Marihuana... Produce una sensación de calma, mayor concentración, risas incontrolables y en dados casos cuando se mezcla con alguna otra sustancia; alucinaciones. En mi opinión, bueno... Me sumerge en un estado de trance en el cual suelo permanecer enfocado en mis recuerdos con una fina linea que me separa de la realidad.
En esta ocasión revivia una escena traumática de mi infancia, una de muchas.
⸻ ¡Cierra la boca!
⸻ Tu hijo está durmiendo, ¿Puedes ser discreto?
⸻ Estoy cansado de ti y de ese maldito niño, ha sido la ruina en mi vida desde que abrió sus ojos; perdí mi trabajo y ahora estoy lleno de deudas por todos los gastos de su educación.
⸻ Los gastos de Connor han sido mínimos por lo tacaño que eres, el dinero se ha ido por tu adicción a las apuestas, por eso vivimos en una pocilga como esta.
Ese día ellos cometieron un error... asumieron que yo estaba dormido. Estaba del otro lado de la puerta de su habitación, con lágrimas en mi rostro por los comentarios de mi padre y miedo por el bienestar de mi madre; no era la primera vez que discutían. Quería intervenir, opinar o al menos demostrar que yo estaba ahí escuchándolos, tan cerca de la puerta pero incapaz de girar la perilla.
⸻ ¡Eres una mal agradecida! ⸻ Aquello último fue el incentivo para tomar la perilla pero al momento un estruendo se escuchó en la habitación, seguido de un gran silencio abrumador.
Habitualmente y como todo niño de esa edad hice la única cosa más lógica, hui de vuelta a mi habitación con cautela. Para resumir el final, bueno... El imbécil había golpeado a mi madre y el estruendo fue ella cayendo.
Ese día marcó el inicio de un ciclo de cambios, gran parte de ellos malos. Mis padres siguieron peleando, fueron a terapia y sorpresivamente mejoraron. Entonces nació George, un año después, un inocente que caía en las fauces de un matrimonio decadente que apenas y podía cuidar de su primer hijo, con el pasar del tiempo y la inesperada condición que george tenía los gastos fueron aumentando por toda la atención que requería; aquello volvió a enojar a mi padre, quien apenas había salido de sus deudas y entonces... volvimos al inicio.
La primaria no fue fácil ya que cada cierto tiempo debíamos mudarnos, por ende el fraternizar con los chicos que me rodeaban se volvía difícil; creo que a raíz de esto surgió parte de mi personalidad. Algunos institutos eran buenos, realmente no quería irme, y otros eran un asco; tuve que aprender a defenderme por ello. La secundaria fue la misma mierda pero al menos conocí a Simón, mi mejor amigo y creo que la única persona que me soporta.
Hubo una fiesta al terminar la secundaria y pese odiar el bullicio mis padres me obligaron a ir, junto a Simon escapamos a lo que decía él: " Una fiesta de verdad. "
Llegamos tras una caminata larga a una casa la cual estaba repleta de gente, sentí mi labio temblar ya que se trataban de universitarios son mas problematicos que los de secundaria. Entramos a la casa fingiendo ser invitados y apenas pasar el marco un olor fuerte nos golpeó; para aquel entonces no lo reconocía y ahora me es algo tan natural. Esa noche fue otra que tambien llego a marcar mi vida y formar parte de la persona que soy ahora, en resumen me embriague, conoci chicas pero lo más extremo fue probar la marihuana por primera vez y quien iba a pensar que por simplemente querer experimentar tras un par de años sería un adicto a ella.
⸻ Hey, ¿Estás aquí?
⸻ Hm, ¿Dijiste algo? Estaba... ⸻ Tallaba mis párpados con mis dedos, sentía que hubiese despertado de un sueño y más o menos así fue.
⸻ ¿Viendo tus recuerdos? Te dije que sería un poco más fuerte. ⸻ Reía un poco mientras yo continuaba procesando todo a mi alrededor. ⸻ ¿No debes ir a casa? ⸻ Inquirio arqueando una de sus cejas.
⸻ ¿Hora?
⸻ Once y media.
⸻ Joder, debo irme.
Ni siquiera me preocupé por olvidar algo, simplemente salí con prisa para llegar a casa, esperaba que todos estuvieran dormidos así no tendría que afrontar un regaño o detener una discusión... Otra vez.
