1-La noticia

608 24 4
                                    

Carlos

Acababa de desayunar hacía al rededor de 30 minutos un café con leche y varias galletas de chocolate, pero seguía teniendo hambre, no muy típico de mí. Estaba en mi habitación del hotel tumbado en el sofá sin nada que hacer. No podía aguantar más. ¿Dónde podía conseguir comida? No me apetecía salir del hotel y ya se había acabado la hora del desayuno así que eso significaba que no podía bajar y comer algo más. Cogí el móvil y después de contestar en el grupo de la familia, me puse a mirar Instagram. Lando, mi compañero de equipo, había subido una foto donde aparecía él conduciendo su McLaren naranja. Claro, ¡Lando! ¿Quién mejor para tener comida en su cuarto que él? Decidí que iría a su habitación en busca de comida, a ver si encontraba algo para comer y de paso para entretenerme un rato.

Ordené un poco mi habitación, me cambié y salí de ella, cogí el ascensor y llegué hasta su habitación, la 82. Acerqué mi oreja a su puerta. No escuchaba ningún tipo de sonido, que extraño, se suponía que Lando debería de estar en su habitación. Así que decidí coger la tarjeta de su habitación que se dejó ayer en la mesa de la cena y abrí su puerta. Al entrar, me encontré a un Lando dormido en la butaca de la sala de estar, tenía su cabeza apoyada en su hombroque tierno, ¿Tierno? No, quizá no era la palabra que buscaba. Antes de nada, le saqué una foto y para subirla más tarde en Instagram y reírme un poco de él. Acto seguido le di unos toques en la cabeza para que se despertase y funcionó.

-Ewww, Carlos! ¿Qué haces aquí? Estaba durmiendo ¿No podrías haber venido en otro momento? - protestaba Lando mientras se frotaba los ojos porque todavía no se había despertado del todo -, ¡Has interrumpido mi sueño!

- ¿Tan bueno era tu sueño para recibirme así? y por cierto buenos días

- Si, si, buenos días. - decía mientras se levantaba - En serio, ¿Quieres qué te cuente? Bueno pues estaba en una carrera e iba primero. Charles iba cinco segundos por detrás de mi con neumáticos nuevos y faltaban cinco vueltas, me estaba recortando bastante distancia y llega la última vuelta, un segundo de diferencia, lo tenía que dar todo, cruzamos línea de meta y como es obvio gané yo, porque soy el mejor y empezó a llover, pero llovía leche, era muy extraño

-Ya veo, pues yo la verdad no me acuerdo de lo que he soñado

- Ah, bueno y a todo esto, ¿A qué has venido? - preguntaba con cierta curiosidad mientras iba al armario a elegir que atuendo ponerse

- Tengo hambre, lo siento pero mi estómago no podía aguantar mas ¿Tienes algo de comida? - preguntaba mientras me fijaba en el pijama de cachorritos que llevaba puesto, típico de Lando, que por cierto, no le quedaba nada mal -, ¿De dónde has sacado ese pijama?

- Sí, tengo unas galletas de chocolate que compré el otro día mientras visitaba la ciudad, pero para que te de algunas tendrás que ganártelas y están buenísimas, lo advierto. - comentaba mientas se ponía de cuclillas para llegar al alto del armario - Y hablando sobre mi pijama, me lo regaló mi madre por navidades y creo que lo compró en una tienda que hay al lado de su casa, si quieres puedo regalarte uno y así vamos en conjunto - me proponía y seguidamente me giñó el ojo

- Gracias pero ya tengo suficientes pijamas y para las galletas... ¿Qué tengo que hacer para ganármelas?

- Cuéntame alguna cosa, creo que llevamos mucho tiempo sin hablar sobre nuestras vidas y hay que ponernos al día

Me quedé pensando, tenía una cosa para contarle pero no sabía si era capaz. Lando de mientras, se vestía una camiseta azul cielo con unos pantalones a juego, joder que bien le quedaba. Le daba muchas vueltas, seguía pensando y pensando... Tarde o temprano Lando se acabaría enterando, si no se había enterado ya, pero no sentía que este era momento perfecto para contarlo. Pero sino le contaba eso... ¿Qué le iba a contar? No tenía ninguna otra novedad.

Never let you go (En español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora