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-Pipi ¿Qué hishis? -La pequeña Bryony camino hacia el escritorio de su padre, el cual estaba sentado tecleando algo en el computador-
-Nada cariño ¿Necesitas algo? -La niña pasó por debajo del escritorio para poder llegar a las piernas de su padre y meterse entre ellas- ¿Qué pasa?
Bajo su mirada para ver los hermosos ojos gatunos de su hija, Bryony levanto sus bracitos, Aidan sonrío de lado y la alzó entre sus brazos, sentándola en una de sus piernas.
-Ti amu... -Se paro torpemente en el regazo de su padre y lo abrazo por el cuello, Aidan abrazo el pequeño cuerpo de su hija y sonrío feliz-
Amaba a su pequeña Bryony, ella siempre fue demostrativa, cuando estaba feliz lo hacia saber, también cuando estaba triste o enojada, aun que Aidan no le gustaba tanto que la pequeña Bryony está enojada, ella daba miedo cuando lo estaba.
-También te amo cariño.
Dejo varias besos en la cabellera de su niña y Bryony sonrío divertida, dejando que Aidan escuchara su pequeña risita, la cual era idéntica a la risa de su madre.
-¡Papi llaman!
Suhaila asomo su cabecita por el marco de la puerta, Aidan se levantó de su silla aún manteniendo a la pequeña Bryony en sus brazos, salió de la habitación y su otra pequeña estaba esperando también ser tomada por su padre.
-Dios ¿Qué voy a hacer con ustedes?
Aidan agarro a la pequeña Suhaila entre sus brazos, ahora las dos niñas estaban en los brazos de su padre, una en cada brazo, Aidan bajo las escaleras y camino hacia la puerta principal.
-¡Hermanito! -Cuando abrió la puerta, se escucha la voz de Dante-
-¡Dantenchio! -Grito la pequeña Suhaila y Dante río al escuchar el apodo ridículo y mal dicho-
-¡Suhaila! -Dante dejó su mochila en el suelo y agarro a la niña entre sus brazos y la brazo-
-Hola mamá...
-Hola hijo -Sonrio y se acercó a su hijo para dejar un pequeño beso en su mejilla-
