Equipo AKHN (Archon)

Capítulo 0, Acto III.

"Ese era el último." Diría un chico de cabello anaranjado mientras le cortaba la cabeza a una criatura gigante parecida a un ave de plumaje negro. Cerca de él se encontraba un hombre alto y delgado de cabello castaño oscuro con toques ámbar en la punta y una coleta que llegaba hasta su espalda. "Esperaba una mejor pelea por parte de estas criaturas, veo que a ti tampoco te dieron problemas."

A los pies del hombre de pelo castaño había una criatura parecida a un escorpión gigante con una lanza atravesando su cabeza y completamente inmóvil. "Si bien sus números eran grandes, su fuerza dejaba bastante que desear y carecían de cualquier tipo de inteligencia para formar una estrategia, lo único que logran estas criaturas es hacernos perder el tiempo. Continuemos con nuestro viaje, Childe, si avanzamos a paso rápido deberíamos ser capaces de llegar al castillo que vimos relativamente rápido y conseguir las respuestas que necesitamos."

"Está bien, está bien. De todas formas estas bestias son demasiado débiles para darme cualquier tipo de diversión."

Childe había estado caminando junto a su acompañante por ya varios minutos, probablemente cerca de una hora si la posición de la luna decía algo. "Sigo preguntándome como es posible que la luna pueda moverse de forma tan normal pese a estar hecha pedacitos."

"No tengo una respuesta para esa pregunta, pero el hecho de que estemos en un mundo distinto al nuestro sugiere que este mundo simplemente se rige por reglas diferentes, es posible que este planeta esté en un estado similar a la luna, o que los astros no sean más que simples pedazos de tierra flotante que dan la impresión de estar más lejos de lo que realmente están. De igual forma, no deberías indagar mucho en ese tipo de cosas, si bien yo también me encuentro curioso es mejor que nos enfoquemos en buscar respuestas a nuestra situación actual."

"¿Alguna vez te han dicho que hablas demasiado, Morax? ¿O prefieres Zhongli?"

Zhongli suspiró. "Suelo recibir ese tipo de comentarios de vez en cuando, Childe, ¿O prefieres que te llame por tus otros nombres, Tartaglia?"

"Creo que no eres el más indicado para hablar sobre tener muchos nombres, Rex Lapis." Tartaglia soltó una risa por su propio comentario, mientras que Zhongli simplemente se llevaba una mano a la cara.

Ambos siguieron caminando por lo que parecían ser horas. El sol había comenzado a salir, cuando finalmente llegaron a su destino y una construcción gigante la cual parecía un castillo se alzaba frente a ellos. Desde su oficina en lo alto de la torre principal de la instalación, un hombre de cabello gris y ojos marrones los observaba desde la ventana mientras bebía de su taza. Dicho hombre vestía con una bufanda de color verde, gafas oscuras, además de un traje negro desabotonado encima de un chaleco negro y camiseta verde. Atrás de él se encontraba una mujer rubia y de ojos verdes, vestía con un par de gafas, una camiseta blanca de mangas largas y abullonadas, además de una falda y medias negras, así como botas con tacón marrones y una capa negra de interior morado.

"¿Qué deberíamos hacer sobre ellos Ozpin?" Preguntó la rubia al hombre de pelo gris. "Se han desecho de todos los Grimms que se ponían en su camino sin ningún tipo de problema, no parecen ser cazadores y aparecieron de la nada, son sospechosos además de fuertes."

Ozpin le dio otro trago a su café tranquilamente mientras seguía observando al dúo. Tras unos segundos de silencio respondió. "Tráelos aquí, Glynda. Quiero hablar con ellos."

Así es chicos, he renacido de las cenizas para traerles una nueva historia a esta cuenta que estaba súper muerta. No había tenido tiempo para escribir, además de un poco de falta de inspiración para continuar con "To Love A Spider", pero ahora que tengo tiempo e ideas quisiera continuarla escribiendo, pero todo a su tiempo. Por mientras les dejo esta pequeña historia que se me ocurrió de repente, espero les guste. El formato de "Actos" solo lo usaré para cuando quiera dividir en partes cortas algún capítulo.