¿𝐒𝐮𝐠𝐚𝐫 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲? - [𝐒𝐚𝐬𝐮𝐧𝐚𝐫𝐮]

Part.1

𝐍𝐚𝐫𝐮𝐭𝐨•

Íbamos de tienda en tienda. Cada que veía algo me arrastraba hacia allá, mientras yo cargaba la inmensa cantidad de bolsas. ¿Porque rayos accedí a esto?, Simple, no puedo decirle que no.

Ahora mismo, nos encontramos en una tienda llamaba 'Zara'. Yo cargando sus compras, ella probandose ropa. No sé cuánto tiempo llevamos aquí, tengo hambre, me duelen los pies, estoy sudando, mis dedos duelen por el peso de las bolsas y estoy muy cansado. Lo único que deseo es llegar a mi casa, comer todo lo que pueda y luego tirarme en mi cama. ¿Es mucho pedir?

- Ino... ¿Cuando nos iremos? — Insistía.

- ¡No te quejes!, ¿Que acaso no te gusta acompañar a tu mejor amiga? — Me hablaba, dentro del vestidor. La podía imaginar claramente con su puchero.

- Si, me gusta. ¡Pero llevamos 5 horas comprando ropa!, Es mucho para mí, ¡Además, tengo hambre! — Reclamé.

- Ajá, como sea.— Respondió, aún en el vestidor.— ¿Podrías darme tu opinión sobre este vestido? — Preguntó, aún adentro.

- Claro 'ttebayo.— Respondí.— Si así nos vamos más rápido...— Susurré.

- Bien, saldré.— Salió del vestidor, modelando para mí.

Y wow, se veía muy bien. No es que yo sepa mucho sobre moda, a pesar de ser un doncel. Pero ese vestido, le quedaba de lujo. Era un vestido color lila pastel, con escote en la parte de sus senos, en la espalda, tenía escote con mallas, y se abderia perfectamente a su esbelto cuerpo, dejando a la vista sus perfectas curvas, su trasero redondo, sus pechos de buen tamaño y sus bonitas piernas esbeltas, haciéndola ver muy sexy, guapa y muy adinerada. En conclusión, le quedaba perfecto.

- Wow...— Fue mi primera reacción.

- Y...¿Te gusta? — Me sonrió tímidamente.

- ¡Te queda hermoso! — Le dije, viéndola a los ojos. Pude ver como estos, brillaban de manera especial.

- ¡TE AMO, IDIOTA! — Se abalanzó a mis brazos.

[...]

Por fin, salimos de esa tienda. Los dioses me escucharon, y ahora nos dirigimos a una cafetería. ¡Muero de hambre 'ttebayo!

Llegamos a la cafetería, y tomamos asiento. Nos pasaron el menú, Ino pidió unos sandwiches con un jugo de fresa, yo también pedí unos sandwiches, solo que con una gaseosa.

- Oye, Ino...— La llamé.

- ¿Si?— Me respondió.

- ¿Cómo es eso de... Los sugar daddys?, Entiendo el concepto, pero no en profundidad.— Pregunté dudoso.

- Mira, Eh...— Dijo un poco apenada.— Son personas mayores de edad, con las que tienes que mantener una relación, incluyendo mucha actividad sexual... Para obtener dinero y cosas de valor, ¿Entiendes? Bueno, no siempre es solo sexo. Lo que quiero decir, es que tienes sexo con ellos, y ellos te consienten con cosas valiosas.

- O-Oh.— Dije avergonzado.— Eso, ¿No es ilegal?

- Pues, si, si lo es. Pero en caso de que desees tener uno, deberían de firmar un contrato con un abogado. Cosa, que tú daddy debería de encargarse.— Respondió.— Yo... Yo tengo uno.

- Ah, un aboga... ¡¿QUE?! — Grité.

- Jajaa, ¿De dónde crees que sacó tanto dinero?, Las compras que acabamos de hacer, las hice con el dinero que me dió mi daddy.— Me quedé atónito.— Ya es tarde, vámonos.

Ino se levantó de su silla, y camino hacia la salida de la cafetería, anteriormente ya habíamos pagado. Yo me quedé sentado, procesando lo que había escuchado. ¿Un sugar daddy? ¡Ino!