Unidos Por La Luna [AkaRen]

Capítulo 1: Pilar De Las Llamas

Rengoku Kyojuro, pilar de las llamas de la sede de cazadores de demonios, había hecho historia dentro de la organización al ser el primer y único Omega en lograr ascender hasta el rango hashira, demostrando que sin importar a la jerarquía que pertenecieras, si te lo propones, podías lograr grandes cosas y el subgénero no tenía por qué importar.

Pues desde que era un niño, se sometió a un duro entrenamiento para seguir los pasos de su padre como cazador, aprendiendo la respiración que sus ancestros han aprendido por años, hasta el día en donde llegó a la preadolescencia y paso por su primer celo, toda su familia habían sido Alfas, por lo que dedujeron que el también sería uno, llevándose una gran sorpresa cuando no fue así, su padre al enterarse intento que abandonara su camino como cazador pero el se negado, no le importaba si era un Omega, es más, lo tomó como motivación para demostrar que el podía hacerlo y ser un ejemplo para muchos Omegas.

Lastimosamente su madre ya no estaba en este mundo para saberlo, pero antes le había inculcado muy bien sus valores e ideales, que los fuertes deben proteger a los más débiles y usar sus habilidades para el bien, sin importar lo que el fuera, el sería el hombre por el cual su madre se sentiría orgullosa, protegería a quienes no pueden hacerlo y usara sus habilidades para luchar y acabar con los demonios devora humanos que reinaban en el mundo durante siglos, asegurándose de que mientras este con vida, ninguna vida más se perdería en sus manos.

También tenía un hermano menor llamado Senjuro, que lastimosamente no tenía recuerdos de su madre ya que ella murió cuando era un bebé, siendo el, el responsable de la mayor parte de su crianza, quizás era su instinto como Omega el de cuidar a los cachorros, asegurándose de que a su hermano tuviera un guía al cual seguir, apoyándolo cuando expresó que quería seguir el legado familiar como cazador de demonios.

Hace poco su hermano entró a la preadolescencia, pasando por su primer celo, dejándolo completamente sorprendido cuando supo que el era un Alfa, debido a que Senjuro no se parecía a un Alfa en nada, era muy tranquilo, sensible, hogareño, hacía los deberes de la casa y sabía cocinar, siendo este el rol que normalmente ocuparía un Omega, sin mencionar que ambos físicamente no se parecían a sus jerarquías, Senjuro era un poco más delgado mientras que el era alto y tenía musculatura por sus años de matar demonios, además que con el tiempo se había dado cuenta de algo y es que su hermano, por más que entrenara no parecía progresar, cuando recibió una espada nichirinto tampoco cambió de color, deduciendo que quizás su hermano a pesar de ser un Alfa, su talento y destino quizás no era con la espada.

Pero igual tampoco se desanimó, si el destino de su hermano, no era estar con los cazadores, no había problema, así no se expondría el peligro y además le expresó que sin importar el camino que elija, el estará ahí para apoyarlo y animarlo por que sabe sin importar lo que Senjuro quiera hacer, ese será camino correcto, además era hora de romper la cadena, mientras Senjuro como Alfa demostraba que no todos los Alfas tenían que ser guerreros violentos, abusadores y agresivos, el como Omega demostraba que podía ser fuerte, sin importar lo que dijeran y darles la muestra.

Además ser Omega no es tan malo, quizás le molestaba un poco sus épocas de celo ya que tenía que pasarla encerrado en su habitación para evitar ser marcado en contra de su voluntad y su pobre hermano, tenía que usar toda su fuerza mental para no ceder ante sus instintos, también había otra cosa y es que había una leyenda similar al hilo rojo del destino, el cual se trataba de los destinados, aquellos Alfa y Omega que estaban hechos el uno para el otro, para ser compañeros de vida.

Quizás sonara como una joven soñadora, pero el anhelaba conocer a su Alfa destinado, según tenía entendido, un Omega sabe quien es su destinado al sentirse atraído por su aroma y además estar a días de su periodo de celo se les podía llegar a adelantar, conocía el olor de sus compañeros Alfas, Giyuu, Sanemi, Uzui, Shinobu, Tokito, Mitsuri, también estuvo con ellos días antes de su celo, pero no sintió atracción por ninguno y su celo comenzó normal, deduciendo que ninguno de ellos era su compañero de vida