epilogo

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(Narro yo)

Ya había pasado una semana desde aquel incidente. Despues de que boruto y Sarada lograran despertar No tuvieron tiempo para hablar entre si, ya que sakura y los demás médicos tenían que seguir observándolos en caso de algún efecto secundario, pero gracias a ese tiempo el rubio pudo prepararse para cumplir una de las promesas que se había hecho a sí mismo con la azabache.

Himawari: one-chan, estas seguro de salir? Es que tal vez es muy pronto... -dijo la Uzumaki menor mientras veía a su hermano mirarse al espejo.

El rubio volteó a verla y le sonrió.

Boruto: no va a pasar nada, tan solo iré a hacer algo y después volveré -mencionó mientras se dirigía a la puerta.

Himawari: iras a ver a Sarada? -esta vez lo observó con picardía, logrando causar un tono carmín en las mejillas del Uzumaki.

Boruto: e-eso no importa, ya me voy, dile a mamá que vuelvo pronto! -mencionó mientras salia corriendo del lugar, Himawari tan solo reía por la reacción de este.

Por otro lado se encontraba la azabache y una ojijade en la residencia Uchiha.

Sakura: Sarada, hija puedes pasarme las flores? -le pidió la peligrosa a lo que la Uchiha acató.

La pelinegra se encontraba viendo hacia la nada, como si hubiera algo interesante que ver. Su cuerpo estaba ahí, pero sus pensamientos estaban en otro lugar. Deseaba hablar con su compañero rubio, pero su madre, su padre y los padres de el Uzumaki no los dejaban salir de la casa a ninguno de los dos. Muchas veces Mitsuki y los demás los visitaban a ambos para saber como estaban y para platicar con ellos, pero aun así no era lo mismo.

Sakura: Sarada..., Sarada! -la pelinegra volvió la tierra -en que ratos piensas hija? Tocaron la puerta, puedes ir a ver?

Sarada: e-eh... Si, ya voy!

La azabache se dirigió a la puerta y casi de le da un paro cardiaco al ver al Uzumaki ahí parado.

Sarada: Boruto! Que haces aquí? -aunque no se notase mucho sus nervios y la emoción al verlo la carcomían por dentro.

Boruto: h-hola, yo solo pasaba por aquí a caminar y quería saber si estabas bien, ttebasa -mensiono mientras se rascaba la nuca con una sonrisa algo tímida - te dejan salir un rato?

La azabache volteo a ver a su madre, quien después de pensarlo unos segundos aceptó.

Sakura: bien, vuelvan temprano, ok? -les dijo con una sonrisa.

Boruto/sarada: Hi!

Y ahí se encontraban, caminando por las calles de la aldea, no sabían muy bien que decir, por lo tanto hubo un silencio muy incomodo.

Boruto tenia los nervios de punta, se debatía si lo hacia o no, de verdad quería a la azabache, y sabia que ella tambien tenia sentimientos por el, pero aun así le daba miedo dar el segundo paso.

Sarada: y... Como te sientes? Debes sentirte increíble de haber vuelto a tu cuerpo. -mensiono la Uchiha para romper la atención.

Boruto: a-ah, Pues claro, ya extrañaba mi cuerpo, ttebasa, no es fácil ser tu.

Sarada: pues claro, tampoco fue fácil ser tu, baka! -los dos rieron.

Boruto:  es cierto, fue bastante complicado hablar como tu, ser amargado todo el tiempo, orgulloso y decir siempre "shanaroo" es tarea bastante complicada -lo ultimo lo dijo con voz chillona, a lo que la Uchiha rodó los ojos con gracia.

Sarada: baboso, tu también eres orgulloso, y ni hablar de que siempre tenia que decir "ttebasa" después de cada frase.

Los dos rieron hasta que el rubio diviso a un hombre vendiendo helados, así que tomó la mano de la azabache y se encaminó hasta ahí antes de que la Uchiha pudiera oponerse.

Boruto: compramos uno? -le pregunto refiriéndose a los helados, ella asintió.

X: que saber los quieren?

Sarada: vainilla, por favor.

Boruto: yo quiero uno de chocolate!

Después de pagarlos volvieron a caminar sin rumbo alguno, mientras reían, hacían bromas una y otra vez.

Se dirigieron a un parque, el cual estaba un poco vacío, lo único que los acompañaba era la sombra de los arboles y el viento, mas una linda vista.

Los dos se sentaron en una banca, mientras disfrutaban de la brisa.

Sarada: oye Boruto -llamo la atención de este - cual es tu peor miedo?

El rubio dejo de sonreír, y miro al horizonte.

Boruto: pues... Puedo decir que yo era mi propio miedo -mencionó este -supongo que yo no estaría vivo el día de hoy si no fuera por ti.

La azabache lo miro confundida.

Sarada: a que te refieres?

El rubio le sonrió y sin responder su pregunta se levantó del lugar.

Boruto: oye amargada, a que te puedo ganar en una carrera de aquí a las torres hokage.

Sarada: disculpa? Ja, idiota esta claro que soy mas rápida que tu!

Boruto: entonces pruebalo, hagamos una apuesta, y el ganador le pedirá lo que sea al perdedor -la azabache acepto sin pensarlo.

Y una vez mas los dos estaban corriendo por las calles Mientras intentaban llegar antes que el otro.

Sarada: ya rindete baka, no vas a ganar!

Boruto: claro que ganaré, no pienso perder esta oportunidad! -mencionó este motivado.

Corrieron a toda velocidad, tomando atajos por los techos de las casas, hasta que por fin llegaron, y el rubio logró ganar.

Boruto: ja, te dije, te gané! -dijo mientras jadeaba.

Sarada: vamos, eso no se vale! -sus pulmones pedían aire a gritos.

Después de retomar sus fuerzas se sentaron en una de las cabezas de los hokage, observando la hermosa vista del atardecer.

Boruto: valla, el día si que acabo rápido -mencionó mientras miraba el horizonte, donde el sol se ocultaba poco a poco.

La vista era bellísima, y la luz que sobraba se reflejaba en los ojos de la azabache. Boruto quedo embelesado por su belleza, verla en ese ángulo era increíble para el.

Sarada: que? Tengo algo en la cara? -pregunto mientras se tocaba el rostro inconscientemente.

Boruto: no, no tienes nada, es solo que te vez... Linda. -dijo mientras volvía a mirar el horizonte esta vez algo sonrojado y avergonzado.

La Uchiha también llego a sonrojarse por lo que su compañero dijo, en el fondo le gusto ese alago, pero por los nervios decidió cambiar el tema.

Sarada: b-bueno, y... Ya que me ganaste que es lo que me vas a pedir? -preguntó esta -mas te vale que no sea nada vergonzoso.

Boruto la observo, su corazón empezó a latir mas rápido que antes, tomó valor y se acerco lentamente al rostro de la azabache, el pulsó de los dos se aceleró hasta el punto de coordinarse, ninguno de los dos se opuso, solo se dejaron llevar por sus sentimientos hasta por fin unir sus labios.

La calidez, los sentimientos y el color carmín en sus mejillas se hicieron presentes. Alma con alma y sentimientos fortalecidos con tan solo un beso.

Los dos deseaban eso con su alma.

Cuando sus pulmones pidieron oxigeno se separaron, y tan solo atinaron a mirar a el atardecer nuevamente, sin decir nada.





Boruto: te amo -mencionó sin apartar la mirada del atardecer.

Sarada: yo tambien te amo.



en tus zapatos (borusara)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora