El comienzo de todo [WooGyu]

7°

El fin de semana había pasado y con ello nos encontrábamos nuevamente en el gran inicio de la semana "Lunes".

SungGyu comenzó a prepararse para un nuevo día, ultimada mente no se sentía realmente motivado para asitir al instituto, sus ánimos estaban hasta el suelo y eso lo tenía totalmente frustrado pues su rendimiento académico se había visto algo afectado.
Se sentó en aquella silla frente a ese gran espejo, mirándose un poco pudo notar lo demacrado que se veía, dejo salir un profundo suspiro de  cansancio y comenzó a maquillarse un poco.

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Los alumnos caminaban de un lado al otro, unos llendo a su salones, otros simplemente caminando hasta que las clases dieran comienzo. Y por otro lado teníamos al
de cabellos castaños quien respiro hondo y camino en dirección hacia su salón, intentando pasar desapercibido, agacho la cabeza y se apresuro a caminar lo mas rápido posible, su camino se vio interrumpido ante la persona  que se encontraba a escasos centímetros de él y por alguna extraña razón su corazón latio con desesperación.

—Ho...la WooHyun.

El mencionado lo miro de reojo de pies a cabeza, cosa que hizo sentir nervioso en demasia a SungGyu, quien se ruborizó un poco, esperando la respuesta del pelinegro.

—Debo ir me, adiós.

La confusión en los ojos de SungGyu era evidente, pero el pelinegro no se iba a detener a explicarle que no tenia el mínimo interés de interactuar con él, así que procedió a cerrar su casillero, tomar sus cosas y ir se.

Realmente SungGyu no sabia que le estaba ocurriendo a su nuevo compañero de clases, las cosas no iban bien desde la ultima vez que lo habia visto, aún recuerda la fría mirada que le había dedicado él otro en aquella cafetería, no entendía el porque de su actuar, ¿acaso había hecho algo malo?.
Dejo de pensar en ello y se dirigió hacia su salón, al entrar no puedo evitar hacer contacto visual con la persona que no salía de sus recientes pensamientos, ambos mantuvieron la mirada uno sobre el otro, y entonces SungGyu por un breve momento pudo notarlo, la mirada de WooHyun había cambiado, no era la misma que había visto aquel día donde lo ayudo, su mirada era totalmente diferente.
SungGyu no quería ser un exagerado, talvez todo era su imaginación que le estaba jugando mal, pero aquellos ojos, no tenían el pequeño brillo que en un inicio pudo observar.

Las clases dieron inicio y todos los alumnos comenzaron a llegar a sus respectivas clases
El profesor dio inicio a la clase, pero el de cabellos castaños se encontraba divagando en su mente  sin prestar atención a lo que el profesor decía, lo único que lo saco de sus aturdidos pensamientos, fue aquella campana que avisaba la hora de descanso.

Un muy aninado Sungyeol arrastro a su mejor amigo hasta la cafetería donde el destino los llevo a encontrarse con la persona que SungGyu no quería ver en estos momentos y si, estamos hablando de "MyungSoo" y es que después de lo ocurrido hace unos días, no le había hablado, pues cada que pensaba en él se sentía bastante nervioso.
El de tes palida comenzó a acercarse a los dos chicos quienes se encontraban comprando su almuerzo.

—Hola chicos, creí que no los encontraría.

—Ho..la Myungsoo, ¿cómo estas?.

—Hola SungGyu, yo estoy bien, pero, ¿tu cómo estás?, ¿dormiste bien?, ¿comiste bien?, ¿amaneciste bien?, ¿cómo te sientes hoy?— el pelinegro no dejo responder al otro, saco algo de su bolsillo y lo coloco cuidadosamente en la mano del menor— Te traje esto.

—¿Qué es esto?— el castaño miro con confusión el objeto recién dado.

—Es una pulsera que cambia de color dependiendo tu estado de animo, el amarillo significa felicidad y el negro lo contrario, así siempre sabre como te encuentras.—  el de tes palida acaricio tiernamente la cabellera del castaño.

— Gracias MyungSoo.— las mejillas del menor se tornaron de rojo ante la mirada que el mayor le estaba dando, haciéndolo sentir inquieto.

—No pues, si quieren los dejo solos, me siento como un mal tercio.

—Que cosas dices Sungyeol, vayamos a comer.

Los tres chicos hicieron caso omiso y se dijieron hacia la mesa donde de gustaron sus deliciosos alimentos, mientras reían de algunas cosas sin sentido.

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SungGyu se encontraba caminando hacia la salida, no se encontraba del todo feliz puesto que SungYeol y MyungSoo habían decidio abandonarlo,  ambos chicos se habían metido al equipo de fútbol donde tenian que quedarse a practicar, si debiéramos de admitirlo, aquello le hacia sentir algo celoso al castaño y no, no por lo que ustedes creen, si no porque él realmente no iba para nada con los deportes y ello lo hacia sentirse excluido del grupo.

Aquellos pensamientos quedaron atrás y ahora solo se encontraba nervioso enfrente del de mirada de Ángel, contuvo la respiración acercándose lentamente hacía él, esta era su opurtnidad de saber lo que estaba mal.

—Woo...Hyun, yo quería hablar...— el menor agacho la mirada y suspiro profundamente — contigo

—¿Así?, ¿de qué?, tengo prisa.

—Bueno, yo... quisiera saber si yo...

Las palabras del menor se quedaron estancadas, cuando sintió aquel líquido de apariencia y olor desagradable recorrer desde su cabello hasta el suelo, las risas de aquellos chicos se hicieron presente y SungGyu no tuvo que voltear pues las reconocía perfectamente.

—¿No sienten que algo huele horrible?

—Sí, ¿de dónde vendrá ese malo olor?, a ya se JaeJoong, es SungGyu, que horror— Kang Daniel miro directo a los ojos al castaño quien solo agacho la mirada.

Los pequeños ojos de SungGyu comenzaron a cristalizarse, se sentía totalmente avergonzado, no quería que el pelinegro lo viera de esa forma, pese a todo por un momento creyo que WooHyun lo defendería y saldrían por la puerta como un total K-drama, pero ¿qué creen?, esto no es un cuento de hadas, es la vida real.

—Que asco das SungGyu — El de mirada angelical, tapó su nariz con ambas manos— Deberías bañarte apestas a perdedor jajajaja.

—Que con eso WooHyun.— Jaejoong sólo rodó los ojos.

—Daa, bueno  es la esencia natural de Kim SungGyu, pero ya vamonos, estar cerca del me produce asco.

Jaejoong y los demás se fueron riendo por lo recien ocurrido.
SungGyu se arodillo mientras las pequeñas lágrimas brotaban de sus cachetes una tras otra, su corazón dolía, y no por estar empapado de una extraña sustancia, si no por creer que WooHyun era diferente, por creer que lo salvaría, que él lo protegería,  la vida le había dado un golpe de realidad, de una manera muy cruel, lo habia hecho darse cuenta que Nam WooHyun no era un ángel, solo era uno  más de aquel grupo que le hacia imposible la existencia a SungGyu.

Volviiiii jajaja, espero y no hayan olvidado esta historia 😔
perdón por no haber actualizado durante muchos tiempo.  espero les guste Y sigan leyendo la historia jejeje 🥺
Lindo diaaaaaaaaaaa.

P.s: El álbum de WooHyun es hermoso, su vídeo oficial  y todooo lo demás 🥺💗