Los Rinaldi

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Fernando y María José Rinaldi son los dueños de una cadena de hoteles llamada "Gardens Hallow" , tienen más de 80 hoteles mundialmente. Vivían en Roma, ahí nacieron todos sus hijos y hace 5 años se mudaron aquí excepto Leo...

Tomás Rinaldi, 18 años. El primero de los mellizos, le gusta la gimnasia y está entrenando para llegar a las olimpiadas. No crean que sé todo de él... o bueno, la verdad sé algunas cosas, como que su color favorito es el menta y su helado favorito es el de pistache.

Leo Rinaldi, 18 años. Mellizo de Tomás, la verdad no sé mucho de él más que lo que me demostró hace unas horas en la clase de baile. Lo único que sé de él es que llegó hace apenas dos semanas y por eso le cuesta hablar español.

Por último, Helena Rinaldi, 15 años. La más chica de los Rinaldi, es extraño ya que Helena no se parece ni a sus hermanos ni a sus padres pero ya saben que algunos nietos se parecen más a sus abuelos. Es una chica agradable.

Estábamos desayunando un domingo por la mañana mi familia y yo. No habían rastros ni de Tomás ni de Leo o su familia por ningún lado y eso me hacía sentir tranquila, si mi papá se enterara de que están aquí se pondría en modo padre celoso y sobre protector. Mi padre y el padre de los Rinaldi son socios, los dos manejan asuntos de la cadena de hoteles y es por eso que conozco a los Rinaldi desde hace 5 años.

— chicas, a las 12 hay una actividad de remo y me gustaría que participaran— le sonreí , no me disgustaba la idea pero en todos los campamentos hacemos lo mismo , hay cientos de actividades nuevas y diferentes como tirolesa, mini golf, hasta el taller de parkour que mi hermana tanto deseaba entrar. —papá, siempre hacemos lo mismo— concuerde con mi hermana —nos encanta el remo papá pero hay muchas otras actividades, hay un mini golf a ti que tanto te gusta— mi papá nos miró y suspiró— y podrán hacerlas pero saben que siempre es bueno una clase de remo— con mi hermana nos miramos mientras mi padre se paraba de la mesa y nos daba un beso en la cabeza, solo si reímos por lo bajo y nos fuimos.

—mira, allá son las inscripciones para parkour— mi hermana me miró confundida, sabía perfectamente que papá nunca la dejaría entrar —si... lástima que no puedo entrar— la miré con una sonrisa —pero si no se entera...— , —¿quien eres y que hiciste con Lara?— reímos y la lleve a inscribirse.

En la fila para inscribir a mi hermana me encontré con Tomás y Leo, estaban formados también seguramente para inscribir a Helena que saludó a Hannah . Hannah y Helena son mejores amigas, tienen la misma edad y comparten su pasión por el parkour.

En ese momento no podía dejar sola a mi hermana, para inscribirse debía tener una acompañante que diera la autorización ya que si es un deporte riesgoso. Así que me aguanté y traté solamente de no mirar a los Rinaldi pero era imposible —Real! Un campamento tan grande y aún así nos cruzamos todo el tiempo—
que buena suerte la mía, pensé. Reí por el comentario de Tomás y otra vez sentía mis manos caerse —solo quería inscribir a mi hermana al taller— en eso se acercó quien menos quería; Leo. —Real, que bien encontrarnos otra vez— , —que mal que no puedo decir lo mismo— me miró que parecía que me estaba comiendo sin tocarme —bueno, los veo después, tenemos una clase de remo— dije para alejarme lo más rápido posible de ellos.

— Entonces nos vemos ahí— gritó Leo, lo que me faltaba, suspiré y llegué a la clase rogándole al universo que no me tocara con el en el mismo bote. — colóquense en parejas , uno delante y uno atrás del bote— indicó el profesor. Hannah y Helena se quedaron juntas y todos los demás ya tenían pareja pero adivinen quien estaba solo; LEO. —Juntos otra vez Lara, es el destino— , —¿acaso me estás siguiendo?— me miró con esa sonrisa compradora que me dejaba bloqueada.

