CAP 15🌼

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Las clases habían finalizado. Daniel estaba más que emocionado por qué al otro día llegaría por fin el Sr. Miyagi, no podía esperar para presentarlo a sus amigos. Tenía pensado prepararle una sorpresa a la cual necesitaba la ayuda de Johnny y Tommy. Sin embargo Tommy con todo el dolor de su corazón tuvo que rechazar a Daniel debido a que se había comprometido a ir a una cena familiar en casa de Susan, no quería verse maleducado al cancelar su ida. Daniel no le molestó en absoluto, entendió a su amigo rubio.

- ¿Tu qué me dices Johnny?.

- Claro que te ayudare enano. ¿Le prepararas la sorpresa en el dojo o en tu casa?.

- En el dojo.- Daniel sonrió tomando la mano del rubio para subir a la motocicleta del Johnny.- ¿Me darías lecciones de manejo maestro Lawrence?.

- Aprecio mi vida LaRusso, no te enseñaré aquí ni ahora, vamos a la playa este fin de semana y allí te enseñaré.- Johnny apartaba a Daniel de la parte delantera de la motocicleta, mientras le colocaba su casco al castaño. Daniel soltó un puchero decepcionado, pero el rubio tenía razón.

Fueron de compras al centro comercial, y vieron muchas cosas lindas con las cuales decorar. Compraron muchas cosas, incluso algunas sin saber cómo se usaban.

Iban de regreso hacia el dojo hasta que un negocio iluminó la mirada del castaño. ¡Era una tienda de Bonsáis!.

- ¡Johnny detente!.- El rubio freno de golpe asustado.

- ¿¡QUE PASA!?.- Sentía su corazón salirse de su pecho.

Daniel bajo de prisa hacia la tienda de plantas que estaba en la esquina. Johnny lo miro extrañado. "¿Acaba de casi causarme un infarto por un arbolito?", pensaba Johnny con gracia.

El rubio miro como el castaño se emocionaba tal cual niño pequeño en una juguetería, no entendía el porque de la emoción del castaño al ver esos árboles extraños que nunca había visto.

Vio que Daniel tomo 4 de esos árboles y se los empacaron en una caja para evitar que se le cayeran en el camino.

- Disculpa la demora Johnny.- Daniel subió a la motocicleta nuevamente tratando de acomodar la caja sin que se cayera.

- A quien diablos le importa la demora, casi me matas de un susto cuando me pediste que me detuviera.- dijo Johnny sonriendo mirándolo con un falso enojo.

- Pensé que no me escucharías viejo, vámonos ya, quiero mostrarte algo.- Johnny aceleró, el camino se hizo muy corto y llegaron en menos de 15 minutos gracias a un atajo que tomo.

Los chicos bajaron de la motocicleta y Daniel abrió la caja con desespero, esperaba que ningún Bonsái se hubiera dañado. Lo cual fue así, todos estaban en perfecto estado.

- ¿Cómo se llaman esos árboles bebé, LaRusso?.- preguntaba Johnny curioso. Daniel sonrió ante el término que le había dado Johnny a los Bonsáis.

- Se llaman Bonsáis, mira acércate te enseñaré a podarlo.

- ¡NO!. Voy a dañarlo, no confíes en mí para estás cosas, soy pésimo.

- Vamos Johnny no seas gallina.

- No soy gallina, está bien dame esas tijeras y dime qué debo de hacer.

- Vaya vaya Johnny McFly ja, ja que valiente. Ven acércate.- Johnny se acerco al castaño para observar sus movimientos.

- No entiendo que patrón hay que llevar LaRusso.

- No hay patrón Johnny, piensa solo en el árbol, haz una imagen perfecta usando toda tu imaginación... Despeja bien tu mente, no existe nada, solo el árbol.- Daniel dirigió el rostro de Johnny hacia el Bonsái.- No hay nada en el mundo, más que el árbol. ¿Entiendes?.- las palabras de Daniel fueron acertadas para el rubio, "se escucha tan sabio como un viejo de 80 años", Johnny sonrió ante ese pensamiento, pero en verdad le impresionaba la sabiduría de Daniel, para algo tan intrascendente como podar un árbol.

Johnny logro podar el árbol a la imagen que su mente había esperado. Sonrió contento al ver el resultado. Daniel le obsequio ese Bonsái y Johnny acepto dudoso, pero agradecido.

Comenzaron a decorar el dojo. Johnny observó que Daniel había comprado gorritos de fiesta, lo cual lo confundió ya que el pensaba que era una especie de fiesta de bienvenida para el maestro de Daniel.

- LaRusso. ¿Estamos festejando el regreso de tu sensei cierto? ¿O el cumple años?.- Johnny levantó el gorrito de fiesta.

- La verdad es que mañana es mi cumpleaños.- Dijo Daniel apenado.- El Sr. Miyagi siempre celebra mis cumpleaños conmigo y como mañana será su regreso y mi cumpleaños pensé en hacer una celebración doble.- Daniel sonrió nervioso, se olvidó por completo de mencionarle a Johnny su cumpleaños.

- Dios mío eres un tonto. ¿Por qué diablos no me dijiste antes? ¿Qué debería regalarte? ¿Quieres ir a cenar de regalo adelantado? ¿Quieres ir a un lugar?. Dime lo que quieras, intentaré cumplirlo, se que mañana no podremos festejar solos así que hay que festejar hoy.

- Wow relájate Johnny, no quiero nada tranquilo.- Daniel estaba riendo.- mi mejor regalo es tu compañía.

Johnny sentía derretirse ante ese comentario de parte del castaño. Se acercó al chico y lo besó de manera imprevista.

- Eres muy lindo.- Dijo Johnny abrazándolo, mientras besaba la cabeza del castaño. Daniel se sonrojo fuertemente ante esa acción, sentía su corazón latir como loco. Johnny no podía reprimir lo que sentía, nadie lo había hecho sentir como lo hace Daniel.- Pero no aceptaré un "no" por respuesta a tu regalo, te llevaré a tu casa y empaca ropa. Hoy iremos a mi casa y te prepararé un cena, iré por ti a las 8 PM. Para que pueda preparar algo y arreglar la habitación. Bueno, primero que nada. ¿Quieres quedarte hoy en mi casa?.- Johnny estaba ansioso, quería festejarle al castaño como merecía.

- Me dejaste sin palabras, solo te diré que si a todo.- Daniel río.

Ambos subieron a la motocicleta, Johnny paso a dejar a Daniel a su casa y el de dirigió a la suya para hacer un intento de decorado y preparar la cena, la cocina se le daba muy bien, así que no había falla en su plan llamado Lasaña. Se ducho, busco ropa para verse lo más decente posible y salió en busca del castaño que seguramente ya estaba esperándolo.

Daniel por su parte, estaba empacando un pijama y películas por si acaso. Tomo una ducha, y se puso lo más decente que encontró, esperaba verse bien.

Johnny llegó en 2 horas a su casa, eran exactamente las 8 pm, el rubio era la persona más puntual que había conocido en su vida sin dudas.

Llegaron a casa del rubio y Daniel se conmovió ante la decoración de Johnny. Se veía genial.

- Johnny esto es muy lindo, muchas gracias.- El castaño sonrió.

- Pero eso no es todo LaRusso, vamos a cenar.

Se dirigieron a la cocina y el castaño olía algo delicioso. ¡Lasaña!. La comida preferida de Daniel. Se sentaron y comenzaron a cenar, el tiempo transcurrió de lo más normal, escuchaban música mientras cenaban y de vez en cuando hacían comentarios.

La tensión estaba en el aire, ambos sabían que hoy ocurriría algo, no sabían hasta donde llegarían pero estaban nerviosos y la vez impacientados.




Pelea Fuerte, Ama Dulce. ‹‹LAWRUSSO››Donde viven las historias. Descúbrelo ahora