Teatro Fru Fru

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No sé qué fue lo ocurrido entre Mau y sus amigos, pero no tenía por qué decírmelo así.
Carla se sentía triste pero no pensaba desperdiciar dos entradas para el teatro así, que decidió reglar una de las entradas.
Vio como un chico de cabello plateado y suéter verde la observaba a distancia luego se fue acercando a ella.
—Disculpa, ¿aun te quedan entradas? —. dijo el chico esperanzado.
—A si claro toma —.
—¿En cuánto valen?, es que solo traigo 200 —. dijo con una sonrisa nerviosa.
—O no, no tranquilo, te la regalo —.
—¿En verdad? —.
—Si, era para alguien que no quiso venir —.
—Déjame adivinar, a tu novio no le gusta la banda —.
—Si algo así, pero mejor entremos ya —.
Los chicos ya estaban en el escenario, aunque solo se veían sus siluetas, uno de ellos bajo a saludar a Carla ignorando a el tipo que estaba a su lado. Luego volvió a subir.
—No sabía que conocías a los chicos —.
—Si, son amigos de mi novio —.
El chico quedo extrañado por lo que le había dicho.
—QUIERO AGRADECER A NUESTRA GRAN AMIGA CARLA LUNA POR ESTAR AQUI —. Se escucho del micrófono del vocalista.
Hubo canciones románticas, algunas de despecho, pero todas muy buenas. Ambos parecían llevarse bien, cantaban a la par cada canción como si se conocieran de toda la vida.

Un beso en el metro fue todo tan violento, a veces tan frenético me desespero......
Nadieeeee más te amara comoo tee pude amar.......
Mi vida es un lamento, mi vidaaaaa es un tormeeento.... uuuuuuu......
El concierto termino al atardecer, todos estaban amontonados en las escaleras del foro esperando autógrafos de los artistas, incluso el chico que estaba con Carla se amotino. Ellos tranquilamente firmaban camisetas, posters y se tomaban selfis.
Carla sonrió y le quito el disco que tenía en las manos para meterse en la bola, el chico del micrófono la reconoció y le firmo el vinil, se lo entrego de regreso y salieron del teatro.
—Ahora que lo pienso no se tu nombre —.
—Me llamo Andrés, un gusto Carla —.
—Un gusto Andrés jajaja —.
—Te parece si vamos a cenar aquí cercas —. dijo rectificándose — perdón, creo que no es buena idea —.
—O no, está bien si vamos a cenar —.
—Bien, vamos —.
Dijo sonriendo, mientras ambos caminaban por la banqueta para terminar en la entrada de un restaurant de estilo italiano. Mesas pequeñas con asientos muy cómodos.
—Y tú eres de por aquí —.
—Bueno nací en el Ritz, pero ahora no vivo aquí —.
—¿Estas de vacaciones? —.
—Por trabajo —.
—Ya veo —.
Ambos estuvieron hablando durante la cena en aquel lugar con tonos cálidos, velas aromáticas y comida deliciosa.

Cuando la noche cae y la luna no está, es fácil atrapar víctimas,
es más fácil ser presa de un demonio cundo se divaga

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⏰ Última actualización: Oct 21, 2021 ⏰

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La prisión de los demonios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora