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Jungkook no tenía apetito.

Más bien no tenía ganas de hacer nada. Parecía que todo lo que hacía lo hacía mal. Absolutamente todo y eso le enojaba.

― Jungkook, tranquilo, no es el fin del mundo ― comento Taehyung, quien comía un pedazo de pizza.

― ¡Lo han encerrado y me prohibieron verlo! ― exclamo Jungkook, pasando sus manos por su cabello ―. Me enoja no saber nada.

― Tranquilo, Yoongi lo está arreglando.

Jungkook soltó un bufido y se dejó caer contra el sillón.

― Toda fue mi maldita culpa ― mascullo Jungkook.

― Yo le dije a Jimin que llegaría un momento en el que te pondrías a buscar tu propio camino. Te tenía muy sobreprotegido ― dice Taehyung, bebían su soda ―. No me sorprendió para nada lo que hiciste, siento que te tardaste. Necesitas cometer tus propios errores y aprender de ellos, todos tuvimos que pasar por esa etapa.

― ¿Por qué dices que me protege de más? ― pregunta Jungkook levantándose para mirar a su primo.

Taehyung se levantó de su taburete, luego camino hasta donde se encontraba su primo, paso su mano entre los gruesos cabellos revoltosos de Jungkook. Apartándolos de su frente.

― Jungkook, tú no has sufrido lo que es pasar hambre, lo que es pasar todo el día aburrido haciendo vigilancia, no dormir, estudiar de un día para otro, no tener comodidades, tener que hacer toda la documentación, vivir la paranoia o tener que decidir al momento de matar una persona ― le explica Taehyung.

― Se disparar ― se defendió Jungkook ―, pero no me han autorizado un arma de verdad.

― Jungkook, el arma te la autorizaron desde el momento que lograste atinar al blanco ― dice Tae, antes de alejarse ―. Pero Jimin se ha negado a darte un arma ¿Por qué será? Oh, sí. Porque no quieres que sufras con el peso de sentir que hiciste mal, que tu conciencia este sobre ti, recordándote una y otra vez que de seguro tenías otra salida. Que tal vez no debías matarlo.

Los ojos de Taehyung parecieron por primera vez en mucho tiempo tan fríos y secos, porque así se sentía un alma atormentada por tener que matar contantemente. Debía ser frio y calculador, mentalizándose que debía ser así como debía pasar la situación. No había salida de eso.

El momento tan duro y abrumante se rompió cuando la puerta se abrió. Tae ya tenía su arma en la mano apuntando hacia la puerta, pero cuando vio la cabellera menta de Yoongi, bajo el arma.

Jungkook se levantó como resorte, quería saber que había pasado con Jimin.

― Antes que digas algo ― comenzó Yoongi, deteniendo las múltiples preguntas de Jungkook antes de que salieran de su boca ―. Jimin está bien, tiene que quedarse a un interrogatorio que puede llegar a tardar toda la noche. Te aconsejo que vayas a dormir.

Yoongi paso por el lado de ambos chicos antes de ir para tomar una porción de pizza.

― ¿Pero que le dijeron? ― insistió Jungkook.

Yoongi lo hizo esperar mientras terminaba de comer su trozo de pizza.

― Todo se concluyó con éxito, lo que les dio un punto a su favor y que hizo que Jimin se lograra escapar por esta única ocasión, ya que tiene un expediente limpio ― les explico Yoongi, para luego beber de la soda donde había estado bebiendo Tae.

Jungkook pudo respirar tranquilo.

La puerta se abrió de una patada.

Jungkook se arrojó detrás del sillón, Taehyung desenfundó su arma y Yoongi escupió su soda del susto.

― ¡Me dejaste, maldito! ― entro gritando Alexa, la chica al ver el arma alzo las manos de forma inocente ―. Si vas a disparar hazlo ya.

Taehyung bajo su arma y miro con molestia a Alexa.

― ¿No puedes entrar como una persona normal, joder? ― le pregunta Yoongi, limpiando su barbilla.

― Me abandonaste ― dice Alexa, como justificante y luego se alza en puntas para ver hacia donde esta Jungkook tirado ― ¿Estas bien, JK?

Jungkook gruño antes de levantarse del piso y asentir.

― Ya terminé con esto, iré a darme un baño ― declaro Jungkook antes de irse a su habitación para poder darse una ducha.

Sentía que necesitaba relajarse ¿Y qué mejor que el agua corriendo por su cuerpo?

No supo cuál fue el momento en que se quedó dormido, pero se sorprendió bastante al encontrarse con el rostro de Jimin a pocos centímetros del suyo

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No supo cuál fue el momento en que se quedó dormido, pero se sorprendió bastante al encontrarse con el rostro de Jimin a pocos centímetros del suyo.

Sus pequeños ojos estaban abiertos y lo observaba en silencio.

― ¿Hace cuanto llegaste? ― le pregunto Jungkook, en un murmullo que logro entender Jimin quien alzo su mano para acariciarle su mentón.

― Hace unas dos horas, no te quise molestar ― comenta Jimin, para luego cerrar sus ojos por unos segundos ―. Me mentiste.

― No sabes cuánto me arrepiento, no quería hacerlo ― confeso Jungkook, sus ojos cristalizándose ―. Cuando vi que te esposaron me preocupe tanto que tuve miedo de que algo te pasara por mi culpa. Solo quería demostrarte que podía hacer las mismas cosas que haces tú. Que en verdad puedo ser un excelente compañero.

― Lo sé, amor ― dice Jimin, antes de acercarse y darle un pequeño piquito en sus labios ―. Yo te orille a eso, no te he dejado experimentar, desde que comenzamos a ser compañeros hemos estado juntos y no has tenido tus propias misiones. Siempre me he ocupado de todo y eso es algo que no te he dejado hacer. Eres importante para mí y debe existir comunicación entre nosotros ¿Si? No más mentiras.

― No más mentiras ― acepto Jungkook antes de acercarse y apresar a Jimin entre sus brazos ―. Déjame cuidarte, siempre te has cuidado y te has preocupado por los demás. Déjame ser ese hombro en el que te apoyes, a quien busques cuando algo salga mal.

El corazón de Jimin se rompió en miles de pedacitos al escuchar aquello, no podía hacerlo. Aun no podría arruinar esa felicidad, solo le quedaba ayudar a Jungkook, a prepararlo.

― Te amo ― confeso Jimin, sollozando en el pecho de Jungkook ―, por favor, no me sueltes.

Jungkook entendía que Jimin se preocupara.

¿Y como no?

Si la situación fuera al revés, sabía que habría estado igual de preocupado que Jimin, aunque estaba seguro que él estaría realmente molesto por haber mentido con semejante situación.

Las palabras fueron mencionadas y era una señal de lo frágil que se encontraban. Jungkook no defraudaría a Jimin, no más.

― También te amo ― dice Jungkook, besando la frente de Jimin para luego abrazarlo con mayor fuerza.

ESPIAS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora