Capítulo 1

25 1 0
                                    

Año 2045

El cielo lucía de un tono anaranjado, el pasto estaba seco y el aire era irrespirable, el agua había escaseado por completo, mientras que los únicos alimentos que existían, eran fabricados en laboratorios, los cuales eran solo capsulas con sabores, envueltas en un material muy similar al aluminio, el agua había sido reemplazada con un liquido parecido al suero, el cual debían beber por medio de una inyección que debía aplicarse 2 veces al día.

Ivy 013 era una chica de 21 años que había perdido a su familia debido a la gran explosión ocurrida en el año 2040, a la poca gente sobreviviente de este acontecimiento se le prohibía hablar de aquello y además de esto los apellidos fueron eliminados, ahora solo eran números, ya que quisieron acabar con los orígenes de las personas, además de esta forma sería más fácil ver cuantos sobrevivientes permanecían vivos.

La chica luego de caminar bastante durante días, se encontró con una casa a mitad de ese enorme sitio eriazo, el que alguna vez fue una ciudad, la casa por fuera lucía como las antiguas casas, que se podían ver antes de aquel terrible hecho, casi ni recordaba haber vivido en una casa así antes, muchos recuerdos se le estaban comenzando a nublar en su mente y esto la asustaba bastante. Ivy estaba demasiado cansada, así que decidió acercarse a la dicha casa, sin importarle las consecuencias, se acercó a la entrada y tocó la puerta 2 veces, de la forma en que se solía hacer antes (con los nudillos), esperó un momento hasta que alguien abrió la puerta, era una persona que vestía un traje que se asemejaba un poco al de un astronauta, solo podía ver sus ojos, esta persona le preguntó como se llamaba y la obligó a mostrar su carnet para identificarse, la chica al oír esto obedeció, luego de esto aquella persona la invitó a entrar a la casa, al estar allí notó que por dentro el lugar era bastante frio, las paredes eran de metal y no habían ventanas, en lugar de estas solo habían unos cuadrados pegados a la pared, de donde emergía una luz blanca. La persona que llevaba aquel traje, se quitó el casco, dejando al descubierto su rostro, era una mujer rubia, de ojos celestes y de piel muy blanca.

- Buenos días mi nombre es Avril y es un placer conocer a otro sobreviviente - dijo la mujer estrechándole la mano

- Mucho gusto, mi nombre es Ivy - respondió la chica

La mujer fue a una habitación para quitarse el resto del traje, cuando ya estaba con su ropa normal, se acercó a Ivy y la llevó hasta donde se encontraba un objeto que parecía una lampara de pie, pero mucho más alta de lo normal, colocó a la chica abajo de esto y aquel objeto comenzó a rosear a la joven con un extraño desinfectante, luego de esto la invitó a otra habitación, pero antes de entrar cerró la puerta, se escuchaba que hablaba con otra persona, la voz parecía de un hombre, Ivy solo esperaba afuera, algo asustada, aún no sabía en donde se encontraba y si estas personas tenían buenas intenciones. Luego de esperar un rato Avril invitó a la chica a entrar, al estar dentro de la habitación, se encontró con un hombre de cabello verde, que escribía concentrado en una maquina de escribir, el sujeto al sentir la presencia de la chica allí, levantó la vista y la observó con una sonrisa en el rostro

- Es un milagro, creí que que nunca encontraríamos a otro sobreviviente - exclamó emocionado

- ¿Quiénes son ustedes?¿que es todo esto? - preguntó Ivy extrañada

- Permíteme presentarme, llámame Mod Sun, mi novia Avril y yo somos dueños de este refugio para sobrevivientes, además de eso creamos objetos para protegerse de los peligros que se encuentran allí afuera, como por ejemplo trajes especiales, armas para defenderse de algún animal que haya mutado, etc.. - explicó el hombre

- Genial, ¿y hay más sobrevivientes? - preguntó la chica intrigada

- SIp si hay, pero fueron trasladados hacía otro lugar, allí es más seguro, esta es la zona cero, así que por eso me sorprende tanto que estés viva - comentó el de cabello verde

La chica al oír esto, se animó un poco, necesitaba saber donde se encontraba aquel lugar, quería ver si algún conocido suyo seguía vivo, pero de seguro debía esperar, tal como lo había hecho todo este tiempo. El hombre continuó hablando con Ivy, preguntándole su nombre y algunos datos superficiales sobre su familia, luego de esto Avril la invitó a una sala de estar, en d0nde solo se encontraban unos libreros, un sofá de cuerina y una radio a pilas

- ¿Y no hay televisión? - preguntó Ivy 

- No, solo debemos limitarnos a usar las cosas más antiguas, con lo que ocurrió hace 5 años...muy pocas cosas tecnológicas siguen funcionando - explicó la rubia 

- Hace mucho tiempo que no hablaba con otra persona, estuve caminando mucho tiempo, descansaba en algunos lugares abandonados, pero luego debía seguir mi camino ya que a veces aparecían aquellos animales que mutaron - comentó la chica mirando hacía el techo

- Entiendo - hizo una pausa - mira no hay problema en que estés aquí, pero por favor nunca bajes al sótano, Mod Sun y yo cuando llegamos aquí nos encontramos con algo muy raro allí, esta casa solía ser de un científico, el cual al parecer murió y se quedaron muchos de sus experimentos allí, por favor prométeme que no bajaras al sótano - dijo la rubia preocupada

- De acuerdo, no bajaré al sótano - afirmó Ivy 

Aquella noche durmió en una cama cubierta de plástico, era demasiado incomodo, además de que el hecho de que el lugar no tuviera ventanas le daba una sensación de claustrofobia, miró la hora en un viejo reloj que se encontraba en una mesa, eran las 2:30 AM, tenía insomnio, durante esos 5 años había dormido a ratos, nunca de corrido, por lo general solía dormir en total 3 horas, la chica al no poder conciliar el sueño, se levantó y caminó hasta la puerta, la abrió tratando de no hacer mucho ruido, al salir de la habitación se dirigió hacía la sala de estar, tomó uno de los libros que allí se encontraban pero hace años que no leía algo y le estaba costando entender bien lo que leía, Ivy al levantar la vista de pronto notó que detrás de una planta falsa se encontraba una puerta, ella sabía que no debía entrometerse demasiado, pero sentía la curiosidad de saber que había allí.

Se acercó a la puerta la cual por una extraña razón estaba sin llave, la madera vieja rechinó un poco, lo cual asustó bastante a Ivy, no quería despertar a nadie, luego de esto tomó una linterna que se encontraba sobre la mesa de centro y comenzó a bajar las escaleras, bajó lo más lento que pudo, tratando de ser muy sigilosa, al llegar al ultimo escalón, iluminó cada rincón del lugar, allí las cosas estaban cubiertas por sabanas, por lo cual tuvo que acercarse hasta allí, para ver que se encobraba bajo ellas, comenzó a descubrir alguno de los objetos, eran computadores, en años había visto alguno de esos. Finalmente llegó a una vieja laptop con un adhesivo afuera que decía "No encender", Ivy impulsada por su curiosidad, ignoró todo tipo de advertencias y encendió la laptop, esperó unos momentos y se encontró con el escritorio vacío, pero luego de revisar con paciencia se encontró con un icono en una esquina que llevaba el nombre "YUNGBLUD", la chica extrañada dio click sobre el icono, ella suponía que era algún programa, pero no entendía de que se trataba, al abrirse, apareció la imagen de un chico de cabello rojo, el cual tenía puestas las manos sobre su rostro

- ¿Qué es esto? - preguntó la chica asustada

- ¿Puedes verme? - preguntó sorprendido el chico

- Oh no es cierto - dijo Ivy poniéndose la mano sobre su boca

- Soy Dominic Harrison, no había visto a alguien en años - explicó el pelirrojo con un marcado acento britanico

- ¿Eres real?

- Si, bueno solía serlo, hasta que un idiota me encerró aquí - respondió Dom

- Nunca creí que esto fuera posible, ¿tu eres humano?

- En teoría si, pero ahora no es estoy realmente seguro de lo que soy - explicó angustiado

Ivy se sintió mal por el chico, realmente quería ayudarlo pero no tenía idea de como hacerlo, además Avril le había prohibido entrar ahí, no sabía que hacer, se quedó un rato más junto a él, pero temía a que la rubia y su novio la descubrieran, así que decidió apagar el computador, a pesar de que Dom le suplicaba que no lo hiciera, la chica le prometió que la noche siguiente podrían seguir conversando, realmente quería cumplir su palabra, no quería desilusionarlo.

Digital Boy [YUNGBLUD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora