12|Respuesta concreta.

1.7K 216 219
                                    

Si les gusta la historia no olviden darle amorcito, comentar mucho y votar que no cuesta nada. 乂🔥‿🔥乂

 乂🔥‿🔥乂

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hay cero inocencia en la manera como Mako me echa un repaso de arriba hacia abajo mordiéndose los labios, nuestras miradas terminan conectándose en la espera de quien será el primero en acercarse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hay cero inocencia en la manera como Mako me echa un repaso de arriba hacia abajo mordiéndose los labios, nuestras miradas terminan conectándose en la espera de quien será el primero en acercarse.

Estamos en la parte alta del granero acompañados de colchonetas, un par de almohadas y sábanas que trajimos de la casa, es el lugar ideal para ser escandalosos porque sí, ambos no podremos mantenernos callados. Hay química entre nosotros cualquiera que nos viera se daría cuenta y no voy a negar que tengo cierta atracción por ella. Es la primera vez que estoy con alguien, Mako es una chica demasiado loca que logra alterarme los sentidos con su ingenio me siento extraño al percatarme que mi corazón late con desenfreno.

Mako gatea hacia a mí, sus dedos juegan con mi cabellera despertando ciertas sensaciones sensibles al tacto. Cuando se acerca, su nariz roza la mía, me quedo absorto en sus ojos coloridos, quien sea que le haya dicho que son horribles se merecía un puñetazo porque es una vil mentira, son hermosos y de cerca hacen que se vea más atractiva. Nuestros labios se tocan por escasos segundos antes de que ella se aparte ágilmente lanzando una risita.

—Voy a provocarte un poquito.

—Ya lo imaginaba —la tomo de la cintura jugueteando con el dobladillo de su camisa tirando hacia arriba para acariciarle la piel —. Haz conmigo lo que quieras y como quieras.

—Palabras peligrosas para una mujer que quiere tomar el control —sus dedos trazan un camino en círculos sobre mi pecho —. Espero que seas muy ruidoso porque quiero oírte suplicar, conejito.

—Me pondré de rodillas si es necesario.

—Eres sumiso lo capto —se ríe dándome un empujón en el hombro, se acomoda pasando ambas piernas a los costados de mi cintura hasta sentarse sobre mi regazo donde no duda en restregar su trasero donde la presión se dispara bajo mis pantalones, paso saliva con dificultad —. Me pregunto que más sería capaz de hacer Hanssen modo sumiso.

Un deseo prohibido #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora