aún más cuando al entrar a Hogwarts quedó seleccionado a la casa de Gryffindor.
Solo los habitantes de la casa Black sabrían el castigo que sufrió el pobre niño de 11 años y como un asustado Regulus se agazapaba para que su madre no lo encontrará. Cuando Regulus quedó seleccionado en Slytherin sus padres no podían estar más orgullosos, él siguiendo las órdenes de su madre, ignoró a su hermano durante el transcurso del año escolar, lastimando a Sirius en el proceso.
Walburga conocía la historia, a fin de cuentas ya había pasado, cuando en su juventud, al igual que Regulus tuvo una hermana sorteada en Gryffindor, rebelde, astuta pero valiente, sus padres nunca la retaron, nunca la humillaron y quizás era por eso que Walburga no seguía su ejemplo, su hermana era un completo desastre, sin casarse, viviendo aquí y allá, enviando regalos inútiles y peor aún ¡Cosas muggles!, ella intento quemar su nombre del tapete, sacándola de la familia, pero cuando lo intentó, la que empezó a quemarse fue su foto, temerosa apagó el fuego y al día siguiente recibió una carta de su hermana.
Mi querida hermana.
Sabía que lo intentarías, no intentes pasarte de lista, siempre voy un paso al frente.
Con mucho amor y valentía,
Tu hermana Cassiopeia.
Walburga la detestaba, tenía años sin verla pero el rencor no menguaba y cuando esa navidad ella apareció, Walburga quiso que la tierra se abriese y se la tragara.
—¿Que haces aquí? —su tono de voz era fuerte, demostrando todo el odio que cargaba aunque su rostro fuera neutro.
—Pasar navidad en familia —le sostiene la mirada mientras se despoja de su abrigo y se lo extiende a Kreacher quien desaparece junto con su equipaje.
—Cassiopeia —Orion la mira sonriendo, ella rodea a su hermana y se acerca a abrazarlo.
—Oh Ori cuanto tiempo sin verte —se separa y lo mira—. No es lo mismo a través de la chimenea.
—¿Ustedes han hablado? —Walburga aprieta sus puños sobre el vestido y los mira.
—Sí —y de pronto la mirada de la recién llegada no era de un caluroso saludo, sino tan fría como la de su hermana—. Hay asuntos por resolver —cuando escucha voces se gira y sonríe regresando a su actitud normal—. ¿Y dónde están mis hermosos sobrinos?
