Bleach: La Gran Guerra de Sangre

Capítulo 55: Sentirse lleno de poder

Nota del autor: Este capítulo probablemente será el que haré antes de tomar un descanso. No estoy tan seguro, pero lo decidiré yo mismo. Ahora, en cuanto a este capítulo, se tratará de los Sonneritters, así como de cómo han cambiado las cosas en la Sociedad de Almas. Además, veremos lo que Akon y sus compañeros investigadores del Escuadrón 12 han estado haciendo desde la destrucción del Sereitei.

Capítulo 55: Sentirse lleno de poder

Cerca de lo que parece ser una gran torre helada, en algún lugar cerca de Die Wiege, Soul Society

En este lugar, cerca de algunas canteras, se alzaba una imponente torre. Pero su impresionante tamaño no fue lo más llamativo de la vista. Solo había que mirar en las canteras y ver trabajar a miles de hombres y mujeres, la mayoría de ellos como esclavos o prisioneros. Por supuesto, estos eran habitantes de la Sociedad de Almas, obligados a realizar un duro trabajo bajo la atenta mirada de los Quincies ... así como sus aliados recién adquiridos.

Todo, desde los soldados hasta los leales a los Shinigamis de los Bewachen, observó cómo los esclavos arrastraban grandes trozos de roca de las canteras debajo de ellos, sin mencionar la tala de los árboles cercanos en el área. ¿Qué tipo de lugar era este?

"¡VAMOS, PESOSOS SLACKERS! ¡RECUPEREN EL RITMO! ¡EL MURO NO SE CONSTRUIRÁ POR SÍ MISMO!" esta voz pertenecía a uno de los Sonneritters, que estaba sentado en una gran silla en lo alto de una plataforma mientras daba órdenes a todos los trabajadores a su alrededor.

Este fue Gosuke Kiganjo, una vez ex Capitán del Escuadrón 11, así como el décimo Kenpachi en llevar el título. En otras palabras, él era el capitán antes de ser "asesinado" por Kenpachi Zaraki en combate. Sin embargo, de alguna manera, este perezoso Shinigami había vuelto a la vida y ahora era uno de los miembros externos de los Sonneritters.

Kiganjo gimió mientras se rascaba la nuca. Parecía que le picaba allí. "¡Argh! ¡Este lugar es una mierda! ¡Hay tantos malditos mosquitos tratando de comerme!" se quejó antes de volver su atención a uno de los oficiales de Quincy que estaba a su lado. "¡ESTÁS ALLÍ! ¡Ve a buscarme un matamoscas o algo! ¡ME ESTARÉ TOMANDO UN DESCANSO DE TODO ESTE DESASTRE!" le ordenó el hombre alto y de piel oscura.

El Quincy tragó saliva a cambio. "¡P-pero señor! No debería tomar descansos. Con usted fuera, las operaciones aquí en Eisenauge serán ...", trató de explicar, solo para encontrarse con un gran Zanpakutou en forma de cuchilla.

Este era el Zanpakutou perteneciente a Kiganjo, y tenía un gran anillo negro con incrustaciones de oro en el extremo que era aproximadamente del tamaño de su palma. Estaba unida al extremo del mango, que también tenía un borde dorado, mediante una pequeña faja roja. Para decirlo sin rodeos, fue enorme.

"¿CON QUIÉN CREES QUE ESTÁS HABLANDO, HUH?" COMO SUPERVISOR DE ESTE LUGAR, ¡TODO LO QUE CORRES ES OBEDECER MIS MANDOS A LA LETRA! " el hombre alto no estaba siendo generoso.

"¡S-YESSIR!" el Quincy estaba en camino rápidamente, sin atreverse a cuestionar más a este hombre intimidante.

Con eso resuelto, Kiganjo dejó su arma detrás de su silla. Gimió, irritado por las responsabilidades que tenía en este lugar.

"¿¡Por qué tengo que supervisar este lugar por mi cuenta !? ¡Esperaba que Kusajishi y Matsumoto hubieran estado más que felices de ayudarme tomando este puesto por un tiempo!" Kiganjo maldijo a esos dos Shinigamis, que también eran titulares de Sonner. El hombre musculoso refunfuñó. "Kusajishi ... ¡ese pequeño imbécil probablemente esté holgazaneando jugando como de costumbre! Pero en cuanto a Matsumoto ... realmente no puedo estar enojado con ella. de esta última persona y sus medidas.