Suspiré, otro día más despierta, al menos esta vez me despertaba en una ciudad distinta, sin la mierda de gente, sin idiotas que me conozcan...demasiada paz.
Bajé a la cocina, otra vez sola, no sé de qué me sorprendo, a fin de cuentas siempre viví sola, sí tengo padres, aunque preferiría que no fuera así, algunos me llamaréis cínica, otros diréis que no es para tanto, pero realmente no me afectaría no tener padres a este punto.
Miré la mesa de mi salón desde la cocina, aún quedaban las colillas de ayer, sorprendentemente no las tiré, supongo que estuve demasiado cansada de saber que empezaría el curso de nuevo.
Al recordar lo último miré la hora, tenía todavía dos horas y quince minutos para prepararlo todo y ducharme, vestirme, desayunar y salir de casa, me da tiempo de sobra.
Me hice un café y tosté algo de pan, también comí algunas fresas que tenía en la nevera. Después de desayunar subí a mi habitación, agarré una toalla y me metí en la bañera, admitidlo, todos nos quedamos un rato sin hacer nada, simplemente notando el agua bajar por nuestra piel, como si eso nos hiciera más personas.
Dejé de convertirme en filósofa y comencé a ducharme de verdad, estuve unos 30 minutos en total, salí y me envolví en una de las toallas que traje mientras que la otra la enrollé en mi pelo.
Saqué mi ropa del armario y comencé a mirar qué me pondría, 15 minutos después me encontraba haciéndome el delineado delante de mi espejo, no me maquillo demasiado por el simple hecho de que ni me gusta ni me hace falta, simplemente me hago el delineado y de vez en cuando pongo cacao en mis labios para no morderlos.
Me puse un pantalón ancho con medias de rejilla debajo, una camiseta negra ajustada por debajo y una camiseta roja ancha por encima cortada como un top, era un outfit cómodo por lo que me puse mis zapatillas, agarré mis auriculares, la mochila, un paquete de tabaco, un mechero con gas y mi monedero junto a mi teléfono.
Coloqué mis auriculares en mis oídos, mientras comenzaba a sonar la canción High enough saqué mi paquete de tabaco y tomé uno de los cigarros en él, guardé el paquete para asegurarme que no se cayó ninguno y luego saqué el mechero encendiendo mi cigarro, di una larga calada notando el humo recorrer mi garganta, se me erizó la piel. Bufé molesta por notar algo de calor recorriendo mi cuerpo al dar la primera calada, no soy muy amiga de las temperaturas cálidas, prefiero el frío y la lluvia, por suerte donde vivo suele llover bastante, lo cual nos da días de enseñanza telemática y a veces ni funciona porque se pierde la señal.
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Miré la puerta del instituto, nuevos compañeros, nuevos profesores, nuevo curso....joder que asco.
Tiré la colilla de mi cigarro y lo apagué, sujeté mi mochila y la reafirmé sobre mi hombro comenzando a repetirme una y otra vez la misma frase de presentación
(- Hola, me llamo Aila Nielsen encantada de ser vuestra compañera, espero que nos llevemos bien)
Suspiré pensando en la gran idiotez que diría y llegué a mi clase. Levanté la mirada y apreté mis puños y mandíbula.
-¿Qué mierda haces aquí?
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Taste
Teen Fiction¿Qué harías si encontrases a una persona con el corazón lleno de alegría? ?Serías capaz de mejorar por esa persona? ¿Le defraudarías? ¿Qué harías? En esta historia serás Aila, ¿un cliché? Lo encontrarás en las páginas de esta lectura que compartirem...