𝑃𝑎𝑝𝑎́ 𝑆𝑜𝑙𝑡𝑒𝑟𝑜 - 𝐴.𝐺. {𝑨𝒅𝒂𝒑𝒕𝒂𝒄𝒊𝒐́𝒏}

✨17✨

☆Maratón 2/2☆

Lo primero que Suhail hizo fue ir a los brazos de T/n y abrazarla fuerte, Aidan quedo helado al ver la reacción de su hija y quedó asombrado y a la vez confundido al ver a la maestra allí.

-¿Qué hace aquí?

-Bryony me llamo.

Era sabido.

Pensó Aidan, si sus hijas ultimamente preferían más a su estúpida maestra que a el, ellas querían consejos de ella en vez de el.

Era sabido quién le había avisado o del porque estaba aquí y como había llegado hasta allí.

-¿Qué pasó Suhaila?

-No se aleje más.

T/n miro a Aidan sobre el hombro de la niña, el hombre la miro unos segundo y desvío su mirada, no podía retener sus ojos sobre ella.

Las ganas de llorar y decir todo lo que sentía venían a el, pero tenía que ser fuerte y demostrar que nada le afectaba.

Aún que fuera todo lo contrario.

-¡T/n!

La pequeña Bryony y abrazo a la maestra, Bryony comenzó a llorar y abrazo más fuerte el cuerpo de su maestra, T/n miro unos segundos más a Aidan y volvió su vista a las niñas.

-Vamos a hablar ¿Okay?

Las niñas asintieron con la cabeza, T/n camino junto a ellas hasta dentro de la habitación para poder sentarse en la cama, Aidan aún quedó parado mirando aquella escena.

El hombre se sentó frente a las tres chicas, en la silla del escritorio que estaba en aquella habitación, Aidan bajo la mirada algo angustiado, odiaba ver que sus hijas preferían a una desconocida que a él.

-¿Qué paso niñas?

-T/n, no quiero que te alejes, no quiero que te vayas de mi vida y nos abandones e incluyó a mi papá.

Aidan levanto su mirada asombrado y observo a Bryony, la cual había hablado anteriormente, T/n suspiro y dejó un pequeño beso en la frente de la niña para luego sonreírle.

-Yo... niñas, estuve mal y no tuve que hacer eso, su padre tiene razón.

-¡No! -T/n fue interrumpida por Suhaila- ¡No, papá no tiene la razón, maestra yo la quiero en mi vida, usted es muy buena, me ayuda y me comprende, usted es mi mejor amiga.

Los ojitos verdosos de Suhaila se llenaron otra vez de lágrimas, estás bajaron por sus cachetes y terminaron desapareciendo por su regazo a Aidan se le hizo un nudo en la garganta.

Quería meter a su linda Suhai en un frasquito y guardarla para siempre ahí.

Aún que la niña se veía tan fuerte, seca e intimidante, por dentro era un algodón de azúcar, blandito, tierno y muy dulce, también y sobre todo era muy sensible y cualquier cosa le ponía triste y sensible.

-Suhai

-Usted estos días hizo el papel de mamá, la quiero así, usando ese papel -Aidan abrió su boca para decir algo pero se calló al escuchar a su hija- Mi papá es un tonto y no se da cuenta de las cosas, pero yo si. Usted es la pequeñita luz de nuestra vida y yo quiero esa luz aquí, conmigo.