tres

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—¡Muy bien, señoritas! Reúnanse alrededor y empezaremos. —La rubia demasiado alegre en la parte trasera de la sala hizo un gesto con su mano de uñas pintadas color rosa ardiente, indicándoles que todas ellas debían acercarse a ella.

Jennie tomó una respiración profunda para calmar sus nervios. Se levantó de la mesa vacía que estaba ocupando y se trasladó al centro de la sala, delante de la rubia. Contó a otras cinco mujeres agrupadas cerca, y clasificó la competencia. Tejón, rata, lince, zorro, y arpía, si su nariz no se equivocaba. De acuerdo, bien, ella era el más grande depredador del grupo. Supuso que era bueno.

Era treinta centímetros más alta que cualquiera, excepto la arpía, a quien solo aventajaba por quince centímetros. Maldita sea. Iba a sobresalir como un pulgar adolorido.

—¡Hola a todas! Mi nombre es Ryder, y voy a ser la coordinadora para nuestro evento de esta noche. —La anfitriona del evento les dedicó toda una sonrisa empalagosa con hoyuelos, sus grandes ojos azules brillando de emoción—. Para aquellos de ustedes que nunca han participado en el evento  "Emparejamientos Rápidos", voy a repasar las reglas de nuestro juego muy rápidamente. ¿Todo el mundo tiene su etiqueta de identificación?

Jennie tocó la etiqueta de "Hola, mi nombre es #6" pegada a su suéter, tratando de no sentirse como una idiota. Una idiota optimista, que hizo las cosas peor, porque este se trataba de un escenario que parecía condenado al fracaso, y sin embargo, los coordinadores de citas le habían asegurado que tenían un gran éxito con este tipo de eventos. Así que tenía esperanza.

Cuanto más pensaba en ello, más quería a este posible bebé, lo que significaba encontrar a alguien que pudiera ser la otra figura paterna que ella necesitaba para su hijo... en el espacio de una semana. Alguien con quien ella pudiera ver compartiendo una parte tan importante de su vida. Alguien con quien no se asqueara cuando pensara en compartir su celo. Dios.

—A cada uno de ustedes se les ha sido asignado un número —dijo Ryder con una voz alegre que fue casi estridente a medida que se esforzaba por hablar a todo el grupo—. Van a sentarse en sus mesas numeradas y un hombre se unirá a cada una de ustedes. Tendrán la oportunidad de hablar durante cinco minutos, y luego yo voy a tocar la campana. Cuando toque la campana, cada hombre va a levantarse y moverse a la siguiente mesa, y vamos a turnar por todos nuestros solteros de esa manera. —Ella levantó una pequeña tarjeta de puntuaciones—. Van a tener una tarjeta en cada una de las mesas. Si les gusta el hombre, hagan una marca debajo de su número. Van a estar devolviéndome las tarjetas a mí. Si ustedes y su cita marcaron en su tarjeta que ambos están interesados en el otro, tendremos una coincidencia y yo estaré contactándolos a ambos para coordinar una cita. Si no hay coincidencia, siempre pueden volver la próxima semana. ¿Alguna pregunta, señoritas?

El grupo se quedó en silencio. Jennie se preguntó si estaban tan impacientes como ella lo estaba. Solo quería que las cosas avanzaran.

—¡Muy bien, entonces! Por favor, tomen asiento en su mesa asignada y una vez que todas estén listas, vamos a traer a los hombres.

Jennie encontró la mesa número seis en la esquina. Habían dejado una botella de vino, descorchada, sobre la mesa. Eso estaba bien: conseguir que todas se achisparan antes de que llegaran los hombres con el fin de que las probabilidades de tener una coincidencia fueran mejores.

Se sirvió una copa y la inclinó sobre sus labios, bebiendo rápidamente. Gracias a su metabolismo ligre, necesitaría un par de copas más a la misma velocidad para incluso avivarla un poco. Sin embargo, pareció ayudarla a darle ánimos.

Se sirvió otra copa y bebió un sorbo mientras recogía la tarjeta, examinándola. No había nombres, no es sorprendente, ya que llevaba una pegatina que decía que su nombre era "Seis", pero parecía un poco tonto y juvenil para ella. ¿Cuál era el daño en intercambiar nombres? Igual sería capaz de decir qué tipo de cambiaformas era cada hombre tan pronto como se sentara, gracias a sus sentidos mejorados. Sería un desfile de hombres... y una variedad de cambiadores si la agrupación femenina era alguna indicación.

speed mating! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora