Wonwoo % ＃SHOTS . . . 💭 editando

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Inicialmente era un medio para olvidar a tu ex. Llamaba todo el tiempo, volvía a estar contigo, solo para romper de nuevo. En algún momento, tuvo que parar.

Wonwoo estaba harto de cada pequeña fiesta de lástima que hacías en su casa y se estaba quedando sin su suministro mensual de refrigerios en una semana. Por supuesto, estaba el asunto de tus emociones, que eran inestables e impredecibles, las peores de manejar. Harías rabietas, llorarías en exceso y experimentarías altibajos comparables a un paseo en un parque de diversiones.

Fue entonces cuando propuso una idea. Él te controlará y te hará responsable cada vez que te acerques demasiado a tu ex. Originalmente, un golpecito en la frente parecía suficiente, luego comenzaste a volverte insoportable, contraatacando. Otras veces lo arañarías como un gato, tratando de recuperar el teléfono que te robó. Fue hasta que finalmente encontró un método lo suficientemente fuerte como para detenerte.

Fijando sus manos en cualquiera de las paredes, sin poder siquiera girar la muñeca para mirar la pantalla de su teléfono. Sus manos eran más fuertes de lo que habías anticipado, apenas moviéndose una pulgada, mientras luchaban, y luego te detuviste por completo. Los ojos de Wonwoo perforaron los tuyos como un cuchillo, la salvia se disparó por su garganta, pero tenía un control total sobre la situación.

— Wonwoo

— ¿No puedes simplemente ignorarlo cuando estás conmigo? ¿De qué sirve mantenerlo cerca?

— No es-

— No has levantado la vista de tu teléfono en toda la tarde, ¡quédate conmigo aquí! — Señala, gritando.

Tus labios tiemblan. Incapaz de apartar los ojos de él. — ¡N-no es, no es fácil!

— ¿No ves que estoy haciendo lo mejor que puedo para ayudarte a olvidarte de él?

Sientes lágrimas en tus ojos, impotente e irracional, golpeando con el dorso de tus puños el yeso de la pared a la que todavía estás restringido. — ¿No ves que lo intento? No puedo evitar... extrañarlo. Sólo... déjame tomar la llamada, ¿hmm? ¿Mmm?

Cerró los ojos dolorosamente, apretando los dedos alrededor de tus muñecas con frustración, escuchándote hacer una mueca de dolor. — ... Dios, eres tan estúpida.

Se empuja hacia adelante, su cabeza se acerca y pronto sus labios en tu cara. La forma en que se movieron contra ti fue dulce y lenta, como para hacerte saber que todo está bien y, eventualmente, todo lo estará. Afloja el agarre de tu muñeca, lo que hace que dejes caer el teléfono al suelo y rompa la pantalla. Tus ojos revolotean con anticipación, derritiéndose en sus brazos abiertos. Sus brazos se aprietan alrededor de tu torso y agarras su cuello. Sus cuerpos gravitan hacia el dormitorio y Wonwoo nunca se aparta de su lado.

Este único evento daría lugar a varias noches interminables de involucrarte con tu amigo más querido. Muchas de esas noches incluyen manos en el cabello, labios en el cuerpo del otro, horas perdidas en el espacio y orgasmos más que suficientes para tatuar el nombre de Wonwoo en tu lengua, y le encanta cómo dirías su nombre. Cómo adoraría tu cuerpo a cambio como si fuera una religión, sin dejar de prestarte toda su atención a cada centímetro de ti.

Y esto continuó durante el tiempo que necesitó. Wonwoo te dio toda la distracción que necesitabas, hasta el punto de que este enredo comenzó a funcionar y ni siquiera pensarías en llamar a tu ex.

— Mmm, Wonwoo.

Tus dedos se entrelazaron con su cabello, capturando sus mechones oscuros antes de tirar, sus suaves gruñidos escaparon antes de que sus labios tiraran de tus pliegues y se cerraran alrededor de tu entrada. La forma en que sus brazos se encapsulaban alrededor de tus muslos y empujaban tu coño empapado más cerca de su cara era estimulante. Los engranajes en tu estómago se revuelven como si estuvieran en marcha, hipnotizados por el dueño de esos mismos ojos que hace una semana te sacaron de tu vergonzoso estado y te embriagaron hasta la mañana siguiente. Estabas eternamente agradecida.