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1560
Palacio Real de Valladolid, Valladolid, Imperio Español
05:30 a.m.

Era una fría mañana en el territorio del reconocido y temible Imperio Español, el cual se encontraba en sus aposentos siendo rodeado por dos mujeres de prominentes curvas.

El Imperio se encontraba fumando un puro y conteniendo las ganas de arrancarle la cabeza a las dos mujeres que se encontraban a sus lados profundamente dormidas. Ya que a palabras de él "No son lo suficientemente 'buenas' en la cama".

Luego de unos minutos se acabó su segundo puro y justo en ese momento la puerta de sus aposentos fue tocada seis veces, indicándole al español que tres personas se encontraban afuera de sus aposentos.

-¡¡Adelante...!!

Luego de esa orden que dio el Imperio, la puerta de sus aposentos fue abierta e inmediatamente entraron su primogénito y sus dos capitales.

-Madrid... Valladolid... España. -mira de forma neutra a sus capitales y al español menor lo mira con desprecio-

-Buenos días Imperio... -responden ambas capitales, además de hacer una reverencia al imperio-

-Padre... -el español mira al imperio a los ojos y asiente con la cabeza-

-¿Y bien...? ¿Que los trae a los tres a mis aposentos...? -su voz es ronca y seria-

-Nosotros dos... -Madrid se señalo a él mismo y a Valladolid- Venimos a daros nuestro reporte matutino, mi Imperio...

El español mayor asintió y luego dirigió su mirada a su primogénito, esperando que este hablara y dijera la razón de su aparición en su habitación tan temprano.

-Yo vine a avisaros que me llevare a las colonias a dar un paseo por los alrededores del imperio, ellos aún son niños y...- -se vio interrumpido por el español mayor-

-No tienes que darme tantas explicaciones crío... Solo teneis que decirme que quieres llevarte a esas patéticas colonias a dar un paseo... ¿Entendeis?

-Si padre... -el pelirrojo hace una leve reverencia-

-Bien... entonces volviendo a tu "aviso"... Teneis mi permiso de iros a dar un paseo con las colonias... Solo si estas ya terminaron sus lecciones...

-Claro padre... Muchas gracias... -el español hizo otra pequeña reverencia y comenzo a caminar a la salida de los aponsentos de su progenitor, hasta que la voz del imperio detuvo sus pasos-

-Todas las colonias pueden ir... excepto Nueva Cartago...

El menor casi se ahoga con su saliva al escuchar las palabras de su padre... Era imposible que se haya enterado... ¿Verdad...?

-Seguramente os pregunteis el porqué de mis palabras... sencillo... Esa pequeña colonia bastarda esta castigada en el calabozo... Me avergüenza saber que tan bella colonia no sea capas de decirme donde se oculta su madre y su gemelo...

-¿Como...?

-¿Que como me entere? ¡Jajaja! ¡Chaval! ¡Yo soy un Dios en estas tierras! Yo me entero de todo...~ Incluso me entero de algunas... relaciones... -el rostro del menor enrojecio en ese momento, agradecia estar de espaldas al imperio, para que asi este no viera su sonrojo-

𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑎 𝐶𝑜𝑠𝑡𝑎 𝑅𝑖𝑐𝑎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora