Su frenético corazón no parecía querer detenerse. El sudor bajaba frío por su frente y espalda descubierta mientras su pecho subía y bajaba en una respiración acelerada por la tensión en el ambiente a flor de piel.
Otra vez estaba teniendo el mismo sueño.
Esa sensación de inquietud irremediable justo en el medio de su espalda llenaba su cuerpo de ansiedad pura.
Una que encontraba extrañamente excitante por el morbo de saber qué sucederá en un reflejo involuntario.
Y es que cada parte de él reaccionaba cómo si de la realidad se tratase.
No.
Era algo más allá que los sentidos podían transmitirle fuera de su inconsciencia. Como si por la obra de alguna droga toda sensación se maximizará a su alrededor.
Todos sus sueños iniciaban así.
Sabía lo que iba pasar ahora, aun así su ser no actuaba como quisiera. No tenía el control de nada, solo de sus pensamientos.
Maldijo en sus adentros apenas unos destellos turquesas aparecieron en medio de la oscuridad infinita. Unos ojos tan intensos que podía sentir que veían a través de él con el fin de explorar hasta el más perverso de sus deseos escondidos. Unos ojos que lo miraban como si estuviera viendo a su presa.
Con lentitud tortuosa esa figura se iba acercando a su posición, dejando visibles más de las facciones que le generaban nudos en la garganta.
Hilos dorados flotaban a los costados del rostro aún irreconocible, pero no menos intimidante. Una sonrisa se dejó ver mucho más nítida que la vez anterior en la que experimentó esta fantasía inquietante. Una corriente helada en su espina dorsal que le quitó el aliento fue producto de las desesperantes caricias hechas por filosas garras que pasaban por su torso desnudo subiendo por su cuello, dejando como rastro su piel erizada por el temor a rasgarse de forma inminente hasta llegar a sus mejillas, donde las yemas de los dedos gélidos del desconocido mandaban escalofríos al resto de su cuerpo por el peligro amenazante que dicha figura significaba para él.
Que, aunque muy en contra de su voluntad, terminaba poniéndolo increíblemente duro.
Siendo obligado a ver directamente esos orbes hipnotizantes, sentía su garganta cerrase. El frío pasó de la cabeza a sus pies. Las respiraciones se volvieron más demandantes y forzosas que en un inicio. Su corazón iba tan salvaje que podía sentirlo querer salir de su pecho. Era consciente de todo en él. Con un esfuerzo descomunal recién descubierto la mandíbula le tembló para hablar. Iba a soltar palabra...
Hasta que la oscuridad gobernó de nuevo su mente.
Abrió los ojos lo más rápido que pudo al recuperar sus sentidos. Sus latidos desenfrenados, la inquietud y ansiedad lo trajeron devuelta a realidad.
Sin embargo, su cuerpo no reaccionaba.
Tenía la indescriptible sensación de un peso sobre él que impedía moverse a voluntad, más allá de los ojos. Un peso que recaía en él justo sobre su miembro palpitante y duro entre sus ropas ansioso de atención inmediata, como también en su pecho como si oprimieran su corazón y alma hasta lo máximo que su ser pudiera soportar.
Todo esto era increíble ridículo. Y claro que se negaba rotundamente a masturbarse por un sueño por más vívido que sea.
Últimamente sus sueños constaban de ese extraño escenario y con esos mismos sucesos. Aunque fueron apareciendo de forma gradual pero siempre con el mismo resultado, las mismas sensaciones.
Parece que será otro día que despertará en medio de la madrugada para no volver a dormir.
. . .
ESTÁS LEYENDO
Fantasías en la oscuridad
FanfictionTodas las noches se repetía lo mismo en sus sueños, el miedo y la excitación culposa al despertar era el resultado. Aporte del evento de Halloween del grupo Senku&Kohaku en FB: Dulce o Travesura! Tema: Súcubos