Skyline (Rebornplay)

S K Y L I N E S

Aquel día Reborn conducía con los nervios cosquilleando sus pálidas manos sobre el volante, mientras la belleza del amanecer limpiaba su rostro iluminado por el sudor que bajaba por su frente.

A su lado, en el asiento del copiloto, iba su esposo, quien iba igual o más nervioso que el otro, sin embargo trataba en lo más posible ocultar sus nervios para no hacer que su esposo empezara a convulsionar y se tirara por la ventanilla del auto en marcha. Trataba estar bien por los dos, ya que sabía de sobra lo nervioso que era su esposo para dichas ocasiones, y aquella no sería la excepción.

Hacía tres años que se casó con ese maravilloso ser, claro, no fue por la iglesia porque son de ideales muy atrasados y creen que Dios era el único que podía ser gay, el único que podía amar a drogadictos y si quisiera, embarazar a virgenes. De cualquier forma, Reborn no tenía religión y eso fue aún mejor, ya que así no tuvieron problemas entre ellos. Por otra parte, los padres de su esposo estuvieron molestos con él por "hacer" que su esposo no se casara por la iglesia, y aún peor, que fuera con otro hombre. La familia Live siempre lo ha detestado, y él los detesta a ellos pero lo hace desde el respeto, o algo parecido. Los padres de Reborn siempre le habían echado en cara sus gustos por los hombres y ahora odiaban a Raúl por casarse con él, trabajar mucho, tener descansos de su trabajo, estar comprometido con su único hijo y ofrecerle una vida más feliz que la que su familia pudo ofrecerle.

Aquellos señores ya no eran su familia, porque ahora Raúl lo era.

Otra razón para ser odiado.

Tenía un trabajo como pediatra en un hospital privado, aunque también solía dar sus servicios en las escuelas de niños sin pedir exorbitantes cantidades de dinero, claro. Hacía algunos años había dejado su pequeña carrera como youtuber, la cual había hecho que dejara sus estudios en psicología. Su trabajo solía ser mucho, pero lo consolaba las visitas de, en aquel entonces, su prometido, quien llegaba con su almuerzo y muchos mimos. Solía descansar y llegar antes de que empezara a anochecer, sin embargo, cuando el tiempo de casarse llegó, tuvo que trabajar el doble para pagar los gastos. No querían hacer algo grande, sólo lo suficiente para ambos.

Se casaron en un salón de fiestas que rentaban en la bella playa de Badalona, lugar donde su madre y hermanas vivían. Decidieron hacer el sitio lejos de la multitud y era realmente relajante no tener que lidiar con niñatos descontrolados con balones que golpearían a la señora Live, haciendo que la mujer lo odie más. Invitaron a algunos amigos de ambos, la familia de Raúl, y para desgracia del mismo, la familia de Renato. Trajeron al juez de registro civil, quien para suerte de ambos era un hombre amable. Fueron sus dos hermanas, Mónica y Luziana, también los amigos de Reborn, Momon y Rubius, al igual que los amigos de Raúl, Jaume, Sara, Luzu y Manuel, o Lolito para los conocidos.

Fue realmente bonito la elección de trajes, ya que Jaume, o Perxita, había ido con ambos, al igual que Momon. Ambos sugirieron la idea de que Raúl vistiera un vestido de novia, cosa que negó rotundamente, sin embargo, terminó siendo Reborn quien lo usó unos cinco minutos. Sus hermanas estaban como locas cuestionándole dónde estaba el niño que esperaban ver, y Raúl simplemente dijo que aún no querían niños.

Dieron sus votos, leyeron los artículos y derechos, firmaron y se colocaron los anillos de oro que habían comprado. Previamente habían estado recibiendo a los amigos y conocidos, aunque eso lo hacía Raúl por su cara de amabilidad, al contrario de Reborn, quien iba de un lado hacia el otro asegurándose de que todo estuviera bien. Llegaron Luzu, su esposa y el pequeño Oliver, quienes fueron los primeros en ocupar las mesas cercanas. Luego llegaron la familia Live, y bien, fue un poco incómodo tener que recibirlos de la mejor manera y tener que ser tratado como lo peor en el mundo; ellos ocuparon la mesa más cercana al altar improvisado. Fue un alivio recibir a sus familiares y a sus amigos, ya que así no tendría que pasar por la incomodidad de entablar conversación, por cortesía, con la señora Live.