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Inspeccioné la enorme prisión, era inmensamente grande y lujosa, todo adentro muy probablemente era aún más grande. Podría perderme aquí fácilmente.
Mi vista se detuvo en un hombre frente a la enorme puerta con un uniforme de guardia, aunque parecía estar personalizado a su estilo. Sin duda la prisión Nanba me llenaba de sorpresas con tan solo observar la entrada y a los guardias.
El mantuvo la vista fija en mi persona, las comisuras de sus labios formaban una sonrisa, se notaba que era uno de los mejores trabajadores de Nanba pues la Alcaldesa no le confiaría a nadie más algo tan simple como recibir a una psicóloga que proviene de una prisión reconocida mundialmente.
───── Sea bienvenida, señorita. Es todo un honor tener el privilegio de recibirla el día de hoy. ── Hizo una leve inclinación hacia adelante con el tronco y la cabeza, aveces me sorprendía por lo cordiales que podían llegar a ser los asiáticos con sus superiores.
───── Mil gracias por recibirme. ── Asentí levemente con una sonrisa tratando de tranquilizar al guardia.
───── Mi nombre es Samon Gokku, supervisor del ala cinco y seré yo quien la lleve hasta la oficina de la alcaldesa. ── Se recompuso rapidamente, se veía más tranquilo a lo cual ensanche mi sonrisa.
No sabía que la prisión se dividía por edificios y supervisores, esto era algo nuevo para mi. Aunque pensando bien sería algo bueno, pues sería más sencillo organizarme.
───── ¿Le importa si la escolto hacia la oficina de mi superiora? ── preguntó él cortésmente, al parecer la alcaldesa demandaba mi presencia con premura.
───── muchas gracias. ── Respondí, sin duda el supervisor era muy caballeroso conmigo.
Él dobló su brazo derecho hacía mí, invitándome a sostenerme de él. Acepte gustosa su invitación.
───── Agradezco que desee guiarme, sin usted es muy probable que me hubiera perdido dentro de las instalaciones de la prisión. ── Ambos soltamos unas risas aireadas.
Unos instantes más adelante, los dos, junto a otros guardias , caminamos hacia la entrada de la oficina de la alcaldesa, el supervisor tocó la puerta tres veces para segundos después escuchar un "pase".
Las inmensas puertas se abrieron, dando paso a una alfombra roja extensa. La cantidad de guardias me sorprendió, todos se pusieron aún más firmes y voltearon a verme. La mujer en el escritorio debía ser la alcaldesa.
La esclerótica de sus ojos era de un color rojo que destacaba con sus largas pestañas. Su piel de un color muy parecido al del durazno, su figura voluptuosa de cintura delgada y su cabello azul puntiagudo el cual le llegaba hasta medio muslo, era una mujer sumamente atractiva.
Todo en ella era sumamente bello. Pude observar Viste un traje de color burdeos con su placa de identificación en el pecho izquierdo con un brazalete y una corbata de color rojo oscuro. En la parte superior de su corbata hay un medallón dorado con el kanji para 100 y dos barras doradas en el cuello, dos púas doradas en cada hombro, guantes blancos con corazones rojos forrados en oro. Ella también usaba un cinturón negro alrededor de su cintura con una mitad de cara de demonio en oro con púas y usa botas negras hasta la rodilla que están adornadas con 6 franjas plateadas, cada una con corazones rodeados de oro que aumenta lentamente de tamaño a medida que suben
Me sentía observada, cada ojo en esa habitación me examinaba, como si pudieran saber todo de mí con solo eso. No podía perder la postura, por lo que simplemente ignore las miradas pensando en otra cosa para distraerme y no pensar en la cantidad de guardias que me miraba.
Me separé del supervisor.
La mujer me extendía su mano, la cual estaba cubierta por un guante. Acerqué la yema de mis dedos hasta su mano, aquella era tan cálida y su agarre era delicado. Subí unos pequeños escalones hasta estar a la altura de aquellos, finalmente pudimos mirarnos más de cerca.
La diferencia de altura entre nosotras era algo notoria, por lo que para verla tuve que levantar mi cabeza.
───── Un placer tenerla aquí, como ya sabrá; mi nombre es Momoko Hyakushiki y soy la jefa de la prisión Nanba. ── Su poderosa voz resonó por las paredes. ── Sea bienvenida, estamos muy impresionados por su trabajo y no podemos esperar a ver como realiza su magnífico trabajo y no solo poder leerlo. Como habrá podido notar; la prisión se divide en edificios, espero que eso pueda facilitar una parte de su trabajo, los supervisores de cada edificio la acompañarán durante su estancia aquí y al final de la semana podrá venir a mi oficina para darme el informe, cada semana trabajará en un edificio diferente, sin embargo, los días viernes los reclusos comen en un mismo comedor lo que hace que pueda tener una vista más amplia. ── Explicaba mientras las miradas de los guardias se posaban en nosotras.
───── Gracias por recibirme y darme la información necesaria, le prometo que ayudaré lo máximo posible a los reclusos para que sean capaces de de integrarse a la sociedad. ── Dije confiada de mis palabras.
───── Estoy segura de que hará un maravilloso trabajo. Ahora, para los guardias; ella dentro de la prisión tiene el mismo poder que yo, espero que la traten como se debe y le sean útiles para cualquier cosa que necesite ¿ Esta Claro ? ── Su mirada tranquila cambio a una más seria.
───── Si, señora ── Gritaron al unísono.
───── Maravilloso. Señorita, gusta usted acompañarme a comer algo ? Debe de tener hambre después de un largo viaje. Además podríamos tener la oportunidad de hablar sobre sus ideas para la prisión. ── Preguntó mientras acomodaba un mechón de su cabello.
───── Estaría encantada. ── Sonreí a lo cual ella devolvió la sonrisa.
Los guardias empezaban a retirarse de la oficina lentamente. Muchas ideas surgían en mi cabeza y me causaba curiosidad conocer a mis futuros pacientes.
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❝ El arte de amar ❞ © ❱ Nanbaka x Fem!Reader.
Fanfiction「𝗡𝗮𝗻𝗯𝗮𝗸𝗮 𝘆 𝘁𝘂́」 ────────────── ❝ ┄┄ Una mujer entra a la prisión Nanba dispuesta a ayudar a los reclusos con sus problemas y darles una nueva oportunidad. Ella cree que tratar a los prisioneros con humanidad es la clave para re integrarl...