Colgó el teléfono y hubo un silencio en ambos lados. Por un buen rato, apenas había pasado una hora, y la tensión se empezaba a sentir.
+ Deduciendo, el secreto no sería ninguno de los temas que ya habías abordado, por qué no querrías hacerlo fácil para mí.
- Un genio, enserio.- lo dijo con obvio sarcasmo
+ ¿Entonces que queda, que no quisiera admitir?.- hubo un silencio y siguió-. Amor.
Ella se detuvo de jugar con el reloj, y se puso sería. Debía admitir que me tense.
+ ¿De eso se trata, verdad que sí? ¿Amor por mi madre?.- se quedó en silencio viéndola muy fijamente-. No... Por ti. Quieres que admita que estoy enamorado de ti.
- No me mal entiendas, amo mis cuentos de hadas, obvio como cualquier otra chica, pero tampoco deliró.
+ ¿Estás segura de eso?
- Muy segura. Tan segura, de hecho, que le pedí a Lindsey que dejara una pista para ti en el álbum de tu casa. No te hubiera hecho venir y adivinar si no estubiera segura... Bueno... Hasta que di positivo.
¿¡¿¡Que carajos!?!? Cómo que positivo, amenos que fuera a VIH.
+ ¿Estás embarazada?
- Estamos los dos.
Y como era posible, se me revolvió el estómago y quise llorar, maldito el momento en que descubrí que aún sentía algo por el.
+ No.
- O si. Felicidades.- levanto una copa imaginaria y dió un trago, después lo escupió, dando a entender que no podía tomar alcohol.
Le trajeron el expediente a Jennifer que confirmaba el embarazo de la loca, pero no podía ser de Spencs o si.
+ No es posible, aunque estuvieras embarazada ese bebé no es mío.
- Excepto por la parte que es así.
+ Es completamente absurdo, estabas en prisión.
- También tú.
+ Y además...
- Lo sé jamás nos... Pregunta cómo lo hice, vamos pregunta.
Si pregunta, por qué si no miente, entonces, le dará el bebé que no tuvimos.
+ ¿Cómo lo hiciste?
- Hice que Lindsey te drogara en México, perdiste tiempo y de di instrucciones muy específicas para ponerte de humor.
+ ¿Que ella fingió ser tú?
- ¿Por qué, habría funcionado?
+ No.
- Si, no, ya se. Pero creeme se exactamente dónde estoy en la lista de atracción o no de Spencer Reid. Le dije que fingiera ser Meave.
Y eso me dolió más aún que lo del bebé, y estaba aguantando para no llorar.
- Meave Donovan. El amor de tu vida.
Y el no decía que no, pero tampoco decía que sí y yo solo aguantaba mis emociones.
- A la que le volaron los cesos enfrente de ti antes de que se pudieran besar. Tan triste, pero tan útil.
+ Es mentira.
- Spencer, soy Maeve, Tranquilo, Spencer, Spencer. Spencer, soy Maeve, tranquilo, estoy aquí, shh, lo deseas, tranquilo, lo deseas.
+ Eso no pasó.
- Oye estaba pensando, si es niño definitivamente se llamará Spencer Junior o quizá Eithan.- ahí lo entendí, sabe de mí y si sabe de Eithan, entonces piensa lo que todos al principio, lo que me lleva a que debe estar en peligro. Se paró Spencer a la salida y ella gritó -. Pero si es niña, creo que hay que llamarla Maeve, después de todo ella jugo un papel muy importante en su concepción.