Hojas De Otoño | L.S. |

｡ﾟ･Another body to grow old｡ﾟ･

｡ﾟ･Another body to grow old｡ﾟ･

Habían pasado ya un par de días desde el primer encuentro que Louis y Harry habían tenido. Ambos se habían visto envueltos por las sublimes características del otro, justo como si lo único que hubieran estado esperando fuera encontrarse con su otra parte, la parte que tenía su verdad, su paz y su equilibrio. Y quizá no habían podido compartir su pasado, no habían estado cerca del otro en esos momentos especiales, pero gracias a eso podían contarse anécdotas e historias divertidas en cada noche que podían reunirse a partir de este momento.

Era medio día con un clima algo nublado que opacaba los rayos del sol, estaban sentados en el suelo del lindo y acogedor parque donde siempre pasaba Louis, el ambiente era tranquilo, cómodo, y finalmente un sitio que les hacía sentir confianza.

—Y así fue como yo terminé en el hospital con un brazo roto y tres puntadas en una parte de la mano—terminó de contar Louis con una sonrisa en su rostro al tiempo que volvía a dirigirle la mirada al rizado.

—Wow, esa si que es una gran historia, aunque un poco dolora también—le devolvió el vistazo con una risita y un gesto que le iba de oreja a oreja.

—Harry, ¿puedo preguntarte algo?—el ojiazul rompió la breve pausa.

—Claro, dime.

—¿Cómo supiste quién era?, quiero decir, cómo supiste mi nombre, ¿mi pasado?—mencionó dudoso estas dos ultimas palabras.

Aún un poco confundido, el cuestionado se puso serio, frunció el ceño, aclaro su garganta y se sentó con las manos a los costados de él para apoyarse. Pensó un momento e hizo una pequeña mueca con su boca reflejando que estaba estructurando su respuesta correcta, o quizá la menos loca que pudiera encontrar.

—No sé como decir esto sin sonar realmente como si me faltara un tornillo—rió—pero es algo que simplemente sabes, mi interior lo supo cuando te vio por primera vez, inclusive decir tu nombre fue algo que no pensé—se movió para quedar viéndolo fijamente a los ojos—. La palabra salió de mis labios de manera inconsciente; pero eso no fue lo extraño, lo extraño fue haber acertado, y no voy a negarlo, también fue algo gracioso ver tu cara de asombro y miedo por eso.

Louis rodó los ojos con una risa saliendo de sus labios como reacción a lo último—después de que dijiste mi nombre me espanté.

—Y luego desapareciste y yo desperté—reclamó el más chico.

—No fue porque quisiera hacerlo, pero un dolor horrible dentro de mi cabeza y demasiados pensamientos comenzaron a darme vuelta, impactándose en mis ojos de una manera que no resistí—dijo Louis mientras se sentaba también de una forma más correcta—. Supongo que simplemente me reincorporé a donde debía y por eso desaparecí.

Después de haberse dirigido la palabra en su segundo encuentro, cuando apenas Louis pudo formular el nombre del contrario, en su cabeza comenzaron pequeñas luces que se volvieron en imágenes poco lúcidas, o quizás no eran simples imágenes, eran recuerdos con aquel chico de ojos verdes. ¿Cómo podían haber sabido quiénes eran? Ni siquiera tenían claro qué especie de escenario estaban viviendo, ¿un sueño? ¿una realidad alterna?, las preguntas eran muchas y las respuestas bastantes limitadas.

—¿Y respecto a lo que me dijiste de almas...?—cuestionó Louis esperando una respuesta que pudiera aclararle la mente, aunque fue interrumpido por su acompañante antes de que pudiera terminar.

—¡Gemelas!, oh sí, perdona, la verdad es que fue bastante espontáneo. Yo solo había leído un poco acerca de ello y de cómo sucede cuando están destinadas a encontrarse, un día simplemente lo hacen y lo sienten, una voz dentro de ti te lo dice, y fue justo lo que yo creí haber sentido porque fue como si te hubiera conocido de mucho tiempo. Escucha, yo sé que suena muy extraño, pero pues fue lo que yo leí alguna vez y me pareció interesante cómo encajaba con la situación—jugueteaba con las manos al tiempo que decía cada palabra—. Aunque claro que igual podría estarme equivocando.