Si lo admito, Leo también está bueno como Tomás pero hay una diferencia, Tomás es buena onda y Leo es un imbécil. —ni que fueras el centro del mundo Real— lo miré sin decir nada —solo que al parecer tenemos gustos parecidos, es por eso que mi hermano nos quiere emparejar— dijo empezando a reírse . Abrí los ojos sorprendida, ¿Él también sabía del plan de su hermano?! —que jamás lo va a lograr— , —mmm yo no estaría tan seguro , soy irresistible— solté una carcajada que hasta el profe de remo me miró mal —irresistiblemente insoportable—.  —Bueno alumnos, comiencen a remar— el idiota de Leo empezó a remar para el lado contrario mientras reía , era obvio que lo hacía para fastidiarme. —puedes dejar de jugar y tomar esto enserio?— le dije seriamente dándole a entender que no me hacía gracia pero para él mi fastidio lo motivó a hacerlo peor. Comenzó a remar del lado correcto pero volteando el bote hacia un lado, hasta que caímos al agua. —Eres un imbécil— el seguía riéndose sin control —uy... eres más inestable que este río Lara— no le dije nada y salí del agua para irme a la cabaña.

NO LO SOPORTO. No entiendo a Tomás , queriéndome emparejar con el tarado de Leonardo. JA. Por favor. No tenemos nada en común.

Pasó una semana sin cruzarme a Tomás ni a Leo. Solamente había visto a Helena porque estaba siempre con Hannah. Fue una semana de paz y alegría. Al parece hoy hay una fogata de despedida, mañana tenemos que regresar a casa para empezar clases. Seguramente ahí estarían los mellizos pero no iba a perderme la última fogata, siempre tocan canciones y hay s'more's.

Llegó la noche y estaba sentada a lado del Río donde se encontraba la fogata, Helena y Hannah a lado de mi y mi padre del otro lado. El ambiente se puso interesante, un grupo de chicos tocaron algunas canciones acústicas y todos reían y compartían. Me pare para respirar y estar sola un poco, pensar. Así que me aleje de la fogata y me senté en un lago precioso que estaba a unos metros de distancia.

Estaba hundida en mis pensamientos comiendo s'mores y jugo de manzana. Me sentía relajada y la luna ya estaba asomándose, estaba en mi momento y nadie me podía quitar esta paz... o eso creí. —Real— cerré lo ojos antes de voltear , respiré hondo y ahí estaba Leo que puso su mano en uno de mis hombros ¿cómo me encontró? —¿qué haces aquí?— pregunté, tampoco quería sonar grosera
— quería tomar aire— reí por lo bajo —estamos en un bosque— , —el humo de la fogata me asfixia— buen punto; pensé.

— bueno, gracias por interrumpir mi momento de tranquilidad— me volvió a mirar con esa sonrisa pícara —vengo en son de paz Lara— , —ah, ¿ahora vienes en son de paz? Hace unas horas me tiraste de un bote, no se si te acuerdas— , —y no me arrepiento— dijo el cínico —ay Leo, si venías a molestarme— me interrumpió —ves? No estoy haciendo nada y ya estás de inestable— , —la verdad no te entiendo, no te conozco y aún así ya creí que ya te tenía descifrado— me miró serio —¿a qué te refieres?— , —eres como un bosque, misterioso, no logro saber lo que estás pensando , si estás bien o estás mal—

—Hay muchas cosas que no sabes de mi Lara— no le dije nada y me acoste en el pasto, como acto reflejo Leo hizo lo mismo como si su intención fuera copiar cada uno de mis movimientos. Suspiré, me paré, me despedí de todos y subí a la cabaña.

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⏰ Última actualización: Oct 25, 2021 ⏰

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