Esperé Por Ti (XiCheng)

Parte Tres

-"Cuando decidas dejar de seguir el mismo patrón de abuso, sabrás que eres mucho mejor que aquellos que te hicieron daño".

Jiang WanYin no podría tener más ganas de morir en esos momentos y todo es gracias a la vergüenza que está sintiendo justo ahora, dijo que se haría cargo de Lan XiChen y eso esta haciendo, aunque su método es un tanto... peculiar.

- ¿Por qué A-Cheng se detiene? - Inquiere Lan XiChen, abriendo sus ojos para mirar al mencionado.

- Creí que te habías dormido - Le responde, desviando la mirada.

- ¿Por qué creíste eso? - Pregunta, jugueteando con el objeto redondo entre sus manos.

- Bueno, tenías los ojos cerrados - Dice con obviedad, acariciando un mechón de sus cabellos desparramados por sus muslos.

- Disfrutaba de tu canto - Tararea feliz, satisfecho de encontrarse recostado en el regazo del menor - La voz de A-Cheng es melodiosa y muy hermosa, así como lo es él - Agrega con una sonrisa que ilumina su mirada.

Demonios, eso fue directo a mi corazón.

- ¿Puedes callarte? - Gruñe, presionando su entrecejo.

Lan Huan nota su postura rígida y expresión tensa, claros indicadores de que su contraparte se encuentra incómoda y si desea permanecer con su cabeza apoyada en su regazo por un rato más deberá de guardarse para sí mismo sus halagos, por más difícil que sea.

- No sabía que las campanillas de la claridad tuvieran tal efecto - Comenta para cambiar así el tema, observando dicho objeto entre sus manos.

- Ayudan a aclarar la mente del usuario en caso de que se encuentre perturbada - Dice el Jiang sin mucho interés. En realidad, nunca le fue útil.

- No soy un usuario de ella - Señala el contrario.

- No es un objeto con un amo definido como Zidian o Shuoyue - Le aclara, retirando el flequillo de su frente - Brinda sus beneficios a cualquiera en busca de un poco de paz mental - Suspira, retirando sus dedos - ¿Qué? - Inquiere al verse observado por ese par de ojos cobrizos.

- ¿Te ha traído paz? - Pregunta el Líder Lan.

- No - Y el contrario le responde con absoluta sinceridad - Pero cantarle canciones de cuna a Jin Ling por las noches para que me dejase dormir se acercaba - Agrega sin pensar y se termina golpeando mentalmente por decir algo como eso.

- Así qué es por ello que eres tan bueno - Ríe el mayor, pensando que es verdaderamente lindo - ¿De dónde las aprendiste? - Pregunta con curiosidad.

- De mi A-Jie - WanYin le responde después de tragarse su bochorno - Y de cuando escuchaba a mi Die cantarle a Wei WuXian por las noches - XiChen percibe que en esas palabras no existe el desprecio, sino un silencioso anhelo que nunca podrá ser satisfecho.

Jiang Cheng hace mucho comprendió que su antiguo shixiong no tuvo la culpa de que su padre no le prestara atención en su juventud y aunque sigue siendo una herida que llevará consigo por siempre hasta que muera, no es algo que le perturbe como antes.

Recordar a sus padres y hermana le duele y siempre le dolerá, creyó que nunca podría llegar a superarlo pero ahí se encuentra, hablando con Lan XiChen tan fluidamente de su familia y niñez. Tal vez y sólo tal vez, necesitaba un poco de tiempo para asimilarlo.

- Mi A-Niang cantaba para nosotros siempre, su voz era maravillosa - Relata el Lan, con una gran sonrisa dibujada en su rostro de tan sólo recordarlo - Fuqin en cambio, ni siquiera puedo recordar otra cosa que no sea su espalda alejándose - Susurra y su expresión decae, provocandole un sentimiento amargo al menor.