El Demonio (One Shot)

¿Quién es el Demonio?

Mi escuela, "El Nexus" le llaman, no es una escuela normal, aquí hay solo chicos "especiales" pero no esa clase de especiales. Aquí entran todos los chicos problemáticos que no son aceptados en otras escuelas...

¿Y porque estoy yo aquí?

Los profesores siempre dicen que apresar de que soy un chico genio: tengo problemas emocionales, y les da miedo tratar conmigo, he tenido episodios de irá, y ataques de ansiedad, y a ellos les da miedo ser responsables de algún accidente de otros alumnos o hasta de mí.
Cómo saben que no tengo padres me trajeron aquí, podría decirse que es una especie de cárcel: aquí duermes, comes y "vives".

No me gusta este lugar, es enorme, y aunque hay tanta gente parece solitario, las paredes son grises y muy altas, se escucha el eco de cada conversación, el patio es tan grande, que me entristece salir a mirar el cielo. Y mi habitación:... Está en el piso más alto, no es compartida como la de los demas, es húmeda, fria, y tiene tan pocos muebles que se siente igual de solitaria que el resto del lugar.

Muchos de los chicos y yo no nos llevamos tan bien, aveces me molestan, juegan conmigo como un balón que se pasan de un lado a otro.
De verdad no me gusta este lugar.

Conozco a un chico que lleva más tiempo que yo aquí, se llama Miguel Ángel, es un niño más pequeño que yo, dicen que tuvo una vida difícil y por eso es un adicto a algunas sustancias, el psiquiatra le diagnosticó algo de lo que a él no le gusta hablar. Le dan medicamento, pero no le gusta tomarlo, y como soy su único amigo me lo dió a mi. Planeaba tirar las pastillas pero escuche que mezclandolas con mis antidepresivos: son una hermosa bomba de felicidad. Y tienen razón.

—Aquí están Donnie —me entrega la botella de pastillas— Asegúrate de que no se den cuenta los demás, y cierra la puerta despues de salir, no me gustaría que se enteraran de lo que tengo en el cajón.

—Si, gracias por esto, y no te sobre pases aspirando esa cosa he, no quiero verte de nuevo en emergencias —contesto y cierro la puerta como me pidió.

Camino por el pasillo... Tengo el problema de sobre pensar las cosas, cada pequeña cosa que veo me hace sentir mal, caminando por aquí me siento tan vacío, tan solo. Un lugar gris siendo alumbrado por luces blancas de tan poco presupuesto que algunas no prenden, y la mayoría parpadean. Y no entiendo porque tengo la mala suerte de que apresar de haber tanta gente aquí: en mi camino nunca hay nadie. Los trayectos son tan largos cuando camino pensando; aveces me llaman lento, distraído o torpe por pasar más tiempo en mi cabeza que teniendo los pies sobre la tierra.

Llegó a mi cuarto, y cierro con seguro. A las personas encargadas de cuidarnos no les gusta que cerremos con seguro, pero muchas veces no se dan cuenta, no tienen ojos para mirar a todos, y normalmente yo soy invisible para todos.

Conseguí robar una botella de alcohol puro en la enfermería, y mezclandolo con estás pastillas y las mias, el resultado es mejor. Saco el alcohol de debajo de mi almohada.

La primera vez que hice esto fue genial, mi tristeza se esfumó como humo, el color gris se volvió alegre y luminoso, ya no parecía devorar mi alma sino todo lo contrario: todo tomo color. Sentí que mi vida era hermosa, me sentí como nunca. Pero lo mejor de todo fue él... Dijo que se llama Leonardo, es un chico tortuga igual que yo, es agradable, parece más grande que yo, y es muy simpático. Tiene unos enormes ojos hipnotizantes color rojo rosado y... Parece ser un demonio o algo asi porque: tiene cuernos que salen de su cabeza, y una cola. Lo sé mis alucinaciones son graciosas aveces, lo raro es que siempre aparece; otras cosas cambian como los colores, sensaciones etc, pero él siempre está ahí.
Es amable, gracioso e incluso interesante, pero cuando está enojado es un monstruo: me insulta, me golpea...
Pero apresar de ese cambio drástico en él, creo que me gusta, creo que me enamore de mi alucinación, es interesante, me atrae mucho, incluso pareciera familiar... Son extraños todos mis sentimientos sobre él.