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Te vi llegar al altar de blanco. Lucías perfecta, no por lo que llevabas encima, si no por lo que percibía. Eras feliz. Demasiado feliz, y eso me daba gusto, aunque no fuera conmigo.

—aceptó— Dijiste mirándolo como alguna vez me miraste a mi.

Fue ahí cuando lo supe. Tú ya me habías soltado.
Entonces yo pude estar bien.

Luke H. Eterno 🌈🤍

Frases de boulevard 🌈⃤🚬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora