Octubre 2021

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Quisiera rebosar con gotas de sal aquellos globos blancos, tan frágiles como el cristal que por más que trascienda en el tiempo, nunca pararan de brotar

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Quisiera rebosar con gotas de sal aquellos globos blancos, tan frágiles como el cristal que por más que trascienda en el tiempo, nunca pararan de brotar.

Quisiera soltar de los dados, para empezar a contar, contar con aquellos puntos negros que me han de mostrar, pero como contar con ellos, si de la mesa del juego se han de escapar.
Quisiera extender mis manos y llenarme de reciprocidad, en mundo tan propio mío, donde no habita la igualdad, llenando mis propias manos; de soledad.

Quisiera mirar al cielo, para buscar la verdad, con una mirada distante; distante de mi realidad, para tan solo llenar de consuelo aquello que me hará respirar.

Quisiera de tantos quisiera, quisiera no querer más, para entonces cumplir mi condena y perderme en el nunca, jamás.

Vivimos una vida entera conjugando verbos por aquellas personas que al final solo ignoran o desconocen la existencia de un sujeto

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Vivimos una vida entera conjugando verbos por aquellas personas que al final solo ignoran o desconocen la existencia de un sujeto.

Un sujeto donde su único rol en la vida ha sido existir en aquellas oraciones compuestas por sustantivos que desconocen o ignoran la verdad que se esconde detrás de los adjetivos del sujeto.

Las oraciones son muchas, los sinónimos son imposibles de contar, pero el adjetivo es uno
(La verdad), cómo saber sobre lo antes dicho? Si los sustantivos solo son ilusiones que difieren y modifican la verdad en la oración.

Es triste vivir con todo eso, sabiendo que al final solo nos deparará un punto, un punto que estará vacío y solo, el cual se encargará de finalizar todo aquello vivido en la oración, para luego darnos cuenta que nunca existimos y que solo fuimos ese punto que se fija al final.

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