Capitulo 4

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SOPHIA

Tuve una noche bastante rara, si estoy nerviosa por mi nuevo trabajo de mañana, por cómo serán los niños, pero es lo que me gusta y por lo que estudie tantos años. Pero más nerviosa estoy por la nueva vida que estoy a punto de tener, tendré que afrontar a David, mi ex novio. Debo pedirle por favor a William que me acompañe a afrontar lo que será el interrogatorio del siglo. Yo no sé mentir, siempre me costó mentir enormemente, una mentirita piadosa si, quien no la dice? Pero una de verdad, de esas que te cambian la vida, no puedo. No me sale.

Si, podría enviar a alguien, es decir, William tiene los medios para hacerlo, pero David me conoce y sospecharía, ya sospecha seguramente sobre mi boda. No quiero que nadie me meta en problemas, mucho menos un ex.

Y con el solo hecho de pensar que debo pedirle otro favor a William se me revuelve el estomago, el maldito se las cobrará a cada una, y deberé ser una mujer hecha y derecha al escuchar el vuelto de los favores.

Ayer, luego de que hablo con mis padres, creí conocer o ver una parte de William que quizás el no deja ver, la fragilidad que hay dentro suyo o que es un hombre sensible y hasta podría llegar a ser protector. Creí  verlo en sus ojos cuando nos quedamos mirando, creí ver su fragilidad cuando me dijo que él no estaba interesado en relaciones amorosas, pero luego de que rompió nuestra conexión siendo un imbécil, me di cuenta de que no, que sería imposible que alguien tan superficial e idiota sea protector, sensible y frágil. Él ni siquiera debe de tener lo que se requiere para amar, y yo quiero demasiado a las personas, demasiadas veces me rompieron y mintieron. Porque creo saber que todos somos frágiles y que todos tenemos corazón, me olvido que vivimos en el siglo veintiuno, donde esas cosas pasaron a segundo plano. Demasiadas novelas románticas quizás, por qué yo no puedo tener a un Jesse Ward? Que injusta que es la vida! Por eso mismo, debo ir con cuidado en lo que respecta a William, y seguirlo odiando como lo odio ahora, debo seguir pensando que es un imbécil superficial y hermoso, porque si no lo es, temo encariñarme.

Y cuando me encariño tienden a usarme y lastimarme, debo vivir seis meses con este idiota, lo mejor es seguir siendo la Sophia borde que fui hasta ahora.

Miro el reloj y son las siete de la mañana. Mierda! Debo ir a hablar con él si quiero hacer todo hoy. Me levanto, abro la maleta con la única ropa que no es de noche y me coloco mis shorts de jean, unas Adidas  blancas y una camiseta de mangas largas, porque si bien estamos en verano, aquí, a estas horas de la mañana está un poco más fresco.

-          Adónde vas? No iras con nosotras a desayunar? – me dice Marianne cuando corta la llamada con Thomas

-          Si iré, avísenme en que mesa están. Debo ir a hablar con William.

-          Por qué? Qué pasó?

-          Hoy volveremos con él, que tiene un avión privado ya arreglé todo con Bill, pero necesito pedirle por favor que me acompañe a buscar mis cosas y documentos a casa de David. – me mira sin entender

-          Y por qué no vas con alguna de nosotras?

-          Porque conozco a David y el lamentablemente me conoce a mí, sabrá que hay algo raro si yo voy con ustedes, es más, ya debe de pensar que hay algo raro con esta boda, no necesito que se ponga a escarbar. No quiero

-          Está bien, ve. En cuanto logremos despertar a Candace saldremos – miro a Candace que está toda despatarrada en la cama con la cabeza mirando hacia la pared.

-          Váyanse a la mierda, estoy despierta perras – nos reimos y yo con le hago Shh a Marianne y camino de puntitas de pie hasta al lado de Candace.

Fuck The VegasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora