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N°. 69 tenía razón.
La sangre caía de los labios de Ianna, ahora ya mayor, esa era una pesadilla recurrente que la atormentaba, sin darle importancia a esa sangre que salía de sus labios se levantó de la cama y abrió la ventana
-Un día más en Altus París- dijo con un tono apagado mientras miraba a las aves huir del tejado del hotel en el que se hospedaba ella
Después de contemplar a las aves se dirige al lavado, dónde se lava la cara y limpia la sangre que le salía. En la habitación habían numerosos peluches de distintos animales, perros, gatos, osos y conejos.
De todos ellos uno sobresalía, era un conejo que estaba en una vitrina, estaba echo con una tela suave y lisa de color blanco mientras que unos botones rojos simulaban sus ojos , aquel era el peluche que Ianna hizo con sus propias manos, su arma.
Mientras todo lo anterior se mostraba, Ianna se había cambiado su ropa por una casual, una para ir a cazar a su nueva presa.
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Debajo de aquel traje habían múltiples armas, pero ninguna de esas era con la cual acabaría con su presa completamente.
Sin nada más que hacer o decir tomó al peluche y salió del hotel para dirigirse a la conexión de los dos mundos, París y Altus París, la ciudad de los humanos y la ciudad de los vampiros.
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Ya era de noche y Ianna ya estaba en el lugar marcado por los de alto rango, debía exterminar aquella maldición como sea.
Habían pasado unas horas desde que el dirigible había salido, no había señales de que aquella chica se encontrará ahí o eso creía Ianna
A las minutos vió a dos personas, una chica y un chico, eran sospechosos así que Ianna los empezó a seguir desde lejos.
Al parecer la chica estaba enferma y necesitaba ver un doctor, "cosas humanas" pensó Ianna sin darle importancia.
Después de un rato de charlas y presentaciones de los dos chicos, Amelia y Noé, así se hacían llamar. De un momento a otro el albino hizo una pregunta que dejó helada tanto a Ianna como Amelia quien los observaba y oía en su escondite
-¿Usted conoce el libro de vanitas, Amelia? Lo estoy buscando, es muy importante para mí- Dijo Noé sin pensar en las consecuencias de decir eso en público.
Pov Ianna
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-Él nombró ese libro... Ese maldito libro...- No podia controlar las palabras que salían de mi boca, hacía años que no escuchaba ese nombre, era tan... Asqueroso.
Mi vista se nublaba, sentía como todo daba vueltas a mi alrededor. El albino lo notó y vino hacía mí, debo Correr, debo Irme de este lugar, sin embargo me era imposible, mis piernas no respondían mis órdenes sin importan cuanto las apretase
Sostuve mi muñeco con fuerza, estaba lista para sacar eso
-¿lady? ¡Lady!- Aquellos gritos me sacaron de ese infierno de desesperación, el albino y la chica me miraban desde arriba, estaba en el suelo cómo una tonta..
Me levanté como pude, empuje al albino y corrí a esconderme, si seguía así la misión sería posponida o tomada por alguien mejor como la bruja carmesí, Jeanne, eso no podía suceder.
Me escondí detrás de un pilar, no había gente y era perfecto para descansar y limpiar mi mente
-Sangre...- Susurré en mi escondite, tenía sed, mucha sed. Con una daga la cual se escondía bajo mi vestido corte mi muñeca, la sangre salía por montones.
Aún si no me saciaba lo haría para calmarme un poco, lamí la sangre que escurría de mi muñeca.
Unos minutos después de saciar un poco mi sed, tape mi herida con una tela que desgarre de la parte baja del vestido.
Cuando salía de mi escondite las luces se rompen y un grito femenino se escuchó desde el centro del dirigible, me dirijo al centro del lugar. Aquellas personas estaban ahí, la chica estaba en el suelo aparentemente con la respiración agitada, intento acercarme para ver sus ojos pero un gato se tira hacia mí, era blanco y parecía tener heterocromía , lo hago a un lado delicadamente para que no salga herido.
Cuando llegó frente a la chica veo sus ojos...
-Rojos- La chica mantenía su mano en el pecho, seguramente le dolía, atacaré esa parte primero
-Lady Amelia.. Usted es un.. Vampiro- Me giró sorprendida, pocas personas sabían o creían en la existencia de los vampiros ¿Quien era el y como lo sabía?
Suspiré , estaba cansada y sedienta por aquella pesadilla y las situaciones que la siguieron, quería acabar con el trabajo rápido e irme a casa pero el albino seguía aquí y eso haría las cosas complicadas
-Albino, vete de aq-- Soy interrumpida por el sonido del vidrio de los ventanales quebrándose y cayendo al suelo en pequeños trozos
Ahora dirijo mi cabeza hacia donde provenía el sonido, alguien estaba entrando por la ventana.
Vaya entrada dramática..
-¡Te encontré!- Aquella persona a la cual no podía verle el rostro por mi condición se dirigía a mi presa. No lo permitiré.
Salté hacia ella y la tomó en brazos cómo una princesa, se estaba quejando mucho, tengo que hacer mi trabajo pero ellos me estorban
-Bella dama, te quitaré este sufrimiento ¿Si?- tome su mano con delicadeza, podré ser una borreaur pero no soy alguien sin sentimientos, bueno, no completamente.
Estaba por acabar con su vida cuando el albino toma mis manos por detrás impidiendo apuñalar su pecho, sabía que pasaría por eso no utilize el arma de verdad.
Golpeó su estómago con mi codo el cual tenía una madera bajo el vestido y la manta, aprovecho que se siente adolorido para quitar mis manos y paso mi cuchillo por su cara sin alcanzar a cortar, me detuvo.
-¡Detente!- me empuja lejos de la chica mientras el la toma para huir
Este idiota se piensa que va a escapar de mí, eh?
Me tiró por el balcón hacia abajo justo como el lo hizo, no había duda, el también era un vampiro.
