07 de Octubre del 2014
Bajo las nuves grises que cubrían los cielos, un niño de cabellos oscuros estaba plantado frente a un gran roble cerca de su escuela. La pantalla en su cabeza anunciaba el despertar de una posible tormenta, desquitando su furia con miles de relampagos y truenos. Todo el alumnado que tuvieran un poco de sentido común se refugiaría bajo los techos de sus casas e incluso aguardaría dentro del instituto si sus respectivos padres no llegaron por ellos aún. Pero ese tipo de logica no llegaba a ser del todo correcta para ese niño azabache, el cual no se despegó de aquel arbol por ninguna advertencia que le cayera del cielo.
Serio, molesto, guardando más mierda que cualquier niño de su edad debería retener. Pero él no era cualquier niño. Él no tuvo lo que otros tuvieron y, para colmo, en lo que quedaba del año descubrió cosas horripilantes de su familia (o lo que quedaba de ella). Su tío fue el responsable de que Jungkook no recibiera esa atención maternal que siempre deseó desde sus nueve años. No fue un maldito suicidio como lo hacía aparentar su padre, quién ahora era complice de aquel homicidio.
Allí descubrió que había un poder mas grande que el amor, un poder aún mayor que desmentía esos cuentos de hadas que su madre le relataba por las noches. Pues claro, cuando un miembro de su familia fue envenenado por los sucesos catastróficos de la vida, dicho veneno se fue esparciendo hasta acabar con todos los demás. Porque su tío perdió a su mujer por un accidente de auto luego de una pelea matrimonial. Porque en lugar de resolver sus problemas, decidió que si él no tenía una compañera de vida su hermano tampoco. Porque las lagrimas de un niño inocente no eran antidoto suficiente para ese veneno y por esa razón le fue tan facil arrebatarle a su madre. Porque el dinero lo compraba todo y el señor Jeon optó por fingir que su esposa se suicidó a sabiendas de que no era cierto. De todas formas alguien tenía que ayudarlo a mantener a Jungkook, y quién mejor que su hermano heredero de la fortuna familiar.
Quien mejor que el asesino de su madre para pagarle la puta escuela.
La plata, el rencor y la venganza. Tres poderes aún mayores que el amor.
Asi que allí estaba, bajó las leves gotas de lluvia que pronto se multiplicaran de a montón. Raspando con cuchillo afilado la corteza del roble con tal de dibujar lineas al azar. Encapuchado, encerrado y protegido por un buzo holgado, negro como su mirada. Por cada cuchillada que daba la adrenalina en su interior se intensificaba aumentando la violencia de sus cortes, llegando al punto de ser demasiado peligroso hasta para él mismo. Gruñido tras gruñido, el azabache despedazaba la piel del arbol con ira acompañado de una pontente brisa helada que congelaba la punta de su nariz.
La gente lo miraba raro desde la ventana y no esperó mejor momento para brindarles a todos esos idiotas una sonrisa cínica y llena de demencia, como a él le gustaba. Tardó en entender que su respiración enloquecía a la par de sus acciones y con una última embestida al arbol se dio cuenta de que no era suficiente.
Necesitaba más.
Alzó su mano izquierda a la altura de sus ojos, los cuales se escondían derras de su flequillo a sabiendas de que su mirar era peligroso para cualquier ser vivo en esta tierra, y pegó toda la palma sobre esos cortes. Con paciencia, el cuchillo en la otra mano subió de forma peligrosa apuntando a su objetivo. Estaba demente, estaba desquiciado por sentír cualquier pizca de dolor, algo que le recordara que desgraciadamente seguía vivo.
Su mano temblaba contra el arbol, no porque él tuviera miedo de lastimarse, sino que ella misma le temía a su propio dueño. Pero debía pagar, debía pagar por no haberle conseguido alguna otra victima para descargarse en ella. Debía pagar por ser tan cobarde y por haber impedido que él se quitara la vida hace un par de días.
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I N V I S I B L E 》TwoShots
Fanfiction[Historia TaeKook] Jungkook estaba demente, sus ojos muertos manchados debajo por una manta gris que se expandía sin pudor funcionaban como prueba de ello. Si te atrevías a observalo, si corrías el riesgo de que te atrape espiandolo, descubrirías qu...