3 - La cena

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Las siete menos diez. Carlos estaría al caer. Él ya llevaba al rededor de unos veinte minutos preparado porque prometió a su compañero que estaría listo para la hora y justo cuando más lo esperaba llamaron a la puerta. Al abrir la puerta no se encontró al quien esperaba, resulta que era Pierre. El mismo que había hecho que lo pasase tan mal su mejor amigo. No lo quería ni ver, pero tenía que disimular porque a él se suponía que no le había hecho nada.

Pierre dio unos pasos hacia delante.

- Hola Lando, se que seguramente Carlos te ha contado todo lo que pasó hace aproximadamente semana y media, pero juro que yo... no quería besarla. Fue cosa del momento, surgió y no era consciente que Isa era la novia de Carlos, ahora lo único que he causado han sido problemas. Isa está destrozada porque Carlos no escuchó sus explicaciones y no quiere saber nada mas de ella y él no se como está... ¿Puedes ayudarme a conseguir hablar con Carlos o solucionar las cosas?

- Hola Pierre, para empezar yo no tengo nada que ver con el tema, lo siento mucho pero si quieres arreglar las cosas conmigo no cuentes, es tema de vosotros tres y yo no estoy involucrado en ello - dijo seriamente el inglés, por muy bien que se llevase con Gasly no podía permitir cosas así, y lo dejó muy claro todo, él no quería ayudarle.

- Bueno pero podrías intentar...

- No - lo cortó -, te he dicho que no, y el no es un no

- Pues adiós, gracias por nada - contestaba el francés -, cuando tengas algún problema no recurras a mí

Lando ni lo contestó, que hipócrita podía llegar a ser la gente. A todo esto... Eran las siete en punto y justo cuando fue a cerrar la puerta algo lo evitó. Ese algo, era Carlos. ¿Había escuchado toda la conversación que había tenido con Pierre o solo había llegado justo después de ello? No quería hablar del tema así que Lando se ahorro la pregunta

Estaba muy guapo ¿Guapo? ¿Eso pensaba el inglés? ¿O es que la ropa que llevaba conjuntaba tan bien con su pelo negro como la noche? No lo sabía. Él pareció con una amplia sonrisa... Su sonrisa era perfecta.

- ¿Estas preparado? - le preguntó el pelinegro

- Ummm, si, claro, no me he quedado dormido como puedes ver, ¿Vamos?

Carlos lo cogió de la mano y salió corriendo por el pasillo. Lando, por su parte, no se lo esperaba, y tardó un poco en reaccionar, pero consiguió pillarle el ritmo.

Ahí iban los dos como dos niños pequeños corriendo hasta que llegaron al coche de Carlos. Este, lo abrió y entraron. Primera parada, el McAuto. Tardaron al rededor de veinte minutos en llegar y estuvieron hablando de un montón de cosas mientras cantaban sus canciones favoritas que sonaban por la radio y hacían el tonto.

Recogieron el pedido y Carlos decidió que debía de pagar él la cena porque el mismo era el que planificó todo, por otra parte, la cena no era muy cara.

-Primera parada hecha - decía mientras dejaba la comida en el asiento de atrás - Lando... ¿Le tienes miedo a las alturas?

- Un poco, ¿Por qué?

- Nada, en el tiempo que duremos hasta llegar a la segunda parada tendrás que vencer tus miedos y a todo esto... Es muy surrealista que seamos pilotos y andemos todo el día de atrás hacía delante viajando y tú le tengas miedo a las alturas.

- Bueno no se puede tener todo - Replicaba ofendido

- Al menos yo te tengo como mejor amigo

Lando no creía lo que acababa de escuchar ¿De verdad Carlos lo apreciaba tanto como amigo? Tímidamente se sonrojó.

Never let you go (En español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora