꧁Abrázame Bajo La Lluvia꧂

Hola!! Quiero ser parte de tu vida

-Entonces...

-No, Will, por última vez, no puedes ir a mi casa

-¡¿Porqué no?!

-Mi madre no me deja hacer "pijamadas", además no estoy interesado en pasar toda la noche sin dormir por tu maldita energía de perro sin correa

-Por faaaaaaaa, mi hermana hará una pijamada y sus amigas siempre llegan a molestarme. La última vez terminé maquillado

-Jajajaja, igual no voy a ayudarte

-¿Y si es en mi casa?

-Peor, ni loco, con lo que me acabas de decir, menos que vaya

-Oye eres el único en el que mis padres confían para este tipo de cosas, si le digo a Jonathan o Dilan lo más seguro es que-

-Buenos días chicos, por favor siéntense y guarden silencio... hoy se integrará un nuevo estudiante

-Kego.. (en un susurro) ¿puedo sentarme contigo?

-No (también en un susurro) allá hay otro espacio

-Pero es junto a Star

-William y Kego, silencio.
Bueno, pasa y preséntate a la clase en lo que termino de buscar unas cosas (dijo el maestro Jhonson mientras buscaba algo en su mochila)

Entonces, de la puerta se vio a un chico bajo, quizás menor que la mayoría ahí, de piel blanca, aunque no tan pálida como la de Kego, pero se caracterizaba por parecer de porcelana, muy bien cuidada y si veías bien, a partir del final del cuello, se podían ver pequeñas pecas que probablemente estaban en el pecho, tenía una cabellera castaña, rizada pero corta y cuando Kego terminó de recorrerlo con la mirada y por fin llegó a su cara... esa cara, la reacción del azabache fue completo asombro, pues nunca en su vida había visto unos ojos verdes tan hermosos como esos, los cuales parecían esmeraldas, las mejores esmeraldas; en un punto sus miradas se encontraron y fue un choque increíble, el azabache color de ojos del mayor encontrado con el esmeralda del más bajo, no pudo ser más épico, hasta que luego de unos segundos, su ya conocida y molesta compañera interrumpió:

-¿Vas a presentarte o no?

Star..... en esos momentos Kego la odió más de lo que ya la odiaba, le había cortado ese momento que aunque no pueda explicarlo fue tan extrañamente mágico, que no le molestaría volver a tenerlo

-A-ah, sí, perdón, mi nombre es Dineth Kroll, tengo quince años y hace no mucho me mudé

-¡Pues bienvenido a último año C! Te aseguro que la pasarás muy bien en nuestra compañía, me llamo Amy y soy la representante de salón

La chica castaña le extendió la mano desde su escritorio, el cuál además de estar en primera fila, también compartía con una chica de cabello corto

-Muchas gracias (le devolvió el saludo estrechando sus manos)

-¡Oye! Dijiste que tienes quince, ¿no? ¿Qué haces aquí? Es decir la mayoría aquí tiene entre 16 o 17

Habló otra chica con un particular color de cabello, esta estaba sentada junto a un rubio

-Pues me adelantaron, pero este año cumplo 16, así que estaré de sus edades, más o menos

-¿Porqué te-

-Michelle deja de ahogar a Dineth con muchas preguntas

Esta vez fue el maestro Jhonson quién había interrumpido para por fin dar comienzo a su clase

-Dineth ve a sentarte donde esté vacío

Y ahí estaba otra vez ese encuentro de miradas, un negro profundo con un verde demasiado claro, Dineth tomó asiento junto a Kego y le sonrió, ¿qué carajo era esa sonrisa? Se dijo así mismo Kego, el menor estaba deslumbrando todo el salón con solo esa sonrisa, o por lo menos así se lo imaginó el azabache

-Hola, soy Kego

-Un gusto, soy Dineth, bueno aunque ya lo escuchaste hace unos momentos, jaja....

Bueno, socializar no era tan fácil después de todo, pero un saludo era un avance, ¿no?