Parte 2

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Al día siguiente, de pie mirando hacia la ventana Laura comienza a recordar pequeños fragmentos de lo que ocurrió hace 7 años antes del accidente en el que milagrosamente sobrevivió, pero desde ese día no recuerda nada de su pasado, solo al hombre que la rescató y cuidó de ella...
El sonido de las voces comienza a hacer eco en su cabeza pero no logra distinguir si se trata de un sueño o de su pasado, un fuerte dolor de cabeza produjo un leve mareo, al tambalear estiró la mano para sostenerse de una repisa pero en su intento falló, estaba a punto de caer cuando un abrazo la sostuvo, al sentir la calidez del mismo se quedó por un momento perdida, sentía algo de seguridad pero aún dudaba de muchas cosas.
—¿ya te sientes mejor? —  se escuchó una voz masculina, a lo que ella reacciona y vuelve a sus sentidos, se aparta de él inmediatamente.
Si, solo ha sido un mareo.
El hombre frunce un poco las cejas con algo de duda ante la respuesta de Laura.
¿Desde hace mucho te mareas con frecuencia? — le pregunta de manera inexpresiva, a lo que Laura le responde
solo cuando sueño con unas personas, pero no descubro nunca sus rostros—  con algo de frustración Laura coloca sus dedos en las sienes suspirando
—¿cuándo recuperaré todos mis recuerdos?
La observaba sin rastros inmutables
—Si ya te sientes bien, me marcho.
—¡espera!
Él detiene su marcha mientras gira con curiosidad.
—han pasado 7 años, aún no me dices tu nombre.
—en tu cabeza está mi nombre, solo que aun no lo encuentras. ¿Algo más?
—eh... Yo solo... Olvídalo.
—cuando recuerdes todo, no sé si serás feliz o miserable. Añadió estás palabras y se marchó.

Laura quedó pensando en las palabras que él dijo, ella quería descubrir el motivo oculto cuando se refirió a feliz o miserable, quería saber si era por su pasado o por él, no estaba segura de que sea una mala persona porque la rescató pero ella ha permanecido en casa desde ese entonces con la orden de no salir hasta recordar quién era, pero por qué le tenía miedo a esa orden, por qué no se atrevía a salir, qué era el de ella en su pasado, tantas preguntas sin respuestas fueron interrumpidas por una dulce voz.
Mamá, ya estoy lista.
—pero que niña tan bonita, creo que fui recompensada por Dios.
—mamá, hay niñas más bonitas.
—de ninguna manera, tu eres la mas bonita de todas, pareces un hada
Al pronunciar esta palabra, el corazón de Laura comenzó a sentirse extraño, y lágrimas aparecieron de repente.
¡mamá! ¡Mamá! ¿Te duele algo?
Laura vuelve a sus sentidos
—lo siento mi bebé, no es nada.
—¿y porque te salen lágrimas de los ojos?
—creo que algo entró en los ojos de mamá, por eso las lágrimas.
—¡vaya! Yo solo pensaba que llorabamos cuando algo nos dolía, o cuando Estamos molestos.
—haz crecido mucho, mira como hablas.
—lo aprendí en la escuela, mamá llévame hoy, nunca me has llevado, no hemos salido a pasear o a comer afuera como lo hacen los demás niños con sus padres, ellos a veces dicen que no tengo mamá porque nunca la han visto, ni siquiera tengo una foto para mostrarles que eres real.

Estas palabras eran tan reales que Laura no supo cómo persuadir a la pequeña. Solo quedó apresurarla para que se vaya al colegio...

En el camino al colegio, un automóvil lujoso se detiene en el semáforo, dos ancianos sentados en la parte de atrás observan el camino al mirar al vehículo de al lado el anciano palidece, la dama de al lado lo observa asustada y apresura al chófer para ir al hospital, el semáforo cambió para dar paso y los dos vehículos toman rutas diferentes, el anciano reacciona y da una orden
¡sigue a ese vehículo!
—si señor.
La dama se queda atónita, no puede creer qué pasó para que el anciano reaccionara de esta manera
qué está sucediendo, primero palideces cómo si apareció un fantasma y ahora persigues a un vehículo desconocido
—era ella. Dijo con tristeza
—¿ella? ¿Quién?. Luego entendió lo que él quería decir
—¿te refieres a Laura? Nuestra Laura. Dijo nerviosa
era como ella cuando era una niña.
—acabas de ver a una niña y la confundes con nuestra hija! Es imposible que sea ella.
—si... Es imposible... —suspiró —Cambia la ruta, volvamos a nuestro destino.— ordenó al chófer, quien obedeció de inmediato la orden.

En la oficina alguien interrumpe.
señor, creo que la reconocieron.
Alguien sentado en su silla de presidente sonríe.
quiero que me mantengas informado ante cualquier movimiento, puedes marcharte.
—si señor.
—espera... La orden es que pueden verla más no acercarse, ella no debe tener contacto con sus abuelos aún, ahora si puedes retirarte.

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⏰ Última actualización: Nov 05, 2021 ⏰

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