# TE VOY A AMAR HASTA MORIR

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Todo era un desastre en el futuro para Takemichi, no importaba cuán feliz pudiese ser en aquella vida construida en base al sacrificio de Mikey, no cuando lo tenía tomando de la mano evitando que este cayera al vacío. Quería reírse, de una u otra forma terminaba sosteniendo a todos y esta vez quería hacerlo con todas sus fuerzas.

— ¡Manjiro, dime que te salve, por favor!

El de ojos grises le miró lleno de lágrimas y le dijo aquella frase mágica mientras resbalaba de sus manos, su amor estaba cayendo. Una corriente atravesó su cuerpo y volvió al pasado. Se encontraba frente a Kiyomasa y se sorprendió pues recordaba perfectamente que allí conoció a Mikey. Se dejó golpear, esperando a la llegada del invencible Mikey con ansias y unas inmensas ganas de llorar.

Tragó la sangre acumulada en su boca sin asco alguno, se había acostumbrado al sabor de la misma gracias a la infinidad de peleas en las que se metió cuando, por primera vez, decidió cambiar el pasado teniendo que soportar una cantidad inmensa de golpes en su vida como pandillero. Sus ojos brillaban mirando a Manjiro, dejó que todo fluyera como se suponía que debía ser y quiso abrazarle en cuanto el chico le declaraba su perra. Nunca pensó que aquellas palabras le alegrarían algún día.

El tiempo pasó y Takemichi cambió muchas cosas. Su relación con Hinata Tachibana fue una de ellas, adoraba a aquella valiente chica pero sabía que no había un futuro a su lado y aunque su decisión no fue bien recibida, la chica entendió sus razones y le deseó lo mejor del mundo. Con eso Takemichi pudo seguir dando los siguientes pasos.

Le pedía a Mikey de vez en cuando ir a dar una vuelta en su moto, Takemichi se aferraba a la cintura de Manjiro y sin pudor se recostaba en su hombro. Mikey se sentía cálido, se sentía vivo. No supieron cómo pero llegaron a la playa, el sol estaba alto y el mar se veía brillante. Con entusiasmo se bajaron de la moto y corrieron por la arena entre jugueteos y berrinches por parte de Mikey cuando Takemichi se escabullía para no ser abrazado.

Cuando el sol comenzó a bajar y la brisa se hizo más fría se sentaron frente al mar, sus cuerpos juntos y sus respiraciones acompasadas, el ruido de las olas les hacía sentir arrullados. Takemichi tomó la mano de Mikey, acarició sus nudillos con marcas debido a las peleas y las besó como si fuesen lo más puro del mundo, como si Manjiro no tuviese oscuridad en su interior. Los orbes azules conectaron con los grises y Sano se estremeció, se sentía envuelto en amor y comprensión, se sentía vulnerable y frágil. Manjiro estaba roto y sintió como la mirada de Hanagaki acomodo los trozos partidos sin pedir nada a cambio.

Takemichi se acurrucó en el pecho de Mikey, escondiéndose en su chaqueta y besando el pecho del rubio cenizo con lentitud y sin dobles intenciones. Manjiro sollozó, las lágrimas mojaban el cabello del ojiazul y los espasmos no se hicieron esperar, sus hombros se sacudían violentamente.

Un apretón en sus manos entrelazadas y un "Estoy aquí, Mikey-kun, nos pertenecemos y voy a tomar todo tu dolor, tú puedes tomar mis fuerzas" fueron suficientes para que Manjiro se abrazara con fuerza al cuerpo de Takemichi. Aquella tarde en la playa marcó un antes y un después en la destruida vida de Sano.

Sabía que su decisión de dejar a Hinata traería consecuencias, quizás la motivación de Kisaki no era sólo su obsesión por Tachibana pues no se explicaba que los hilos siguieran moviéndose hasta lograr la pelea con Moebius de nuevo. Salvó a Draken nuevamente, esta vez sin tanta tensión de por medio, había sido precavido para evitar poner más peso sobre Mikey. Definitivamente haría de todo por aquel chico problemático.

Peligró muchas veces desde que volvió al pasado, recibió incontables heridas que casi lo llevaron a la muerte pero sobrevivió a cada una de ellas por su chico. Mikey brillaba como nunca y aunque amara verle así, le aterró. Había logrado salvar a Baji, Manjiro pudo entender a Kazutora y ver a través del dolor que ambos compartían, Emma estaba bien y Draken rondaba al rubio cenizo como siempre. Todo estaba en orden y aún así seguían ocurriendo incidentes desagradables, la muerte los rondaba y con eso sólo confirmaba más aquello que tenía metido en la cabeza incluso después de volver al pasado.

TE REGALO # MITAKE O.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora