Ya se encontraba en la habitación que la familia le había asignado. A pesar de estar en el sótano, era incluso más decente que el de su propia casa; las sábanas se sentían suaves al tacto, tenía un perchero que supone que utilizaría en lugar de cajones, y aunque a la vista se veía cómodo, le faltaba algo, faltaba su ventana, pero tampoco protestaría por ello, ya era demasiado con tener sábanas limpias.
Cuando llegó, lo recibió el mayordomo, él elegante señor se presentó (aunque ya había olvidado el nombre) y le informó que la familia Tomlinson había salido a una rápida caminata y de la cual no tardarían mucho en volver, fue cuando lo guió escaleras abajo a su habitación.
Estaba de pie, sumido en la nada cuando un escalofrío recorrió por su espalda. Se acercó a su maleta para buscar el saco viejo que había hederado de su padre, cuando alguien tocó a la puerta.
- Señor Styles, soy Frederick, el mayormo- informó desde el otro lado de la puerta.
Harry agradeció que el mayordomo se presentara de nuevo, esta vez no lo olvidaría. Se acercó a la puerta a pasos rápidos para abrirla. No quería parecer mal educado.
-¡Si, Frederick!- dijo al mismo tiempo que giraba el pomo de la puerta- A sus servicios.
Frederick lo vio como si hubiera cometido la mayor inmadurez en su vida. Tendrá que acostumbrarse a una vida de modelas, aunque no supiera exactamente lo que hizo mal.
-Hum, si. La familia ya ha llegado y esperan en el vestíbulo para recibirlo.
Harry asintió, al mismo tiempo que Frederick le hacía un ademán para que lo siguiera, el obediente, lo hizo caminando detrás de él. Subieron escalones para después pasar por la cocina, del comedor, hasta al vestíbulo, donde un grupo de gente le esperaba, los que supone era, la familia Tomlinson. Ellos hablaban entre si, hasta que el mayordomo carraspeo haciéndose notar en el lugar. Fue cuando Harry pudo ponerle rostro a la familia.
El matrimonio estaba muy cerca de si en un signo inconsciente de protección, Harry dio una media sonrisa por ello. Por otro lado estaban los descendientes del matrimonio; eran dos chicas rubias, no debían llevarse más de dos daños como diferencia, ellas estaban cerca de ellas como hermanas que eran, a su lado, estaba un joven el cual deducía que era la misma edad que la de Harry, a diferencia del par, era castaño y con un porte difícil de ignorar, este mantenía una lejanía a la familia, como si fuera ajena a ella.
-Buenos días, señor Styles- el padre de los Tomlinson habló - Es un placer que haya aceptado nuestra solicitud de trabajo - extendió una mano.
Harry aceptó el saludo.- El placer es mío, señor Tomlinson.
-Sin duda eres hijo de Charles, ¡muy buen hombre! - Dio una vaga sonrisa que no llegó a sus ojos- Déjame te presento a mi familia.
En lo que el señor Tomlinson y Harry se deshacían de agarre, este último aprovechó para grabar el rostro del mayor para después recordarlo. Benjamin William Tomlinson IV tenía vivaces ojos grises, que a su lado tenía principios de arrugas que le dieron la impresión de la persona risueña de la cual su padre le había hablado antes de subir al tren, sus cejas eran casi inexistentes, canosas como lo era su barba y lo empezaba a ser su cabello, nariz grande en forma de botón, labios finos, y al igual que su hijo, el porte que sostenía era difícil de ignorar. Con ropa fina y elegante como era costumbre en personas de su clase.
Volvió a prestar atención cuando Bejamijn hizo un ademan con el propósito de presentar a la mujer a su derecha, su esposa.
-Ella, Harry, es mi esposa Eliza- La mujer asintió esperando a que su esposo continuara.
Lo primero que vio Harry fueron sus ojos azules los cuales resaltaban con su vivaz vestido azul, pero aún más con su tez blanca como la nieve, labios rojos de cereza y cabello negro recogido en un moño, nariz recta en una forma triangular de frente, no tenía ninguna arruga y aparentaba una edad más joven de la que en realidad era. Era normal que las mujeres se ahorraran hablar para dejar a su esposo hacerlo, pero aún así Harry esperaba escucharla, naturalmente, tendrá que esperar.
-Ellas, Harry - apuntó a las chicas- Son mis hijas; Medusa y Hera.
Como las diosas, Harry pensó.
Las dos eran rubias, la más alta llevaba un moño igual que su madre, ojos grises con detalles verdes, labios rosas y una mezcla perfecta entre las narices de sus progenitores, ella llevaba un vestido verde con mangas anchas. La más baja tenía dos trenzas ya casi deshechas que caían por detrás de sus hombros, por su peinado, Harry dedució que era la menor de las dos; sus ojos eran igual de azul que los de su madre, con pómulos marcados, sus labios eran rosas pero no tan intensos como los de su hermana y nariz de botón, ella llevaba un vestido amarillo con detalles verdes. Lindas.
Ellas le regalaron coquetas sonrisas, que, definitivamente, va a ignorar.
-Y este joven, es Louis. El mayor- Benjamin le dio una palmada al ojíazul, este apretó sus labios, obviamente icómodo.
Louis le dio una última mirada a su padre antes de fijarse en Harry, fue cuando este último salió de su actual dimensión.
Louis William Tomlinson, el de la carta; tenía los ojos más azules que antes había visto, casi tan azul como el de su cielo, el cielo que admira todas la mañanas, tardes y noches, era el mismo azul. Nariz recta como la de su madre, pero al final era en forma de botón como la de su padre, pómulos marcados, mejillas naturalmente rojas, labios finos y totalmente precioso, aunque el adjetivo no le hiciera justicia.
Louis tenía sus brazos cruzados entre su pecho, y aunque en otra situación sería visto de mala educación, Harry lo dejó pasar, porque seguro era por la inseguridad de ver a un nuevo trabajador en su casa. Se fijó en sus ojos que aunque estuvieran arrugados por el ceño fruncido que Louis no abandonaba, se le veían relativamente bien.
Louis cascarreó incómodo a como Harry lo estaba observando, el último, le dio una sonrisa burlona y cruzó sus brazos en su pecho tal como el ojíazul.
-Harry Styles- extendió su brazo para saludar.
-Louis William Tomlinson- aceptó el saludo.
.
.
.
holyyyyy crap!
YOU ARE READING
The story of tonight
ФанфикMarzo, 1874. Tiempo de cosecha y la familia Tomlinson necesita nuevos trabajadores en su granja.