5|Valiosa.

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Dedicado a Pachita7 💖

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Cuando desperté dentro del coche de Mako, creí que era una puta broma de parte de Ringo, el maldito me había encerrado para que no escapara y siguiera la corriente de su ridículo plan en la cual estuve en desacuerdo por dos semanas

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Cuando desperté dentro del coche de Mako, creí que era una puta broma de parte de Ringo, el maldito me había encerrado para que no escapara y siguiera la corriente de su ridículo plan en la cual estuve en desacuerdo por dos semanas.

Su insistencia me dio dolor de cabeza hasta que el día de hoy tras llegar a casa con prisa soltando un vómito de información de la chica, fecha de nacimiento, trabajos, instituciones, incluyendo sus redes sociales.

Lo miré con perplejidad al ver las carpetas sobre la mesa y él se excusó con un «soy un pro de puta madre, de nada».

Otros recuerdos retroceden a mi infancia- pre adolescencia aquellos que me avergüenzan, pero no tanto como los que tengo con Ringo.

—Estás triste, ¿puedo besarte y hacerte feliz?

La niña sentada en el pasto volteo a verme con la expresión horrorizada. Yo sostenía unas flores de colores que supongo arranqué del jardín porque llevaba hasta las raíces.

—¡Qué asco! No quiero tus gérmenes, niño. El amor es una pérdida de tiempo, puaj.

—Yo quiero que seas mi novia. Te traje unas flores con pétalos en forma de mariposas.

Fue suficiente para espantarla y arrebatarme de las manos el ramo.

Sonrío inconscientemente frente al espejo antes de borrarla en definitivo al escuchar los gritos de Mako del otro lado de la puerta. Salgo a toda prisa cogiendo la pistola, atravieso la habitación hasta el pasillo, apuntando a los costados con el índice en el gatillo hasta asomarme en la pequeña sala donde la chica está sentada en el sofá envuelta por completo en una manta.

—¿Puedo saber la razón de tus gritos? —exijo con notoria molestia al rodear el sofá hasta obstruirle la vista de su laptop.

Sus ojos comienzan a deslizarse sobre mi cuerpo manteniéndolos bien abiertos hasta detenerse en mi entrepierna y es cuando maldigo por no haberme puesto pantaloncillos. Lo olvidé.

Un deseo prohibido #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora