Capitulo 2

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Deathbeds

Una vez más estoy sola en ésta habitación obscura, una vez más con ellos al rededor, ellos están aquí... Conmigo.

No se han ido, no me han dejado, me persiguen a donde sea que vaya.

Me han dicho que jamas se iran.

Ellos siempre estarán atormentadome con sus sonrisas diabólicas, con sus ojos inyectados de odio, con sus enormes dientes desgarradores, esperando a que caiga para lastimarme, tienen unas enormes garras con las que podrían cortarme la piel con muy poco tacto.

La cama se siente suave, despierto por la luz del sol que se cuela entre las cortinas, se expande dentro de toda la habitación colonial. Aún no entiendo como es posible que llegue aquí sin hacer nada.


Él entra a la habitación, tiene esa sonrisa que lo caracteriza tanto, sus colmillos aún siguen sin salir, me pregunto ¿porqué?, sus ojos negros brillan, se ven de una forma hermosa, parecen lunas, lunas negras, tienen un brillo muy hermoso, demasiado a decir verdad, su cabello negro está mojado, recién lavado al parecer.

Me tiende la mano para que la sostenga y lo hago, su mano es cálida, grande y tiene un fuerte agarre, me lleva donde unas doncellas para bañarme al parecer y me ponen la ropa, un vestido blanco esponjado de estilo princesa, pero yo no soy una, ¿Porqué lo hacen? Me pregunto, pero no se los digo.


Me llevaron por un gran pasillo y llegamos a un comedor grande, había muchas sillas pero estaban vacías,  sólo estaba él. No lo entiendo. ¿porqué él estaba soló?


Me dedico una sonrisa al ver que estaba ahí, con él...

Habia gran variedad de frutas y comida tanto de bebidas, todo estaba muy delicioso.

Él no me ha dicho nada, literal no me ha hablado, solo dirigido miradas, sonrisas y ha extendido sus manos para tocar las mías.

De nuevo se acercó a mi, me agarró de los hombros, me vio la cabeza a un lado y puso sus labios en mi cuello, lo sentí sonreír otra vez, pero no me mordió, no me encajo sus enormes colmillos, me dio un beso ¡UN MALDITO BESO EN EL CUELLO!.

Y susurro en mi oído...

-Sano mis heridas, pero no puedo curar lo que siento por ti-...

Mirame arderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora