Until the End. »Johnny Christ y Synyster Gates» Brohnny.

Prólogo

«Seis meses antes»

Lacey, se encontraba ordenando la habitación principal para luego proceder a preparar el desayuno para ella y su esposo. Johnny, en cambio, ya se encontraba en la cocina alimentando al gato siamés de su esposa.

—Toma, espero que con esto dejes de maullar por un rato —le susurró al animal mientras colocaba el tazón mediano con leche en el suelo. Ketchup bajó de la mesa y se dispuso a tomar del recipiente con desesperación. Si, así se llamaba el gato.

El celular de Johnny vibró, haciendo que llamara la atención de él. Al observar, se dió cuenta de que tenía un mensaje de Matt, uno de sus mejores amigos.

«Matt: ¡Hey, Gnomo! Tienes que venir de inmediato a la disquera, ¡nos tienen buenas noticias!» 

Johnny sonrió, tecleó algunas palabras y le respondió a su amigo, avisando que de inmediato estaría allá.

—¡Bebéeeeee! —exclamó él con su más grande sonrisa mientras subía por las escaleras con emoción, dirigiéndose hasta la habitación donde su esposa estaba—. Matt me mandó un mensaje, ¡nos tienen buenas noticias en la disquera! 

Lacey lo observó con ternura y sonriendo lo abrazó.

—Eso es fantástico, Johnny —se separan—. Deberías ir de inmediato hasta allá.

Sonrió levemente y Johnny notó enseguida su malestar.

—¿Te pasa algo? —le preguntó él preocupándose. Ella negó repetidas veces con su cabeza.

Si supieras... pensaba. 

—Nada, es sólo que me duele la cabeza, eso es todo —sonrió Lacey y volvió a abrazarlo—. Te amo, ¿lo sabes, verdad?

—Por supuesto que sí, y yo también te amo a ti —respondió y besó su frente delicadamente. Johnny se preguntaba qué es lo que le estaba sucediendo a Lace—. Pero te siento nerviosa, sabes que puedes contarme. 

—Necesito que me prometas algo... —le susurró apenas se separaron de su agarre. Johnny asintió—. Prométeme que si alguna vez algo me llegara a suceder, tu serás fuerte y seguirás con esa sonrisa hermosa que tienes en el rostro. 

Johnny frunció el ceño confundido.

—No digas eso, linda —le respondió él, negando varias veces—. ¿Por qué habría de pasarte algo? 

—Sólo promételo —dijo ella. Johnny volvió a asentir aún sin entender el porqué de las palabras de Lacey—. Bueno, apúrate. 

La mujer sonrió y tomó de sobre la cama, una chaqueta para Johnny.

—Gracias —tomó el abrigo y se lo colocó—. No demoraré mucho, lo prometo.

Se despidieron luego de un beso y Johnny bajó hasta la sala, buscando las llaves de su auto de arriba la mesa para luego salir rumbo a Hopeless Records.

Al llegar, se dirigió a la sala donde frecuentemente ensayaban. Entró y se encontró a Harry, su manager, hablando con los chicos.

—¡Llegué! —se anunció Johnny—. ¿Qué sucede? 

Todos voltearon sonrientes a ver a Jonathan.

—¡Nos vamos de giraaaaaaaaaaaaaaa! —gritó Jimmy, mientras corría y levantaba a Johnny por los aires como si fuese un muñeco inflable.

—¡Demonios, Rev! Esto es genial pero bájame, por el amor a la cerveza —Jimmy lo bajó y lo observó seriamente—. Ya me estab...

—No te metas con la cerveza —le advirtió.