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Edificio de la ONU, New York, USA
6:50 a.m.

Varios country's se encontraban llegando al edificio de las Naciones Unidas, lugar donde se iba a realizar dicha reunión.

Algunos se encontraban caminando por los pasillos, otros estaban hablando, otros ya estaban dentro de la sala donde se daría acabo la reunión de ese mes y otros se encontraban terminando papeleo en las oficinas que se les había brindado dentro del edificio.

Un gran ejemplo podía ser el último descendiente de la familia germana, el cual se encontraba de pie acomodando algunos documentos en su maletín y dándole la espalda a la puerta de la oficina.

De un momento a otro se escucho un golpeteo en la puerta. Un suspiro de fastidio se escapó de sus labios, ya que pensaba que EU iba a dejarle más papeleo... Como siempre.

–Nach vorne... -el fastidio y la seriedad eran notorias en su voz. Escucho que alguien abrió y luego cerró la puerta, no le dio mucha importancia ya que pensaba que se trataba de EU. Así que siguió guardando algunos documentos en su maletín-

(Adelante...)

El teutón se sorprendió cuando sintió unos brazos abrazándolo y enrollándolo por la espalda y el abdomen, además de que sintió el aliento y la respiración de ese individuo en su oreja. Algunos de los documentos que tenía en las manos se cayeron sobre el maletín y otros sobre el escritorio.

Se sorprendió bastante ya que nadie lo abrazaba de esa forma... aunque, solo había un country que hacía eso.

–Russland? -escucha una grave risa, para luego sentir un mordisco juguetón en su oreja-

–Да любовь?~ -su tono de voz era meloso- Я тебя люблю~ -vuelve a morder juguetonamente la oreja del germano-

(¿Si amor?~ / Te amo~)

–Russland, nein... -dice entre suspiros, mientras sentía los mordiscos del ruso en su oreja-

(Rusia, no...)

–Te extrañe, sabes?~ -le besa el cuello-

–Yo también te extrañe Russ, pero no es el momento ni el lugar y lo sabes...

La voz del germano era una mezcla de excitación y de seriedad, también había extrañado al ruso, pero no era ni el momento ni el lugar para que el ruso se pusiera de caliente.

Sus palabras solo causaron un suspiro de fastidio por parte del eslavo, el cual le hizo un chupete en el cuello y le dio un beso en la mejilla al teutón, luego se separó del abrazo, alejándose un poco del alemán para que este pudiera darse la vuelta para mirar al eslavo a la cara. Cosa que el germano hizo, apenas su pareja lo soltó, él se dio vuelta y encaro al ruso.

–Tienes razón Ale... -se rasca la nuca avergonzado- No es el momento ni el lugar par- -sus palabras se vieron interrumpidas por el inesperado beso que le dio el germano, beso del cual se separaron minutos después por falta de aire-

–No importa... Déjalo así Russ, también te extrañe. -le da un beso en la comisura de los labios- Ich liebe dich auch, Russland. -lo besa de una manera apasionada, beso que el eslavo no duda corresponder, además de que ese beso reflejaba todo el amor que ambos se tenían-

𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑎 𝐶𝑜𝑠𝑡𝑎 𝑅𝑖𝑐𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora