(Éste es un final totalmente alternativo, tenía ganas de agregarle dramatismo, pero desde ya quedan advertidas que no es un final feliz)
La mirada fría y sin vida de Souya ya comenzaba a apenar a Rindō, y como no. Nahoya fue asesinado por órdenes de Kisaki hace apenas dos días, el chico ya no le encontraba sentido alguno a su vida, tenía a su amado novio con quien llevaba un año ya, pero le habían arrebatado una mitad de sí mismo.
Apenas lograba levantarse y arreglarse, había huido con ayuda de Ran, quien había ido con la intención de rescatar a Nahoya, pero fracasó y sólo pudo irse con el peliazul.Se encontraban en uno de los muchos edificios controlados por los Hermanos de Roppongi, la fiesta privada de uno de los tantos negocios ilícitos del dúo Haitani no le causaba gracia ni desagrado, ahí estaba, inmóvil con la mirada vacía directo a la nada. Rindō fue quien lo bañó y vistió, puesto que verdaderamente el peliazul no daba señales de vida.
—Comienzo a preocuparme demasiado, hermano.— Rin observaba a su chico desde un par de metros de distancia.
—Es normal, está en estado de shock, piensa qué harías tú si yo me muero.— soltó una risa baja. Su rostro lucía realmente pálido y sus ojeras eran notorias, producto de la tristeza de perder a su amante.
—Una fiesta.— bromeó.
—Eres tan gracioso, mocoso de mierda.— Ran sonrió por lo bajo.— llévale algo de comer, no ha ingerido nada en los últimos dos días.— Suspiró, apresurando en secar las lágrimas que amenazaban por salir.
Rindō asintió, los intentos antes de alimentar a Souya fueron en vano, no tragaba ni masticaba, no notaba la comida, simplemente se mantenía quieto observando a la nada.
Pero esta vez él le obligaría a comer algo, tantos días sin recibir nutrientes le harían terrible y lo menos que quería Rin era ver a su novio hospitalizado.
Se dirigió al Buffet donde eligió algo suave para el muchacho, un poco de arroz blanco y carne guisada en cebollín, un poco de sopa de miso y un vaso de agua, puso todo en una bandeja plateada a su lado y se dirigió a la mesa donde estaba sentado Souya en solitario.
—Cielo, debes comer algo.— susurró cerca de su oreja.— aunque sea dos bocados y me pongo feliz.—
Souya no contestó.
Rindō suspiró y tomó los palillos de la bandeja, agarró un trozo de carne con éstos y lo dirigió a la boca del chico, quien ni se inmutó.
La expresión de Rindō cambió a una de preocupación, con dolor tomó con fuerza las mejillas del peliazul, obligandole a abrir la boca, introduciendo un poco de comida.Los ojos celestes sin vida se encontraron con los ojos lilas llenos de dolor de Rindō.
Souya comenzó a masticar por cuenta propia, a su vez que lágrimas silenciosas rodaban por sus pálidas mejillas.
Rindō sonrió débil, quizás ese fue un avance, aunque odió el tener que tomar con fuerza a su chico.
Acarició los rizados cabellos azules del menor y le dedicó una sonrisa, volvió a tomar los palillos y agarró un poco de las papas para darle en la boca a Souya. El chico volvió a dar el bocado, Rindō sonrió con más ganas, aguantando las ganas de abrazarlo con fuerza.
La puerta del salón se abrió de golpe dejando ver a un hombre de traje azúl brillante.
—Tsk, sabía que se había escapado uno...— Levantó su arma y rápidamente apuntó y disparó dos veces sin dudar directo a la cabeza del peliazul.
El estruendo dejó en shock a Rindō, los invitados se tiraron al piso en pánico.
El pelimorado con el rostro bañado en sangre y sus manos las cuales aún sostenían los palillos con alimentos dirigió su mirada al cuerpo que yacia en el piso.Abrió sus ojos con horror, sus pupilas perdieron brillo y de su boca sólo salían sonidos de su respiración agitada.
¿Por qué su novio había caído al piso?
¿Por qué tanta sangre?
¿qué está pasando...?Ran rápidamente sacó su arma y disparó cuatro veces directo al hombre que se hayaba a varios metros de distancia, haciéndolo caer de inmediato, su respiración se irreguló y rápidamente volteó hacia su hermano quien aún permanecía en shock. Cerró con fuerza sus ojos, horrorizado después de ver quien estaba tirado.
Rindō después de segundos recobró el sentido, observando su alrededor.
—s-sou..s-sou...¡SOUYA!.— un grito de horror resonó en toda la fiesta la cual se encontraba en total silencio observando la escena, el pelilila rápidamente se arrodilló tomando el cuerpo frío de su amante, observando sus facciones apagándose, su cabeza aún bombeaba sangre y sus ojeras cada vez se enegrecían más.
Las lágrimas del menor de los Haitani no dejaban de caer con intensidsd, sus manos lo sostenían con fuerza a su vez que seguía gritando y lloriqueando el nombre de Souya.
Doloroso era poco para describir lo que sus ojos observaron, la imágen rompió el corazón de Ran, quien no evitó liberar un par de lágrimas y un llanto silencioso a su vez que su labio inferior temblaba, todo eso revivió involuntariamente el recuerdo reciente donde vio a Nahoya irse de su lado frente a él en contra de la voluntad de ambos.
Rindō en un intento de acallar su llanto desgarrador mordió su labio con fuerza, destrozándolo, pero nada volvería a ser como antes.
Souya Kawata había muerto.
NO ME MATEN 😭😭 HAGAN COMO Q NO PASÓ JAJDJSJXS PERDÓN
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little boy || TK [ Rindou x Souya ] [ Ringry ] +18
Fanfiction"-¿De quien eres...?.-" Rindo Haitani x Souya Kawata