@ my worst ♡ sangli.

OO8

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tal y como lo habían dicho ambos sucedió: ali le llevó un pequeño muffin de chocolate y sang-woo se quedó esperándolo hasta que dieron las siete, en eso por fin acabó el horario de trabajo del primer mencionado así que llegó justo al lado de sang-woo con calma.

─ ¿ya terminaste? ── al sentir otra presencia giró la cabeza mientras aquella pregunta escapaba de sus labios, formándose en estos una sonrisa tranquila.

ali asintió.

─ bien, supongo que ambos necesitamos cenar algo, yo invito.

ante eso el de cabellos levemente rizados negó, hablando.

─ no es necesario, señ- sangwoo.

─ sí lo es, te ofrecería ir a mi casa pero siendo sincero no tengo mucha comida... saludable. ── el menor rió.

─ en realidad aunque solo tuviera ramen estaría genial. ── murmuró en voz baja refiriéndose a que le importaba poco, en realidad solamente le gustaba convivir con el de gafas.

gafas que no llevaba puestas en aquellos momentos.

¿por qué se veía tan... atractivo?

sangwoo pareció no entender a lo que se refería. ── ¿por qué?

─ a-ahm, bueno, no es como si le tomara mucha importancia, la convivencia es lo mejor.

ahora fue el turno de sang-woo para soltar una risita, dándole la razón.

─ podemos comer algo aquí, hay muchas cosas llamativas.

─ en mi opinión las galletas de vainilla son lo mejor que hay aquí, ── contó emocionado, y tal vez él mismo no lo notó pero los ojos le brillaban explicando algo mínimo como eso. a sang-woo le pareció adorable.

se perdió en sus pensamientos por unos momentos viendo esa sonrisa deslumbrante, ojos achicándose de a poco por consecuencia y manitas agitándose de manera continua ante las palabras, labios esponjosos moviéndose, mejillas hermosas, cabellos únicos, él-

─ ... ¡tienes que probarlas! ── terminó con emoción, mirando en dirección a su mayor.

joder, no había escuchado gran parte por perderse en su mente, ¿por qué le pasaba eso a él? si tan solo estábamos hablando de ali, era un chico que no llevaba tanto de conocer, resultaba ilógico su afán por meterlo en su cabeza cada vez más profundo hasta llenar sus recuerdos con imágenes de ambos, amaba cada cosa de ese chico sin intención alguna, ¿cómo no se dio cuenta? ali lo tenía en las puntas de sus dedos en un santiamén. posible no podía ser, ¿por qué? era un tonto atascado en el pasado, cosas parecidas a estos acontecimientos le abrumaban.  nada terminaría perfecto.

─ hyung, ¿estás bien?

basta, suena tan malditamente hermoso si lo dices así.

─ estoy bien, no te preocupes.

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cuando la idea de alejarse pasó por su mente quedó en claro que estaba jodido.

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